Empresarios
CEOE y Foment claman contra la "unilateralidad" del Gobierno y le reclaman que "dialogue más"
Antonio Garamendi y Josep Sánchez Llibre defienden el papel de los empresarios en el diálogo social y reclaman que los "problemas de las empresas no pueden resolverse sin ellas"
Mensaje alto y claro de los empresarios españoles en el seno del Congreso de los Diputados. "Los problemas que afectan a las empresas no pueden ser afrontados sin nuestra participación" ni tampoco quieren que "se decidan de forma unilateral medidas como la subidas del SMI o la reducción de jornada, porque es una "involución del diálogo social". La primera declaración ha llegado del presidente del la patronal catalana Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, y la segunda del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que durante su intervención inicial en el acto 'Economía Española y Democracia: Crear, Crecer, Compartir' organizado por la Sociedad Barcelonesa de Estudios Económicos y Sociales (SBEES) y ante la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, han cargado contra la actitud del Ejecutivo y de algunos de sus integrantes, "a los que pedimos que se nos escuche, que se dialogue más", recriminó Garamendi.
Sánchez Llibre hizo una defensa a ultranza de la figura del empresario y de las empresas como "un motor imprescindible para el crecimiento y estabilidad de toda la sociedad". El presidente de Foment ha alertado sobre la complejidad de los problemas que afectan a las empresas, "que no puede ser afrontada sin nuestra participación y sin el reconocimiento social que merece", en clara referencia a las decisiones unilaterales que el Gobierno ha tomado por ejemplo con las subidas del SMI o la reducción de jornada y a los ataques de parte del Gobierno contra los empresarios.
Por ello, defendió con vehemencia que "desde aquel no tan lejano 1977, tanto CEOE como Foment del Treball han ido consolidando un modelo patronal eficiente y muy útil para todo el tejido productivo español, desde el pequeño autónomo, a pymes y grandes empresas". En este sentido, mostró su convencimiento de que "los empresarios hemos de estar presentes en el debate de las ideas, y más en un mundo tan complejo". Y también en Europa, sobre la que alertó que está ante "una difícil encrucijada, que nos obliga a reflexionar y a actuar. En éste sentido hago mías unas palabras de Luca de Meo pronunciadas en un debate sobre el futuro de Europa, entre China y los Estados Unidos con los aranceles de por medio. Luca de Meo afirmó que el problema más grave que tiene Europa es la constante pérdida de poder adquisitivo de las clases medias. Coincido plenamente con este diagnóstico, que afecta muy directamente a España".
En su defensa del empresariado español, Sánchez Llibre ha incidido en que "los empresarios tenemos la obligación de ayudar a reformar en profundidad de nuestro sistema capitalista para devolver a la sociedad europea la confianza en el presente y en el futuro, hoy muy deteriorada. Es imprescindible recuperar valores que nos permitan un nuevo pacto social en Europa que fortalezca nuestro sistema de convivencia". Para ello se atrevió a afirmar que "es necesario analizar si la actual proporción entre salario y dividendo es la más adecuada. Nunca es atrevido esforzarse para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos".
Por su parte, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, cargó contra directamente contra la posición "unilateral" que ha adoptado la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la mesa de negociación de la subida del salario mínimo o la reducción de la jornada laboral hasta las 37 horas y media semanales y ha exigido un "más diálogo en asuntos fundamentales.
El presidente de la patronal mostró su preocupación por la "involución" del diálogo social, señalando al Gobierno como culpable de que las últimas medidas que afectan directamente a las empresas "se han aprobado sin la parte que las representa". Por ello, Garamendi incidió en la importancia de que el diálogo social esté presente en negociaciones de este tipo porque, por norma general, si los sindicatos y las patronales llegan a consensos "se produce una mejora de los ingresos laborales y de los salarios". "Pedimos que se escuche, que se dialogue más, que se negocie con respeto y lealtad institucional hacia las empresas". Asimismo, ha advertido de que cuando el diálogo es "unilateral" y "excluyente", sólo existe un "monólogo sin perspectiva, sin consenso y sin aspiraciones comunes", concluyó.