Gobierno de España
La asombrosa resurrección de Zapatero
El expresidente que arruinó España entre 2008 y 2011 es ahora el que lleva la voz cantante en la campaña de Pedro Sánchez
Uno querría pensar que los políticos pésimos, aquéllos que hayan contribuido a destrozar un país durante una generación, no volverían a copar el espacio público nunca más. No sólo no son ejemplo de nada sino que son más bien anti-ejemplos de lo que jamás debería haberse hecho. Por desgracia, la memoria de los ciudadanos es tremendamente frágil y al cabo de pocos años terminan distorsionando idealizadamente el pasado. Ha sucedido, por ejemplo, en EEUU, donde George W. Bush, un universalmente reconocido mentiroso que arrastró al país a una guerra innecesaria, cruenta y carísima, goza hoy de un aura de estadista frente al trumpismo dominante en el Partido Republicano.
Y también ocurre hasta cierto punto en España, donde los ex presidentes del Gobierno suelen ser contar con mejor fama que los gobernantes actuales: nos olvidamos de lo malo que hicieron y, en cambio, tenemos muy presente todo lo malo que hace el actual. Pero que este fenómeno haya acaecido con Zapatero es algo deplorable. Primero, Zapatero mintió en las elecciones generales de 2008 cuando aseguró que la economía española “iba como una moto” (bueno, no, en realidad dijo que estábamos en la Champions League, pero ya nos entendemos), en un momento en el que la enorme burbuja inmobiliaria ya estaba pinchando, el paro repuntando y apenas meses antes de que entráramos en una dolorosa recesión. Segundo, Zapatero se negó a liberalizar el mercado laboral para minimizar la destrucción masiva de empleo que acaeció bajo su mandato. Tercero, Zapatero engañó a los ahorradores españoles (sobre todo, a los de más avanzada edad) jurándoles que teníamos el sistema financiero más sólido del mundo y ocultando bajo las alfombras de las fusiones frías los enormes agujeros que ya eran entonces conocidos: y lo hizo con el único objetivo de que estos ahorradores españoles invirtieran (dilapidaran) sus exiguos capitales en rescatar a estas entidades (de ahí, por ejemplo, el fraude de las preferentes o de la salida a bolsa de Bankia). Cuarto, Zapatero también multiplicó el gasto público en 2009 tratando de reanimar en vano la economía (Plan E), lo que generó una enorme losa de deuda y un enorme déficit que, añadidos a los de los siguientes ejercicios, casi conducen a España a la quiebra en 2012. Y ese Zapatero, que arruinó al país, que en su momento ni se atrevió a someterse a la reelección de las urnas y que se autoexilió a supervisar nubes, es el que lleva ahora mismo la voz cantante de la campaña de Sánchez. Tal para cual.
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