El FMI avisa de que el déficit de España se desviará en 12.000 millones

El Fondo prevé que se sitúe en el 2,3% del PIB para este año, un punto por encima del objetivo de estabilidad presupuestaria del 1,3%.

Prácticamente todas las instituciones indican que España incumplirá el objetivo de déficit del 1,3% del PIB para 2019. Esta vez, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha sido el que ha lanzado su pronóstico, que sitúa el déficit en el 2,3% para finales de este año, un punto por encima de la meta, lo que implicaría un desvío de 12.000 millones de euros, según indica el organismo en su «Monitor Fiscal». El Fondo estima que el dato se mantendrá también el año que viene.

Por otro lado, un día después de vaticinar el frenazo económico mundial, el FMI alerta a las economías avanzadas de que deben «prepararse para la próxima desaceleración». El Fondo recomienda fomentar la migración e incrementar los impuestos a los grandes patrimonios y a las herencias para lograr un crecimiento económico más equitativo. Tras la crisis económica, se ha puesto «menos énfasis en las reformas encaminadas a promover un crecimiento inclusivo a largo plazo mediante la adaptación a los cambios demográficos, el avance de la tecnología y la creciente integración mundial», ha explicado el organismo.

Concretamente, «la migración puede ayudar a aliviar las presiones fiscales en las economías envejecida». Respecto a incrementar progresivamente los impuestos, ha dicho que ayudaría a distribuir los beneficios de la tecnología y el comercio de forma más equitativa y asegura que implementar unos impuestos más altos para aquellos que cobren más genera unas «ganancias redistributivas que exceden los costes de eficiencia».

Para promover un crecimiento económico «más vigoroso», la entidad presidida por Christine Lagarde asegura que es «crítico» que los países prioricen el ahorro de costes«recortando derroches y frenando la corrupción». Explica, además, que «la eliminación de los subsidios a los combustibles» podría aumentar la recaudación cerca de un 4% del PIB, mientras que una gestión más eficaz de los activos del sector público podría incrementar el ingreso fiscal un 3% del PIB.