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Guerra en el Gobierno por la entrada saudí en Telefónica: Díaz reclama que se pare la entrada en el accionariado

"Esta operación no puede continuar, así se lo he hecho llegar y así lo voy a defender", ha dicho la vicepresidenta segunda, en contraposición con Escrivá, que dijo que "¡qué bien que existan inversores tan importantes como los fondos soberanos en el mundo!". Calviño se limitó a decir que se "defenderán los intereses de España"

Yolanda Díaz ha irrumpido en tromba en la operación bursátil de la tecnológica saudí STC sobre Telefónica y lo ha hecho para pedir al Gobierno al que pertenece que frene la operación. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en funciones ha reclamado a la vicepresidenta económica Nadia Calviño que el Gobierno «no puede consentir» que la adquisición de una participación del 9,9% por un importe total de 2.100 millones de euros continúe. "Esta operación no puede continuar. Así se lo he hecho llegar y así lo voy a defender", ha señalado Díaz en declaraciones a los medios de comunicación antes de la presentación del libro 'Por una Constitución de la Tierra' de Luigi Ferrajoli.

Para la líder de Sumar, "Telefónica es una empresa estratégica para nuestro país y, como tal, cuenta con el manejo de lo más importante de nuestras vidas, que son los datos, no solamente es el petróleo del siglo XXI, es que todo radica en los mismos", ha insistido, antes de remarcar que España debe "pensar" en "cuáles son los sectores estratégicos del país, quién puede formar parte de los consejos de administración de esos sectores y cuáles son los límites. Desde luego trabajaré para que esta operación no se produzca".

Estas declaraciones se han producido 24 horas después de que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, celebrara en Bruselas el interés de fondos internacionales por empresas españolas tras asegurar que "¡qué bien que existan inversores tan importantes como los fondos soberanos en el mundo!" y celebrar que un fondo soberano como el de Arabia Saudí "apueste por España y las empresas españolas". Escrivá también defendió que "existen una serie de procedimientos y mecanismos para asegurar que es compatible con la autonomía estratégica de España".

El ministro defendió asimismo defendió la discreción con la que se ha llevado a cabo la operación, porque "estas cosas se hacen así", algo que "no debería sorprender porque las operaciones de mercado se hacen de forma discreta porque es como operan los inversores institucionales normalmente".

En cambio, hoy Díaz ha estimado que todos los países tienen reglas para los asuntos estratégicos del país y que también España tiene que pensar cuáles son sus sectores estratégicos, quién puede formar parte de los consejos de administración de esos sectores estratégicos y cuáles son los límites. A su juicio, "España tiene todavía mucho que hacer" para llegar a los niveles que necesita en materia industrial y en lo referido a los citados sectores estratégicos.

Telefónica es la principal inversión de Arabia Saudí en una empresa española y una de las más importantes de un país de Oriente Medio en una compañía del Ibex 35, solo comparable a la que con Iberdrola llevó a cabo el fondo soberano catarí Qatar Investment Authority (QIA), que se convirtió en su accionista más relevante con el 8,70% de la compañía. Una vez que se hizo pública la compra del 9,9 % de Telefónica por parte de la compañía saudí, Calviño se limitó a decir que el Ejecutivo aplicará todos los mecanismos necesarios "para defender los intereses de España", ya que Telefónica es una empresa estratégica para el país. Si el grupo saudí hubiera adquirido el 10% de Telefónica se habría activado el escudo antiopas del Gobierno, aprobado en plena pandemia ante el desplome bursátil para proteger a las compañías estratégicas españolas del posible interés de grupos extranjeros, en un principio extracomunitarios, y posteriormente, también europeos.