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Jubilados de élite

Los políticos son otra casta: un ex presidente pensionista de la Generalitat cobra al año 14 pagas de más de 6.000 euros y los ex presidentes del Gobierno una pensión vitalicia de más de 90.000.

Lagarde y Mas
Lagarde y Maslarazon

Los políticos son otra casta: un ex presidente pensionista de la Generalitat cobra al año 14 pagas de más de 6.000 euros y los ex presidentes del Gobierno una pensión vitalicia de más de 90.000.

En pleno debate sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones y su actualización de acuerdo a la evolución del IPC, los grupos políticos suelen obviar la cantidad de altos cargos del Estado, regiones y destinos en el exterior incluidos, que disfrutan de pensiones complementarias por la condición de sus pasadas ocupaciones. Al igual que los ex presidentes del Gobierno disponen de una pensión vitalicia que supera los 90.000 euros, sujeta a la pertinente retención de IRPF, además de dos puestos de libre designación, chófer, seguridad y gastos de oficina, hay centenares de ex altos cargos con beneficios, si no tan jugosos, al menos similares. Es el caso de algunos ex presidentes autonómicos, con pingües «pensiones» que pueden incluso traspasarse a sus cónyuges y familiares más próximos.

En Cataluña, la ley de abril de 2003 por la que el Parlament, a instancias de Jordi Pujol, otorgaba ciertos «privilegios» a los ex presidentes catalanes para «atender sus necesidades personales y políticas con la dignidad y el decoro que corresponden a las altas funciones ejercidas». Una dignidad y decoro que les permiten percibir a los ex presidentes regionales una asignación mensual equivalente al 80% de su retribución mensual que corresponde al ejercicio del cargo de presidente de la Generalidad, por un periodo equivalente a la mitad del tiempo que han permanecido en el cargo y, como mínimo, por una legislatura. Además,cuando llegan a la edad de 65 años, tienen derecho a una pensión vitalicia consistente en una asignación mensual igual al 60% de la retribución mensual que corresponde al ejercicio del cargo de presidente de la Generalidad. Esta pensión es incompatible con la asignación del 80%.

El cónyuge viudo no separado legalmente o el otro miembro de la pareja de un ex presidente o ex presidenta con derecho a pensión vitalicia tiene derecho, mientras permanezca en dicha situación, a percibir una pensión vitalicia equivalente al 50% de la pensión establecida. En el caso de muerte del viudo, la pensión beneficia en la misma cuantía a los hijos menores hasta la mayoría de edad. El sueldo del actual presidente de la Generalidad dobla en la actualidad al del presidente del Gobierno y alcanza los 147.000 euros.

Otras comunidades optan por otorgar cargos en consejos consultivos por periodos determinados que aseguran a los ex presidentes pingües honorarios durante el ejercicio de su función. Es el caso del Consello gallego al que acceden como consejeros natos los ex presidentes de la Xunta. Su incorporación puede producirse en cualquier momento, antes de los 75 años. Ejercerán su mandato por un periodo de seis años si sólo ejercieron el cargo durante una legislatura o menos, pudiendo permanecer hasta doce años en el Consello de haber superado los cuatro años como presidentes de la Xunta.

A la hora de jubilarse, los parlamentarios españoles gozaban de ciertos privilegios, como que todos los que reunieran una serie de requisitos tenían derecho a una pensión complementaria, así como a un complemento de ingresos y a una pensión de viudedad a sus parejas o a los hijos menores de 25. A pesar de que en 2011 se cerró el grifo de estas concesiones, a día de hoy 110 exparlamentarios se benefician de prestaciones económicas que llegan a superar los 3.000 euros al mes (más de 36.000 euros al año, al pagarse 12 mensualidades). El importe medio de estas pensiones complementarias es de 1.009 euros al mes. Casi medio centenar de exparlamentarios se benefician de la complementación de ingresos, cuya cuantía media es de 923 euros al mes. Además, 67 cónyuges viudos de exparlamentarios perciben una pensión de viudedad media de 959 euros al mes, aunque en algunos casos asciende hasta los 2.060 euros.

Estatuto de la Eurocámara

Por su parte, los diputados del Parlamento Europeo perciben un sueldo de 8.611,31 euros brutos al mes, que se quedan en 6.710,67 euros una vez deducidos los importes correspondientes, según el Estatuto único de los diputados de la Eurocámara. Todos los parlamentarios cobran la misma cantidad, pero en algunos estados este sueldo también está sujeto a los impuestos nacionales. Una vez cumplan los 63 años, los eurodiputados tienen derecho a una pensión del 3,5% de su salario por cada año completo de ejercicio del mandato, pero sin que el importe resultante supere el 70% de la asignación. Así, por una legislatura (de cinco años en el caso del Parlamento Europeo) la pensión ascenderá hasta los 1.174,36 euros limpios al mes, equivalente al 17,5% de su sueldo durante la actividad parlamentaria. Para acceder a la pensión máxima se deben completar 20 años de mandato, por lo que recibirían una prestación de 4.697,46 euros mensuales, una vez abonados los impuestos . Estas pensiones corren a cargo de la UE.

Los dirigentes de otras instituciones también disfrutan de complementos a su pensión con cargo a los organismos en los que han desempeñado su función, aunque sea por un corto periodo. Es el caso de los máximos representantes del FMI o el Banco Mundial. En los siete años y medio que Christine Lagarde lleva en el FMI ha acumulado alrededor de 2,6 millones de euros sólo con su salario; al margen quedan los 65.000 euros que recibe al año para gastos personales que no necesita justificar. Si Lagarde, que nada más estrenarse se subió el sueldo un 11%, dejara el cargo, tendría derecho a una pensión vitalicia. Asus 62 años, cobraría una «jubilación» de alrededor de 210.000 euros anuales (15.000 euros al mes,

Alrededor de 740.000 euros al cambio de la época se embolsó Wolfowitz al abandonar la presidencia del Banco Mundial en 2007. Wolfowitz recibió los 407.000 dólares correspondientes a su salario más otros 400.000 dólares como indemnización por ocupar el cargo durante dos años.