Cataluña es la región con el IRPF más alto para las rentas medias y bajas

La comunidad creó cuatro nuevos impuestos propios en el año del «procés» y es la que más tiene de todo el país.

Cataluña es la región española donde los contribuyentes con rentas medias y bajas pagan más por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Según un estudio del Consejo General de Economistas, la comunidad autónoma es la que más penaliza fiscalmente las rentas del trabajo de entre 16.000 y 30.000 euros brutos anuales. Entre 45.000 y 70.000 euros, Extremadura es la autonomía con los impuestos más elevados. A partir de 110.000 euros hasta los 600.000, es la Comunidad Valenciana la que más grava las rentas del trabajo. Por el contrario, la Comunidad de Madrid es la que tiene el IRPF más bajo de toda España en todos los tramos. Quedan excluidos de este estudio el País Vasco y Navarra, al no formar parte de la llamada caja común.

De esta manera, un contribuyente soltero, sin hijos, menor de 65 años y sin ninguna discapacidad ni otras circunstancias especiales, que tenga unas rentas del trabajo de 30.000 euros brutos al año, pagaría en Cataluña 5.103 euros en concepto de IRPF. Sin embargo, si el mismo contribuyente estuviese en la Comunidad de Madrid, los impuestos ascenderían a 4.830 euros. Es decir, 273 euros menos que en Cataluña para una renta media.

En el caso de las rentas más bajas, hasta 12.000 euros no se paga nada por IRPF. En el caso de un contribuyente que gane 16.000 euros, la diferencia entre Cataluña y la Comunidad de Madrid es de casi 177 euros. En el otro extremo, en el tramo más alto de 600.000 euros, en la Comunidad Valenciana la cuota de IRPF sería de 273.789 euros, frente a los 249.525 euros de Madrid, lo que supone una diferencia de más de 24.000 euros.

Además, Cataluña es la comunidad autónoma que más impuestos propios tiene, con 18. De ellos, tres han sido declarados inconstitucionales, uno está pendiente del Tribunal de Justicia de la Unión Europea y cuatro son de nueva creación este año. En total, en España hay 82 impuestos autonómicos propios, buena parte de ellos medioambientales, que apenas suponen un 2,2% de la recaudación tributaria. En Cataluña, esta cifra se eleva hasta el 3,2% de los ingresos.

Para el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, «los impuestos propios son una jungla inexpugnable y recaudan importes relativamente poco significativos», siendo «poco efectivos». Además, «la parte del león en fiscalidad medioambiental corresponde a los Impuestos Especiales sobre hidrocarburos y energía, ya que juntando estas partidas, la tributación medioambiental en España alcanza el 5,4% de los ingresos tributarios, cifra que, estando por debajo de la media de la UE (6,1%), supera a países como Francia o Alemania». Sobre la gran cantidad de tributos en Cataluña, Pich señaló que «no es una buena carta de presentación que haya tantos impuestos» y criticó la «opacidad» a la hora de conocer la recaudación de un impuesto, pese a que debería ser un dato público que debería estar disponible.