Energía

Europa mira a España para blindar su soberanía energética ante Trump

Los operadores de redes europeos piden más interconexiones. La capacidad renovable española y el desarrollo del hidrógeno verde son claves para garantizar la independencia europea

Importaciones energéticas en la UE
Importaciones energéticas en la UEMiguel RosellóLa Razón

Europa se encuentra entre la espada y la pared. Atrapada entre las aguas turbulentas del gas y del petróleo, soltando amarras de la dependencia rusa y presionada ahora por la amenaza de aranceles estadounidenses y el temor a que una guerra comercial tensione los precios de los hidrocarburos.

En el pasado Foro de Davos la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, recordó a EE UU que las relaciones trasatlánticas son vitales tanto para Bruselas como para Washington y puso como ejemplo el del gas natural licuado (GNL), cuyas importaciones provienen en un 50% de EE UU.

Pero es que, el gas estadounidense supuso el 19,4% de todas las importaciones gasistas europeas, solo superadas por las de Noruega (30,3%), según los datos de la propia Comisión Europea correspondientes a 2023, que indican, además, que las importaciones de EE UU casi se han triplicado sobre las de 2021 para suplir las rusas, que ese año aún vendió un 8,7% del gas importado por Europa a través de gasoducto y un 6,1% del gas natural licuado.

Importaciones energéticas en la UE
Importaciones energéticas en la UEMiguel RosellóLa Razón

La situación en el tercer trimestre de 2024, apunta a que EE UU, con el 37,8% de las importaciones europeas de GNL, se mantendrá como principal proveedor muy por delante de Rusia (18,9%).

Europa es el mayor importador global de gas natural licuado, con Francia, España, Países Bajos, Bélgica e Italia como principales compradores. El gas no solo es crucial para calentar los hogares europeos (25,5% del uso) sino para generación eléctrica y de calor (32,4%) y la industria (24,1%).

EE UU, mayor suministrador de crudo

Respecto al petróleo, la dependencia de Estados Unidos ha corrido también pareja a las restricciones a las importaciones rusas.

En el tercer trimestre de 2024, Estados Unidos se mantuvo como principal suministrador, con el 15,2% de las compras de crudo europeas.

Pero es que en el caso de España, Estados Unidos cerró 2024 como como principal suministrador con una cuota incluso superior, del 15,9%, tras incrementar sus entregas un 17,7% respecto a 2023. El «sorpasso» en las compras de crudo llegó en 2023, cuando EE UU se convirtió por primera vez desde que hay registros en el mercado del que proviene la mayor cuota petrolera.

Ante esta fuerte dependencia de los vaivenes geopolíticos y arancelarios, Europa trata de acelerar en la electrificación de su economía, potenciando el desarrollo de fuentes renovables, del hidrógeno verde y la biomasa, todas ellas «autóctonas».

A tal efecto, la Red Europea de Operadores de Sistemas de Transmisión de Electricidad (Entso-e), ha elaborado un plan estratégico para modernizar y transformar la red eléctrica europea. Se trata de una hoja de ruta a largo plazo basada en un conjunto de escenarios aprobados por la Comisión Europea.

El documento que acaba de publicarse y está abierto a consulta pública desde el 31 de enero hasta el 14 de marzo, explica que los proyectos de infraestructura existentes abordan solo una parte de las necesidades identificadas. Así que argumenta que deben implementarse medidas para aumentar el ritmo de crecimiento y modernización de las redes.

En concreto, señala que para 2040 sería necesaria una nueva capacidad adicional transfronteriza de 108 gigavatios de potencia.

Y ahí es donde entra España y su desarrollo renovable. Porque el objetivo es reducir la dependencia de la generación de energía con alto contenido de carbono y de las importaciones de países no pertenecientes a la UE. Así, de aquí a 2040, cada euro invertido en la red eléctrica continental se traducirá en más de 2 euros ahorrados en costes del sistema.

Aunque el informe no está centrado en España, el elevado potencial en energías renovables (solar y eólica) lo posiciona como un actor clave en el esfuerzo continental por la descarbonización.

En este sentido será clave la ampliación y modernización de las interconexiones entre España y el resto de Europa es vital para aprovechar plenamente este potencial, permitiendo no solo un suministro seguro de energía, sino también una integración más eficaz de la energía renovable en el mercado eléctrico europeo.

La inversión en la modernización de la red en España repercutiría, además, en la competitividad y seguridad de la red europea, generando beneficios tanto económicos como ambientales.

El documento, que analiza 178 proyectos de transmisión y 33 de almacenamiento, y diversos escenarios energéticos que permitirían ahorros significativos y contribuirían a avanzar en la transición energética, remarca que «para 2050, una capacidad adicional de 224 GW en la red de transmisión transfronteriza y 540 GW en capacidad de almacenamiento sería económicamente eficiente».

Los operadores de redes eléctricas europeas consideran que la modernización y ampliación de las redes eléctricas en Europa no es solo una necesidad técnica, sino una inversión estratégica que impulsa la transición energética, mejora la eficiencia del sistema y garantiza la seguridad del suministro. Con un retorno de inversión que supera ampliamente el costo inicial, la transformación del sistema eléctrico se presenta como el camino más viable para cumplir con los ambiciosos objetivos climáticos y energéticos del continente.

Coordinación a 27 bandas

Asimismo, el plan alerta de los desafíos que comporta este proceso. Entre ellos, remarca la importancia de mantener los costes de transformación del sistema bajos, para lo que pide identificar inversiones inteligentes y una planificación coordinada a nivel europeo.

En este sentido, demanda una coordinación pan-europea ante la urgencia que supone integrar múltiples sistemas entre los 27 estados miembros. Un reto más que significativo en lo que respecta a la armonización de normativas y la agilización de los procesos de permisos.

Y es que para la adopción de nuevas tecnologías es esencial para gestionar la variabilidad de las renovables y optimizar la red, pero esto implica superar barreras técnicas y resistencias al cambio.

Por eso, se señala la importancia de otorgar permisos largos y la necesidad de cadenas de suministro eficientes, aspectos críticos que pueden retrasar el desarrollo de proyectos estratégicos como el que implica ampliar las interconexiones europeas.

El informe también identifica desafíos clave, incluyendo procesos de permisos prolongados y la necesidad de contar con cadenas de suministro resilientes y eficientes para satisfacer la creciente demanda de tecnologías para la red. «Superar estos desafíos requerirá un esfuerzo concertado de todas las partes interesadas para asegurar la entrega oportuna de proyectos de infraestructura críticos».