Inflación

España no es una excepción: la subida de los precios de los alimentos es similar a la del resto de países de la UE

El Banco de España asegura que su contribución a la inflación es más intensa por su mayor peso en la cesta de consumo

La preocupación por los precios de los alimentos no es exclusiva de España. En este caso, España no es diferente al resto de países que componen la eurozona dado que su evolución "no ha sido particularmente distinta" a la registrada en el área del euro, según ha puesto hoy de manifiesto el Banco de España en su informe "Evolución reciente de los precios de consumo de los alimentos en el área del euro y en España".

El análisis asegura que el reciente repunte de los precios de consumo de los alimentos ha sido "muy intenso tanto en España como en el área del euro. En particular, la inflación interanual de los alimentos se incrementó desde tasas inferiores al 2% en ambos casos durante la primera mitad de 2021, hasta el 13,6% en la Unión Económica y Monetaria (UEM) y el 14,2% en España en el último trimestre de 2022".

A pesar de esta evolución casi paralela, el efecto sobre la inflación que ha tenido el incremento de los precios de los alimentos es dispar dado el diferente peso de los alimentos en las cestas de consumo de los hogares de cada área geográfica. En particular, el Banco de España destaca que los alimentos representaban un 25,1% de la cesta de consumo española en 2022, significativamente por encima del 20,9% en el caso del área del euro. De este modo, añade, a pesar de la similitud en las tasas de variación interanual, la contribución a la inflación general fue de 3,6 puntos porcentuales (pp) en el caso de España en el cuarto trimestre de 2022, por encima de los 2,8 pp en el caso de la eurozona. En este sentido, combinando las tasas registradas en España con el peso en la cesta de consumo que tienen los alimentos en la eurozona, la contribución contrafactual resultante para el último trimestre del pasado año habría sido de 3 pp, en lugar de la contribución observada de 3,6 pp y en línea con la registrada en el área del euro.

Alimentos

A pesar del incremento generalizado de los precios de los alimentos, lo cierto es que el Banco de España recoge que ha sido especialmente intenso en el caso de algunos productos. En concreto, el organismo subraya que el incremento de precios que más destacó fue el correspondiente a los «Aceites y las grasas», que alcanzó un incremento interanual del 31,2% en el cuarto trimestre de 2022, tanto en el área del euro como en España si bien su contribución a la inflación general ha sido relativamente moderada, dado su peso reducido en la cesta de consumo.

En términos de intensidad en el repunte de la inflación, le siguen las clases de «Leche, queso y huevos», cuyos precios aumentaron un 23,6% en el área del euro y un 24,9% en España, y la clase de «Pan y cereales», cuyos precios aumentaron un 16,9% en el área del euro, 2,4 pp menos que en España. Dado el elevado peso de estos dos componentes en la cesta de consumo, su contribución conjunta a la inflación general ha sido particularmente intensa, de 1 pp en el área del euro y de 1,3 pp en España.

Por su parte, el Banco de España recoge que las «Legumbres y hortalizas» y las «Carnes» son la cuarta y la quinta clase de alimentos con mayores alzas en sus precios en el área del euro, y la quinta y la séptima en España conjuntamente han contribuido de forma significativa a la inflación general en ambas áreas geográficas -0,9 pp y 1,1 pp, respectivamente-, dado su elevado peso en la cesta de consumo en ambos casos.

De cara al futuro, el Banco de España destaca que dada la moderación recientemente observada en los precios de las materias primas, se espera una "cierta desaceleración" en los incrementos de los precios de los alimentos en el área del euro y en España. No obstante, advierte de que existe una "elevada incertidumbre" acerca de los efectos que pueda tener la sequía observada en Europa el pasado año sobre la producción agrícola y, por tanto, sobre los precios de los alimentos para este año. Además, reitera que la guerra en Ucrania representa también un foco de "elevada incertidumbre" desde el punto de vista de los precios de los alimentos, dada la relevancia de Rusia y Ucrania en los mercados mundiales de cereales.