Rescate a Grecia

El cáliz de Tsipras: privatizaciones, recortes y el fin de las subvenciones

El ala roja de Syriza se opondrá otra vez a los ajustes asumidos por el líder griego

El primer ministro griego, ayer en Atenas, durante una comparecencia en el Ministerio de Infraestructuras
El primer ministro griego, ayer en Atenas, durante una comparecencia en el Ministerio de Infraestructuraslarazon

Fumata blanca. Los miembros de la zona euro se reúnen mañana en un encuentro extraordinario en Bruselas para dar luz verde al nuevo contrato que debe firmar Grecia con sus acreedores internacionales durante los próximos tres años por un importe máximo de 86.000 millones de euros, aunque todavía se desconoce la cuantía que está dispuesto a aportar el Fondo Monetario Internacional. El organismo multilateral sigue enfrascado en las negociaciones técnicas, pero podría retrasar a otoño su desembolso del primer tramo del rescate.

Antes, el Parlamento heleno tiene que aprobar hoy de forma urgente una serie de leyes consideradas indispensables para el desembolso del primer tramo de ayuda, cifrado en 24.000 millones de euros, entre las que se incluyen reformas en las pensiones, eliminación progresiva del régimen fiscal especial del que disfrutan los agricultores en la compra de queroseno e impuesto sobre la renta, reforma de la Administración y fin del sistema tributario especial con el que cuentan las islas griegas, entre otras.

Algunas de estas propuestas son líneas rojas para el Gobierno de Alexis Tsipras, que se ha visto obligado a abjurar de buena parte de sus promesas. A pesar de que este giro podría plantear problemas en el seno de su partido, las dos partes ven el preacuerdo como un éxito auspiciado por un nuevo clima de entendimiento. «La atmósfera ha cambiado, la troika ha tenido acceso a todos los ministerios», reconoce una fuente diplomática europea.

Antes de la convocatoria de este Eurogrupo extraordinario, las diferentes delegaciones nacionales tuvieron acceso al acuerdo técnico suscrito entre Grecia y la troika a las nueve y media del martes. Asimismo, ayer se celebró una videoconferencia en la que participaron los «números dos» de economía de los Veintiocho.

En el memorándum que previsiblemente se aprobará este viernes, los acreedores dejan negro sobre blanco no sólo las acciones a corto plazo sino también la nueva batería de medidas que se deberán tomar en otoño. Éstas son algunas de las claves del memorándum:

Pensiones

Retraso progresivo de la edad de jubilación hasta los 67 años con 2022 como fecha tope para la implantación de esos 67 años (la legislación actual tras la reforma del Gobierno de Antoni Samaras da margen hasta 2027). También se abre la puerta a la jubilación a los 62 años tras 40 años de cotización, exceptuando las profesiones consideradas de mayor desgaste físico. Este apartado tiene que ser legislado en el Parlamento heleno durante la jornada de hoy. A medio y largo plazo, el Gobierno griego se compromete a la eliminación gradual de los complementos salariales para las pensiones más bajas (EKAS) con su fin en 2019. Asimismo, para finales de este año, Atenas deberá integrar todos los fondos de la Seguridad Social en una sola entidad para conseguir una caja común que puede estar operativa a finales del año que viene.

Fiscalidad

Se exige a Atenas que termine con el IVA reducido de sus islas a finales de 2016. Además, Bruselas no descarta pedir a Grecia otro presupuesto adicional en octubre de este año en el que muestre su compromiso con las metas de déficit fiscal.

Privatizaciones

Atenas deberá anunciar fechas vinculantes sobre las licitaciones de los puertos de Pireo y Tesalónica, y de la red de ferrocarriles para final de octubre de 2015. Además, las autoridades griegas deberán tomar «pasos irreversibles» para la venta de los aeropuertos regionales a la actual empresa concesionaria en los términos actuales. A medio plazo se debe establecer un nuevo fondo fiduciario por valor de 50.000 millones que puede actuar como aval bancario supervisado directamente por las autoridades europeas. Un grupo de trabajo independiente identificará las diferentes opciones entre las que se contemplan las privatizaciones, pero también «otros medios». Esto último es una concesión a Grecia ante las suspicacias levantadas por una posible venta masiva de activos a empresas internacionales en un momento de rebaja de su valor.

Calendario del déficit

Atenas estaría obligada a alcanzar un déficit primario (descontado el pago de los intereses de la deuda) del 0,25% este año frente al 1% de superávit pactado anteriormente. El año que viene, su superávit primario debería situarse en el 0,5% y en el 1,75% para 2017. La troika ha establecido esta nueva senda de reducción del déficit, más suave que la pactada hasta ahora, teniendo en cuenta el empeoramiento de la economía griega tras el corralito bancario. El escenario que manejan los técnicos europeos es la vuelta paulatina al crecimiento a partir del año 2016 con las siguientes previsiones: recesión de 2,3 puntos en 2015, contracción de 1,3 el año que viene, crecimiento de 1,7% en 2017 y del 3,1 en 2018.

Bancos

Las entidades griegas serán recapitalizadas con 10.000 millones de euros antes de finales de año. Los depositantes de más de 100.000 euros no deberán asumir quitas, tal y como sucedió con Chipre.

Hombres de negro en octubre

Los acreedores internacionales de Grecia llevarán a cabo el próximo mes de octubre una primera evaluación de los progresos del país heleno en la implementación de las reformas exigidas y el cumplimiento de las condiciones contempladas en el Memorándum de Entendimiento (MoU) para el tercer rescate griego. «Habrá una primera evaluación de las medidas en octubre», declaró a la agencia Reuters una fuente diplomática europea.