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Análisis

¿Boicot a Musk? Tesla paga el pato de su alianza con Trump, aunque no es el único motivo de su caída

La automovilística no sólo sufre por la actividad política del empresario sino por la mayor competencia, las menores ayudas y el relanzamiento de su Modelo Y, el más vendido

Elon Musk hizo dos veces el saludo nazi en la fiesta de Trump AFP

A los negocios deElon Musk, al menos al de los coches eléctricos, no le está sentando lo que se dice bien su alianza con Donald Trump y el giro político que ha imprimido a su vida pública. Aunque es difícil determinar en qué medida los intentos de intromisión de Musk en la política de países como Reino Unido o Alemania han sido los causantes de la caída de las ventas de Tesla en Europa, lo cierto es que su desplome ha llegado tras estas injerencias.

Según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), las ventas de vehículos de Tesla en la UE descendieron un 50,3% en enero de 2025. Un derrumbe que ha contrastado con el comportamiento global del mercado, pues las ventas de coches eléctricos se dispararon un 34% en la UE en ese mes.

Las caídas de Tesla han sido generalizadas en todos los mercados, llegando incluso al 75% en el caso de España y superando el 60% tanto en Francia como en Alemania. Lo ocurrido en el mercado germano es especialmente relevante para Tesla porque la compañía tiene allí una fábrica. Una circunstancia que no ha parecido importar a Musk, que se ha mostrado abiertamente partidario de la formación de ultraderecha Alternativa para Alemania. El fundador de Tesla organizó un debate con la líder del partido, Alice Weidel, en X el 9 de enero en un intento de impulsar al partido antiinmigración y prorruso que ha sido la segunda fuerza más votada. Musk ha llegado incluso a decir que son «la salvación» para Alemania, algo que ha indignado a buena parte de la clase política y la población de este país.

Sus acciones han caído del máximo de 478 dólares que tocaron en diciembre a menos de 300 dólares

Musk ya había caldeado los ánimos de otros país europeo, Polonia, cuando en el acto de toma de posesión como presidente de Trump hizo un gesto que algunos interpretaron como un saludo nazi, lo que provocó el surgimiento de una campaña llamando al boicot de la compra de Tesla.

El empresario también pidió el encarcelamiento del primer ministro británico, Keir Starmer, el mes pasado mientras abogaba por la liberación de los activistas de extrema derecha encarcelados. En Reino Unido, las ventas de Tesla han retrocedido un 8% en el arranque de año, frente al incremento del 21% de la venta total de vehículos eléctricos en el país.

Pero el retroceso de ventas de Tesla no se está dando solo en Europa. En Estados Unidos, hay puntos como el estado de California, de marcado perfil demócrata, en los que han caído un 11,6% en enero, frente a la subida del 1,2% del mercado, según los datos de la Asociación de Vendedores de Coches Nuevos de California. El sentimiento de rechazo de ciertos sectores hacia los Tesla tras los últimos posicionamientos de Musk es tal que, según un reciente estudio de la organización sin ánimo de lucro EV Politics Project, entre los compradores que dicen que están buscando comprar un vehículo eléctrico en EE UU, Tesla tuvo las peores calificaciones de aceptación de todas las marcas.

Strategic Vision, firma de investigación con sede en San Diego que encuesta a decenas de miles de consumidores semanalmente, también aseguró en enero que casi dos tercios de los potenciales nuevos compradores de automóviles dicen que definitivamente no considerarían un Tesla como su próximo vehículo, frente al 48% que opinaban tal cosa en 2023.

«Las opiniones sobre Elon Musk han empeorado según las afiliaciones políticas. Los demócratas claramente se muestran escépticos sobre la posibilidad de «entregar datos gubernamentales a un multimillonario no electo», mientras que muchos republicanos parecen apoyar a DOGE –el plan de recortes en la Administración americana que lidera Musk–, o al menos «están contentos con el apoyo de Musk a Trump», aseguró hace unos días Stephen Gengaro, analista de Stifel, en una nota. Desafortunadamente para Tesla, la mayoría de los futuros propietarios de vehículos eléctricos son demócratas, añadió. También en China, un mercado crucial para la compañía del magnate al representar un tercio de su facturación, el año no ha arrancado bien y las ventas han caído un 11,5%.

Aunque la imagen de Musk y el rechazo que genera entre ciertos compradores expliquen en parte este retroceso en las ventas de Tesla, no lo hacen por completo pues, de hecho, ya cerró un flojo 2024 con su primer retroceso en las entregas. En el caso de Europa, competidores como Volkswagen, Renault o Stellantis han aumentado la oferta de vehículos eléctricos empujados por la creciente presión regulatoria que les obliga a ello. Este año, los fabricantes europeos tendrán que cumplir con objetivos de emisiones de carbono más estrictos en la UE. También tendrán que cumplir con cuotas de ventas de cero emisiones cada vez más altas en el Reino Unido, lo que podría intensificar aún más el panorama competitivo para Tesla.

Ventas de TeslaA. CruzLa Razón

A esto se suma, además, la creciente presión que están ejerciendo en todo el mundo los fabricantes chinos, cada vez más asentados y con productos más competitivos. Prueba de ello es que en el periodo de julio a septiembre, el gigante chino de los automóviles eléctricos BYD obtuvo ingresos de 28.000 millones de dólares, superando los 25.000 millones de Tesla. Un hito histórico para el fabricante con sede en Shenzhen, que vendió una cifra récord de 1,1 millones de vehículos eléctricos (VE) e híbridos enchufables en estos tres meses.

Tesla, además, está lidiando con sus propios problemas internos. La compañía está ahora mismo cambiando las líneas de producción de su vehículo más popular y vendido, el todoterreno Modelo Y, que relanzará el primavera actualizado. La cuestión para Tesla será comprobar si este movimiento será suficiente para levantar las alicaídas ventas del fabricante –en el sector se especula a que muchos compradores están esperando a que salga al mercado– o sus problemas persisten.

A la espera de ver qué ocurre, las que están sufriendo la caída de ventas son las acciones de la compañía. Desde que tocaron máximos el 17 de diciembre rozando los 478 dólares, los títulos de Tesla no han hecho más que retroceder y ahora no llegan ni a los 300 dólares.