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El Gobierno baraja retrasar la reforma fiscal ante la incertidumbre parlamentaria y pone en peligro el quinto pago de los fondos europeos

El pago de fondos europeos depende de este hito, por lo que no descarta pedir otra prórroga como con el cuarto

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, comparece ante la Comisión Mixta para la Unión Europea, en el Senado, a 4 de abril de 2024, en Madrid (España). El miembro del Ejecutivo ha informado, a petición propia, sobre los últimos avances relativos al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española, cumpliendo con el artículo 22 del Real Decreto-ley por el que se aprueban medidas urgentes para la modernización de la Administración Pública. 04 ABRIL...
Carlos CuerpoEduardo ParraEuropa Press

Con el cuarto pago de los fondos europeos en el aire tras el chasco parlamentario de la reforma del subsidio de desempleo, ya se empiezan a vislumbrar problemas para hacer frente a alas reformas comprometidas para el quinto pago. Pese a que el Gobierno asegura que España cumplirá "cuando toque" con la reforma fiscal comprometida con Bruselas en el marco del Plan de Recuperación, referente a ese quinto pago, fuentes gubernamentales reconocen que la inestabilidad política y la incertidumbre parlamentaria del Ejecutivo de coalición para lograr suficientes apoyos en el Congreso -tras la postura díscola de Podemos y la siempre complicada negociación con los independentistas catalanes- puede provocar que los objetivos marcados para cumplir con los siguientes hitos comprometidos tengan que retrasarse.

Y la reforma fiscal es uno de los hitos más destacados del quinto pago de los fondos europeos. Fuentes Ministerio de Economía aseguran que "todavía hay tiempo de sobra" para llevarla a cabo, por lo que "cuando llegue ese desembolso, por supuesto España cumplirá en tiempo y forma cuando le toque". Pese a ello, el Gobierno no es ajeno a las dudas que han generado en Bruselas la falta de apoyo que puede tener el Gobierno para llevar a cabo un reforma tan ambiciosa. Fuentes gubernamentales consultadas por LA RAZÓN aseguran que este toque de atención de la UE es sólo "es algo habitual y se hace con todos los países". Por ello, remarcan que el Gobierno sigue "trabajando en todas las reformas y cumpliéndolas en consonancia con el calendario temporal del plan y la correspondencia que tiene con sus distintos desembolsos".

Sin embargo, las mismas fuentes confirman que son conscientes de la inestabilidad en la que se mueve en la actualidad el Gobierno, con varias citas electorales clave en el horizonte a corto plazo, entre las cuáles será fundamental la cita en las urnas catalanas, porque del voto de las formaciones independentistas es clave para poder aprobar la comprometida reforma fiscal, que ahora mismo estaría en el alero con la actual capacidad de voto del equipo de Gobierno en el Congreso. "Sería absurdo no asumir que la reforma fiscal requiere de una negociación ardua y complicada que puede retrasarse más allá de la fecha límite del quinto pago, por lo que no descartamos pedir una prórroga en ese quinto pago como se ha hecho con el cuarto".

Un cuarto pago que tampoco está claro que se pueda cumplir y por el que España aún está negociando con Bruselas su recepción, por un importe de más de 10.000 millones de euros y ligado al cumplimiento de 61 hitos y objetivos. El pasado mes el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, y el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, con el plazo finalizado formalmente el pasado 20 de marzo, anunciaron la ampliación del plazo de evaluación de este cuarto desembolso por dos meses adicionales, para poder adaptar técnicamente algunos hitos y poder agilizar dicha evaluación por parte de la Comisión Europea. Aunque la Comisión Europea lleva meses evaluándolo este cuarto pago, el "volumen de estudio y las especificidades técnicas" siguen pendientes en el hito fundamental, el referido a la reforma del subsidio por desempleo, que decayó en el Congreso por el rechazo de Podemos.