Familia

Ikea pagará 48 millones a los padres de tres niños aplastados por sus cómodas en EE UU

Los modelos afectados son las cómodas MALM de tres, cuatro, y seis cajones, así como los sinfonier de 5 y 6 cajones

Ikea pagará 48 millones a los padres de tres niños aplastados por sus cómodas en EE UU
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Los abogados de tres familias dicen que Ikea está de acuerdo en pagar 50 millones de dólares a los padres de los niños que murieron aplastados por los aparadores de la compañía que volcaban.

Ikea ha accedido a pagar 47,9 millones de euros (50 millones de dólares) a las familias de tres niños de Estados Unidos que murieron aplastados tras la caída de sendas cómodas de la línea Malm de la empresa sueca de decoración. De esta forma, los padres de los pequeños, de dos años de edad, dividirán en tres partes iguales el dinero acordado, después de dos jornadas de mediación privada por la juez jubilada de Estados Unidos, Diane Welsh.

En virtud del mismo acuerdo, el gigante sueco, cuyo portavoz ha evitado hacer declaraciones a los medios de comunicación, tendrá que hacer tres donaciones de 50.000 dólares a los hospitales de las zonas donde vivían los niños fallecidos y una de 100.000 a la Fundación Shane, una organización dedicada a la prevención y educación de los accidentes de caída de muebles en los hogares. Así las cosas, los ejecutivos de la empresa sueca evitan ir a juicio, donde tendrían que haber declarado bajo juramento si conocían el peligro de estas cajoneras para sus clientes y sus familias. Desde 2003, seis niños han fallecido y 17 han resultado heridos a consecuencia de un total de 41 accidentes ocasionados con este tipo de cómodas.

En cambio, fue en junio de este año, después de la muerte del tercer niño de este caso, cuando Ikea anunció que retiraría de sus tiendas un total de 35 millones de este tipo de muebles (29 de Estados Unidos y seis de Canadá).

Durante la mediación, los abogados de las tres familias estadounidenses de Washington, Minnesota y Pensilvania han mantenido ante la juez que estos muebles eran inestables y se volcaban con facilidad, debido a que el fabricante sueco había optado por no cumplir con las recomendaciones de seguridad.

Sin embargo, el equipo legal de Ikea recordó que su cliente recomendaba anclar el mueble a la pared, para lo que incluía en el empaquetado de las cómodas un conjunto de piezas e instrucciones para sujetar el mueble.