Estímulos sí, estímulos no

Jeroen Dijsselbloem ya sabe que no es Mario Draghi. Que los inversores no están pendientes de lo que dice, aunque sí de lo que puede hacer por razón de su cargo. Ayer lo pudo comprobar en Madrid. Intervino en un foro a menos de cien metros de la Bolsa de Madrid, comentó que el sistema financiero español había mejorado mucho y ningún inversor se lo debió de creer a tenor del comportamiento del Ibex en la sesión. El principal indicador de la bolsa española se dejó ayer otro 0,81% y volvió a los niveles del día 14 arrastrado por la banca. Dos semanas de pérdidas y de nuevo, a 328 puntos del máximo. ¿Por qué? Porque los resultados bancarios siguen sin convencer al mercado (sólo faltan los del Popular ) y porque éste está más pendiente de la reunión que hoy inicia en Washington la Reserva Federal, la penúltima del año. El mercado teme que la Fed empiece a reducir la compra de bonos y recortar los estímulos a la economía estadounidense. Lo lleva avisando Bernanke desde hace tiempo, pero la votación de la anterior cita de mediados de septiembre hace temer lo peor. ¡Por favor, que diga algo Draghi!