CC OO recurre al ERE pese a sus 47 millones de patrimonio

El patrimonio neto del sindicato Comisiones Obreras se incrementó durante la segunda legislatura socialista hasta los 47,1 millones de euros. En concreto, hasta 2011 aumentó un 1,83% pese a la reducción de los ingresos por afiliación, la drástica caída de las ayudas –especialmente tras la llegada del Partido Popular al Gobierno– y los crecientes gastos de personal, que representan el 55,66% de los ingresos por cotización, elevándose por primera vez por encima del 50%.

De 2009 a 2011, el sindicato vio cómo su patrimonio crecía en casi un millón de euros, desde los 46,2 millones a los 47,1 gracias, sobre todo, a la mayor disposición de fondos propios, que engordaron en 800.000 euros.

La constante caída de los activos en estos tres años (-22,83%) se ha visto compensada por una reducción aún mayor de la deuda (-43,09%), lo que ha permitido a Toxo presentar un patrimonio neto saneado.

La memoria económica de actividad de la mayor central de clase del país por número de delegados muestra también resultados positivos en los tres primeros ejercicios de Ignacio Fernández Toxo, quien resultará reelegido mañana como secretario general tras la apertura ayer del 10º Congreso Confederal.

La variación en los resultados en este periodo es del 28,89%, desde los 328.296,7 euros hasta los 423.130,2 euros. Sin embargo, a pesar de presentar un patrimonio neto de 47,1 millones a cierre de 2011, este sindicato ha aplicado expedientes de regulación de empleo a más de 300 trabajadores, principalmente aplicados a los empleados vinculados a los cursos subvencionados de la Fundación Formación y Empleo (Forem). Buena parte de estos trabajadores han sido despedidos con la indemnización mínima contemplada en la reforma laboral –20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades– a pesar de la campaña de Toxo y de Cándido Méndez, secretario general de UGT, contra la nueva legislación laboral.

En su repaso de la crisis, Toxo recordó en la apertura del congreso que, en su primer año, la reforma laboral ha provocado que haya 850.000 parados más, que la tasa de paro esté en el 26 % y la de los jóvenes, por encima del 55%, pero evitó citar a los compañeros de su propio sindicato damnificados por esa misma reforma.

«Diga lo que diga la propaganda oficial», la reforma laboral ha venido a «facilitar y abaratar» el despido, remarcó.

Ajeno a la política de recortes practicada por su propio sindicato, Toxo manifestó que CC OO tiene que ser el «cauce» que convierta a España en un «clamor contra la injusticia» que se vive por las políticas de recorte del Gobierno en materia social y laboral.

El secretario general de CC OO, que aspira a que no haya ninguna otra candidatura que rompa la unidad del sindicato, alentó a las bases a calentar el próximo 10 de marzo para lograr la mayor movilización posible en toda España contra los recortes. Asimismo, los días 13 y 14 de marzo, convocados por la Confederación Europea de Sindicatos (CES), los ciudadanos de la Unión Europea deben volver a salir de las calles porque «esta pelea no es sólo española, es europea», dijo.

Una de las mayores ovaciones de su intervención llegó cuando abordó en su discurso los últimos casos de corrupción. Toxo advirtió de que la corrupción ha alcanzado cotas de «verdadera alarma social» y que los ciudadanos ya no tienen «estómago» para tolerarlo más tiempo mientras que a ellos les recortan salarios, derechos y servicios esenciales.

Méndez, obsesionado con Merkel

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, aseguró ayer en la sesión de apertura del 10º Congreso de CC OO que la canciller alemana, Angela Merkel, a la que calificó como «la tutora de Mariano Rajoy en materia de recortes», ha desautorizado el discurso del presidente del Gobierno durante el Debate sobre el Estado de la Nación. En declaraciones recogidas por Efe, Méndez insistió en que los «sacrificios» que se están acometiendo en España van a ser «inútiles» y consideró que las palabras de Merkel le dan la razón. La canciller alemana admitió el pasado miércoles que la apreciación del euro puede lastrar los esfuerzos de los países en crisis por mejorar su competitividad.