Vivienda

Así es como pueden ayudar los padres a sus hijos a comprar o alquilar una vivienda

El interés de los jóvenes por vivir en un piso propio es elevado, ya que casi la mitad de ellos ha realizado algún movimiento en el sector inmobiliario

Comprar una casa
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Independizarse es un sueño cada vez más inalcanzable para muchos jóvenes en nuestro país. Los elevados precios del mercado inmobiliario sumado a una inestabilidad económica y laboral de este colectivo son los principales obstáculos que impiden a los menores de 35 años poder emanciparse. No obstante, pese a las dificultades que conlleva comprar o alquilar una vivienda para los más jóvenes españoles, el interés por vivir en un piso propio es elevado, ya que casi la mitad de ellos ha realizado algún movimiento en el sector inmobiliario, según un informe elaborado por el portal inmobiliario Fotocasa. Pese a ello, los gastos asociados a la compraventa o el alquiler de una vivienda no están al alcance de todos los bolsillos, haciendo que por mucho que quieran, no puedan. En esta línea, el papel de los padres y madres puede ser fundamental para ayudar a sus hijos y facilitarles el acceso a una vivienda de compra o de alquiler.

Pero, ¿cómo pueden ayudar los padres a un hijo a comprar una casa? Desde Fotocasa proponen una serie de alternativas para que los jóvenes puedan convertirse en propietarios de una vivienda:

  • Donar vivienda de padres a hijos: la titularidad del inmueble se transmitirá en vida como una alternativa a la herencia y, para ello, habrá que redactar unas nuevas escrituras de la propiedad ante notario y cambiar la titularidad del inmueble en el Registro de la Propiedad.
  • Comprar vivienda en usufructo: los padres comprarán la vivienda, mientras que el hijo será quién tenga el derecho de usufructo, es decir, la posibilidad de usar y disfrutar del inmueble sin ser el propietario.
  • Préstamo de padres a hijos para comprar vivienda o donación: los progenitores suelen prestar o donarle dinero a sus hijos para la entrada de la vivienda, que normalmente suele ser el 20% del valor de la propiedad. En este sentido, las familias suelen ayudarles mediante un préstamo entre particulares para el que se tiene que realizar un contrato o a través de una donación. Si el hijo recibe la vivienda como donación, este debe declararla en Hacienda y pagar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.

Asimismo, los progenitores también echan una mano a sus hijos en los gastos iniciales a la hora de alquilar un piso, ya que es una operación que precisa de ahorros. Lo más común es que los padres y madres presten o donen dinero para el pago de la fianza o se conviertan en avalistas en el contrato de alquiler, como garantía adicional que puede solicitar el propietario si los inquilinos no cuentan con cierta estabilidad y solvencia económica.