Industria ferroviaria

El Avril se le atraganta a Talgo en las vías y en las cuentas

La compañía sigue sin poder entregar los trenes a Renfe y sin cobrarlos, lo que le obliga a hacer una mayor esfuerzo de deuda con sus consiguientes intereses

Economía/Transportes.- Los plazos para la llegada de los trenes Avril a Galicia siguen adelante, según el Gobierno
Óscar Puente, ministro de Transportes, junto a uno de los S-106, conocidos como Avril, de TalgoEuropa Press

Renfe sigue sin tener a su disposición los trenes de alta velocidad S-106 de Talgo, los conocidos como Avril. Para la operadora pública estatal, el retraso en su entrega -inicialmente, estaba previsto que entrasen en operación el verano de 2022- es un importante contratiempo porque le impide llevar la alta velocidad al interior de Galicia y Asturias, dado que los Avril tienen la rodadura desplazable necesaria para circular por las vías de ancho ibérico gallegas y asturianas y las de internacional del resto de la red de alta velocidad. Pero para Talgo supone también un importante contratiempo no sólo a nivel de desgaste en su relación como con el Gobierno sino en el plano económico.

. Pero para Talgo supone también un importante contratiempo no sólo a nivel de desgaste en su relación como con el Gobierno sino en el plano económico.

Renfe adjudicó a Talgo un primer contrato de 15 trenes Avril en 2016 por un monto de 786 millones de euros que incluían treinta años de mantenimiento. En junio de 2017, la operadora pública ejecutó la opción sobre otros 15 trenes más que tenía, lo que supuso una inversión adicional (incluido el mantenimiento) de 495 millones. En total, 1.281 millones de euros, si bien la cantidad correspondiente al material rodante ascendería a 580 millones de euros.

El problema para el fabricante, como aseguran fuentes financieras, es que pese a lo cuantioso del contrato, no empezará a cobrar por los trenes hasta que no empiece a entregarlos. "Al no cobrar, tiene que tirar de deuda, y eso conlleva unos intereses, lo que ha provocado que suban sus costes financieros", según explican.

En cualquier caso, se trataría de un aprieto con fecha de caducidad que desaparecerá cuando comience a despachar los trenes. "La compañía tendrá entonces más estabilidad y solvencia", añaden.

Sin fecha definitiva

El momento en que Renfe comience a entregar las unidades sigue siendo, de todos modos, una incógnita. Gonzalo Urquijo, consejero delegado de Talgo, transmitió a las inversores el jueves pasado que esperan que a mediados de marzo o primeros de abril estén en circulación. Sin embargo, desde el otro lado no lo tienen tan claro.

Ese mismo día se celebró una reunión de seguimiento del tema entre Renfe, Talgo y Adif y Transportes trasladó que "no es posible fijar una fecha de inicio definitivo" de los trenes Avril debido a las "ineficiencias e incoherencias" del proyecto desarrollado por Talgo.

Desde el ministerio transmitieron que la puesta en servicio queda a la espera de que Talgo "confirme la buena marcha de todas las pruebas de fiabilidad y los calendarios de entrega, algo que hoy no ha hecho", según añadieron.

Los trenes de la serie 106 están realizando todavía las pruebas de fiabilidad, "responsabilidad única y exclusiva de Talgo", a la que desde Renfe y el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible se está exigiendo que sea "responsable de todo el proceso de homologación y certificación de los trenes". "Únicamente cuando Talgo confirme de forma fehaciente las entregas de los S-106, sin deficiencias, Renfe confirmará la futura puesta en servicio comercial de estos trenes y posteriormente iniciará la venta de los nuevos billetes", incidieron desde al Departamento de Óscar Puente.

Penalización

Los retrasos pueden acarrear a Talgo un ulterior problema económico del que todavía no se sabe su magnitud. Renfe le ha reclamado 116 millones de euros por el retraso en las entregas, si bien fuentes cercanas a la compañía citadas por "El Economista" aseguran que pedirá otros 50 millones más por los perjuicios que le ha ocasionado no poder comenzar a operar en los corredores a los que está destinado el Avril. El año pasado, Urquijo afirmó que daba por descontado que tendrían que negociar y llegar a un acuerdo con Renfe sobre la reclamación. Sin embargo, Urquijo aseguró a los inversores que, sobre este asunto, ahora mismo no hay novedades al respecto. Si la reclamación se va a la vía judicial, algunas fuentes creen que podría alargarse al menos hasta el año 2027.