Inversiones

Las claves de la semana del 3 al 7 de junio de 2024 para invertir en Bolsa

En Europa, existen grandes dudas sobre lo que pasará a partir de junio. La subida en los salarios, el repunte de la inflación general o la mejora de la actividad económica son algunos de los principales motivos para mantener los tipos más altos durante un mayor periodo de tiempo

Vista general del parqué madrileño de la Bolsa
Vista general del parqué madrileño de la BolsaAltea TejidoAgencia EFE

Los datos macroeconómicos mantienen una evolución muy volátil, fuera de cualquier tendencia por lo que hace realmente complicado el analizar o predecir los siguientes pasos de los bancos centrales.

En el caso de Europa, existen grandes dudas sobre lo que pasará a partir de junio. Por un lado encontramos la subida en los salarios, el incremento de la masa monetaria, el repunte de la inflación general, la mejora de la actividad económica y la existencia de posibles shocks externos que impulsen las materias primas como principales motivos para mantener los tipos más altos durante un mayor periodo de tiempo, sin olvidarnos de la presión inflacionaria que ejercería una posible debilidad del euro. Aunque en marzo de 2016, a pesar de un primer movimiento a la baja, el euro acabó fortaleciéndose hasta un 5% contra el dólar, pocas semanas después.

Por otro lado, los servicios han empezado a desacelerar, la productividad no ha mejorado al nivel de EE UU, las últimas encuestas del BCE al consumidor estiman una inflación más baja en el medio plazo, y la economía ha mejorado pero sigue en una situación muy delicada, con niveles de deuda incontrolables que pueden provocar una rebaja en la calificación de su deuda, como ha ocurrido en Francia.

El riesgo para el BCE es que la medida de esta semana pueda parecer un error si la inflación de la eurozona sigue alejándose de su objetivo del 2% y la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra esperan antes de comenzar a recortar los tipos de interés. Los datos serán los que marquen el camino del mercado, pero en nuestro escenario actual seguimos viendo dos recortes de tipos en 2024.

Mientras en EE UU, entramos en el mes de junio, coincidente con el año electoral, que suele ser de los mejores del año. Desde 1950, cuando asistimos a un año electoral, el S&P 500 ha subido el 77,8% de las veces entre el 30 de abril y el 31 de octubre, lo que es mejor que en cualquiera de los otros tres años del ciclo presidencial.

Desde las cifras de empleo del mes pasado, otros datos económicos han apuntado a una desaceleración económica. Principalmente preocupante ha sido la caída en el PIB, y el consumo personal. La tasa de ahorro se encuentra ahora en su nivel más bajo en los últimos 16 meses, ya que los hogares han agotado en su mayor parte el dinero extra que guardaron durante la pandemia. Muchos estadounidenses dependen cada vez más de las tarjetas de crédito y otras fuentes de financiación para respaldar sus gastos.

Estos factores ayudan a explicar por qué el gasto real -que excluye el impacto de la inflación- cayó en abril, y los consumidores gastaron menos en automóviles, restaurantes y actividades. Dado que el mercado laboral también se está enfriando, empresas como Best Buy, han notado un cambio en los últimos meses a medida que los compradores cambian a marcas más baratas.

Las dudas sobre los siguientes decisiones de la FED siguen incrementándose. Después de los mínimos de 2022, los tipos de interés reales siguen subiendo y se acercan a unos niveles que no trae buenos recuerdos, dado que la última vez que estuvieron en una situación similar fue en 2008, y previamente aunque algo más altos, en el año 2000 y en 1989.

El entorno es todavía más complicado para la renta fija. En estos momentos, sólo vemos interesante los tramos más cortos de la curva. Creemos que el spread actual de los bonos corporativos no ofrece el diferencial que creemos que debería cotizar dados los riesgos existentes. En los tramos más largos, hemos visto la semana pasada la decepción en las subastas de los bonos americanos, ante la falta de demanda, dado que los inversores esperan conseguir rentabilidades más altas.

En materias primas, la actual consolidación puede generar puntos atractivos de entrada. Seguimos viendo la plata como la mejor alternativa de inversión de entre todas ellas.

Eventos destacados de la semana

  • Dos eventos tendrán el principal protagonismo durante esta semana. Por un lado en Europa, tendrá lugar una nueva reunión de política monetaria del BCE, en lo que todo el mundo descuenta que será su primer recorte de tipos desde el año 2016.
  • El otro gran evento serán los datos de empleo en EE UU, en la que los inversores prestarán especial atención para ver si la desaceleración de abril fue algo pasajero. Se espera que las nóminas no agrícolas hayan aumentado en 180.000 en mayo, en línea con un aumento de 175.000 el mes anterior, lo cual podría sugerir que el mercado laboral finalmente podría estar decayendo después de meses de resiliencia frente a las altas tasas de interés.
  • Aunque con menor relevancia que lo previamente descrito, el lunes se publicarán datos sobre la actividad manufacturera tanto en EE UU como en Europa, mientras que el miércoles conoceremos la evolución del sector servicios. Ambas variables son muy importantes en estos momentos del año, y cualquier dato puede tener gran repercusión en los mercados, principalmente si rompe al alza o a la baja el nivel de 50. Tras la rebaja de calificación de Francia y la tendencia en el resto de datos macroeconómicos que ha ido reportando, podría ser el principal foco de atención de la zona común.