Convención municipal

Zapatero agita al PSOE al recuperar los indultos para reivindicar a Sánchez

Otros líderes territoriales avisan: «Nosotros no vamos a mover el asunto catalán»

El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en la apertura de la Convención Municipal del PSOE
El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero en la apertura de la Convención Municipal del PSOEEuropa Press

Más allá del ruido de Madrid –con el que buscan marcar distancias– o las últimas polémicas –la más nociva, la relativa al «solo sí es sí»–, desde el PSOE se reconoce que la agenda del Gobierno les está ayudando a hacer campaña. La reforma de las pensiones, la subida del salario mínimo o la recientemente anunciada ley de vivienda, entre otras iniciativas, cargan de argumentos a los socialistas para reivindicar la gestión nacional como argumento que contrarreste el relato «antisanchista» que esgrimen contra ellos sus rivales en las urnas.

Dentro de esa reivindicación, sin embargo, tanto Pedro Sánchez como otros portavoces oficiales del Gobierno y del partido han borrado en la última etapa todo lo relativo a la problemática catalana. Un argumentario que sí estuvo muy vivo cuando se culminó en diciembre la reforma del Código Penal –que derogó la sedición y rebajó la malversación–. En clave territorial, Cataluña sigue despertando más recelos que movilización en el electorado del resto de España y, por ello, sorprendió que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero hiciera ayer una encendida defensa de la «pacificación» en este territorio y de la concesión de los indultos, en particular, durante su intervención en la apertura de la Convención Municipal del PSOE, que reúne durante 48 horas en Valencia a los cuadros socialistas.

Zapatero apeló a los principios arraigados del ideal democrático –que pasan por la «paz y la igualdad»– y, en concreto, en la antesala de las municipales y autonómicas, valoró que éstas se vayan a producir «sin violencia en ningún territorio, ni en el País Vasco ni en una Cataluña pacificada gracias a la posición de diálogo de Pedro Sánchez». El expresidente recordó la historia «convulsa» de violencia política en España durante dos siglos ininterrumpidos, para ensalzar «los 11 años que llevamos sin violencia política en España». «Toda esa tarea ha sido posible con el concurso decisivo del PSOE», aseguró.

El líder socialista apostó por una «España que integre y que no divida» y alabó la que para él es «la decisión que distingue a un presidente con visión de futuro» y «es la decisión que Pedro Sánchez tomó con la aplicación de los indultos en Cataluña». «Qué lejos parece que quedan los malos momentos cuando estamos en paz y tranquilidad, pero no cumpliríamos con el deber pedagógico de recordar, si no dijéramos que no hace tanto teníamos a España en una crisis gravísima sobre su unidad y ahora hay tranquilidad», aseveró. Por ello, consideró que los compañeros del PSOE de cada rincón de España «tenemos el deber y la convicción de decir que gracias a Pedro Sánchez el futuro de la unidad de España está en un futuro de tranquilidad y de estabilidad».

Un deber pedagógico y una convicción que se recibieron con cierta frialdad por parte de algunos de los cargos presentes, que ya advertían, en privado, tras sus palabras: «Nosotros no vamos a mover mucho este asunto». Conscientes de que la política de distensión de Sánchez en Cataluña y sus alianzas con ERC y EH Bildu generan el rechazo de parte del electorado socialista. En descargo de Zapatero, fuentes socialistas consultadas, aseguraban que quería establecer una suerte de paralelismo –salvando las distancias– entre el reto que afrontó su Gobierno en el País Vasco con el terrorismo y el fin de ETA y la desactivación que Sánchez ha hecho de las aspiraciones independentistas.

«Nadie puede negar que estamos ahora mejor que hace seis años en Cataluña, pero yo no lo voy a decir en un mitin», aseguran desde un territorio en el que reconocen que existe una corriente de «anticatalanismo». Esta estrategia choca con las expectativas que el partido ha depositado en la candidatura de Jaume Collboni a la Alcaldía de Barcelona, donde Sánchez cerrará campaña el 26 de mayo.