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Fibreship apuesta por materiales compuestos para la construcción naval
El proyecto, liderado por empresas españolas, busca minimizar el impacto medioambiental y el consumo de energía
El proyecto, liderado por empresas españolas, busca minimizar el impacto medioambiental y el consumo de energía
El proyecto FIBRESHIP abre una nueva puerta para la construcción naval de buques de gran eslora y apuesta por los materiales polímeros reforzados con fibra (FRP) en vez de por el acero. El objetivo es construir buques más ligeros a nivel de estructura y que tengan menor consumo de energía e impacto medioambiental. FIBRESHIP, que se encuentra dentro del Programa Marco de Investigación e Innovación de la Unión Europea Horizonte 2020, está financiado por la Comisión Europea con 9 millones de euros, siendo la previsión del coste total de 11 millones, lo que constata que se trata de uno de los proyectos europeos más ambiciosos e innovadores.
El papel de España en esta aventura es muy significativo ya que la empresa Técnicas y Servicios de Ingeniería (TSI) se encuentra a la cabeza del proyecto. Además, otras cuatro entidades nacionales están coliderando el desarrollo de FIBRESHIP: Centro Internacional de Métodos Numéricos (CIMNE), la empresa Compass Is, el Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el Centro Tecnológico Soermar. El consorcio lo integran 18 socios europeos de 11 países.
Desde el 24 de junio, el demostrador de FIBRESHIP se encuentra en el Astillero iXblue (Francia). Se trata de una parte de la estructura de un buque oceanográfico, con un peso de 20 toneladas y construida en su totalidad por materiales compuestos. Estamos ante el comienzo de lo que será la mejor alternativa para garantizar la sostenibilidad y la competitivad de la construcción naval en toda Europa. El demostrador, que se empezó a construir a finales de 2018 y que mide 11x11x8,6 metros, está conformado por distintos tipos de fibras y resinas, y servirá para comprobar los resultados de los estudios que se desarrollan en el proyecto, así como para garantizar la viabilidad del mismo. Por ahora, no solo se ha demostrado que a nivel técnico es posible, sino que también en el ámbito económico se han desarrollado métodos de construcción industrializables perfectamente reales. Detrás de este innovador demostrador hay una gran cantidad de estudios y ensayos experimentales que han tenido como objetivo encontrar los materiales y las conexiones más adecuadas para su construcción. FIBRESHIP no está descuidando nada y ya se han realizado comprobaciones mecánicas, simulaciones de comportamiento y ensayos de fuego, algo totalmente necesario al ser la primera vez que estos materiales se usan en un buque de estas dimensiones.
Alfonso Jurado es el coordinador del proyecto y durante la presentación del demostrador hizo hincapié en el desafío que supone embarcarse en este programa, en el que llevan trabajando casi dos años y que supondrá el primer marco de referencia a la hora de diseñar, construir y operar con embarcaciones de más de 50 metros de eslora construidas con materiales FRP. Jurado destaca que se abre un nuevo futuro en la industria de construcción naval, y que están trabajando por unir tecnología, innovación, sostenibilidad y aceptación por el mercado naval.
El coordinador también anunció que FIBRESHIP va a ser presentado ante la ONU, concretamente a la Organización Marítima Internacional (OMI), con el objetivo de mostrar ante este organismo la viabilidad del proyecto, demostrando que es posible y seguro utilizar materiales compuestos para la construcción de buques de grandes esloras. Las sociedades de clasificaciones, que velan por la seguridad de la navegación, y las organizaciones europeas más importantes sobre normativa naval que participan en el proyecto evalúan todos los aspectos de seguridad con la máxima precisión. El demostrador es el elemento perfecto para comprobar que FIBRESHIP sigue adelante. En unos meses se podrán presentar todos los planteamientos y procedimientos que en la actualidad se llevan a cabo, y ya estarán normalizados y certificados por las sociedades de clasificación.
Sustituir el acero, que hasta hoy ha marcado la construcción naval, por materiales compuestos supone un inmenso desafío técnico y normativo, pero FIBRESHIP avanza a toda velocidad y ya está un paso más cerca de ser una realidad.
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