Finanzas
La banca arriesga hasta 10.000 millones con la rebaja del Impuesto de Sociedades
El recorte del impuesto al 25% reduciría el capital en activos fiscales de los bancos del Ibex hasta los 48.000 millones
La rebaja del tipo general del impuesto de Sociedades del 30% al 25%, una de las propuestas «estrella» de la Comisión Lagares, podría generar efectos colaterales en el sector financiero. Los siete grandes bancos del Ibex 35 arriesgan hasta 10.000 millones de euros en beneficios futuros procedentes de los más de 58.000 millones en activos fiscales diferidos (DTA) con los que se estima que contaban las entidades en sus balances a cierre del pasado ejercicio (ver gráfico), según ha podido saber LA RAZÓN de fuentes financieras.
Los DTA –impuestos procedentes de pérdidas contables pasadas, dotaciones por riesgo de deterioro de activos y diferentes saldos recogidos como gastos deducibles– permiten a las empresas (no sólo a los bancos) convertir en capital durante 18 años una parte, o su totalidad, de los tributos pagados por estas operaciones en Sociedades.
Actualmente, los bancos pueden recuperar a través de esta operativa, y anualmente, el 30% de la cantidad parcial o total de las provisiones y pérdidas contables pasadas que decidan utilizar. Si el tipo cae al 25%, el banco perdería un 5%, que en la práctica es el 16,6% del DTA. La sexta parte.
Con el tipo general actual, del 30%, los grandes bancos españoles podrían percibir los 58.000 millones de DTA que tienen en sus balances durante el plazo que les concede Economía para proceder a su conversión en capital. Algunas entidades como CaixaBank o CatalunyaCaixa, entre otras, ya han logrado ingresos «extra».
Si el tipo general cayera al 25% el año que viene, la cantidad de la que podrían beneficiarse las siete grandes entidades se reduciría hasta cerca de 48.000 millones de euros. Es decir, 10.000 millones menos que en el escenario actual.
El Ministerio de Hacienda estudia adoptar la rebaja impositiva de Sociedades, acompañada de un nuevo recorte en las deducciones del impuesto, con el objetivo de elevar la base imponible del tributo y acercar el tipo efectivo al tipo nominal. El comité de expertos presidido por Manuel Lagares recomendó la bajada del tipo general al 25% en una primera fase, y al 20% en una segunda en la que la economía española registrase crecimiento suficiente.
No obstante, según informaron a LA RAZÓN las mismas fuentes, algunas entidades han manifestado al gabinete de Cristóbal Montoro cierta inquietud por las posibles pérdidas en beneficios fiscales por DTA que sufrirían. Este mecanismo ha permitido que las pérdidas operativas de algunos bancos en 2013 se convirtieran en beneficios.
Ante la previsible rebaja de Sociedades a partir de 2015, algunos bancos estudian activar durante el presente ejercicio la totalidad de DTA que figuran en sus balances, con el objetivo de beneficiarse del tipo de 30% actual.
Otra de las opciones que manejan las mismas fuentes es que el Ministerio de Hacienda conceda una especie de «exención» a los DTA en la rebaja del impuesto de Sociedades, de forma que sigan disfrutando de un 30% de deducción independientemente de que el tipo general caiga a niveles inferiores. Es decir, que el cambio tributario no tenga efectos retroactivos en este particular beneficio fiscal.
De las grandes entidades, Banco Santander es el banco que más DTA tiene en su balance, cerca de 19.000 millones de euros a cierre de 2013. Bankia tiene unos 12.000 millones, y BBVA, 9.000 millones. Caixabank dispone de 8.900 millones; Banco Sabadell, de 5.600 millones Popular, de 3.200 millones y Bankinter, de 150 millones.
La compensación de los créditos fiscales diferidos sólo la pueden activar las compañías que tengan beneficios en los años posteriores al que hayan declarado pérdidas. Si durante los 18 años la compañía no lograse revertir la situación de insolvencia, los DTA se convertirían en «crédito directo contra la Hacienda Pública», según explicó el Banco de España.
El organismo también advirtió de que «la posibilidad de reintegración de los activos fiscales tiene un alcance limitado», pues cubre «aquellos que tengan la naturaleza de diferencias temporales y y hayan surgido por la dotación de provisiones».
Las claves
¿Qué son los activos fiscales diferidos o DTA?
El término DTA proviene de sus siglas en inglés, «Deferred Tax Assets», y comprende una serie de gastos que las entidades financieras deben reducir de sus beneficios pero que, por ley, hasta hace dos años, no podían desgravar en el Impuesto de Sociedades. En otras palabras, los bancos han estado abonando impuestos por encima de lo que deberían. Por este motivo, desde el Ministerio de Economía y desde Hacienda, se reconoció el derecho a las entidades a guardarse esos gastos y utilizarlos para reducir la cuantía de futuros impuestos.
El Gobierno aprobó un decreto en 2012 para resolver esta situación, ¿qué ha solucionado?
La consecuencia fundamental del decreto, aprobado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy hace casi dos años, fue que desde entonces la banca ha podido computar los activos fiscales diferidos como capital y no como gastos. En 2012, en pleno proceso de reestructuración del sistema bancario, las entidades españolas se vieron obligadas a provisionar activos considerados problemáticos. Un capital importante que provocó pérdidas generalizadas en el sector. En total, las entidades cuantificaron los costes en más de 50.000 millones de euros.
¿Están conformes los bancos con la previsible rebaja del tipo del Impuesto de Sociedades del 30% al 25%?
No. Las entidades consideran que en el caso de llegar a concretarse esta medida, les perjudicaría. El motivo es que una rebaja del Impuesto de Sociedades del 30% al 25% les haría perder cerca de 10.000 millones de euros, en el caso de las siete grandes entidades del Ibex 35. Una cantidad que ellos ya han tenido que provisionar en sus balances y que no les será restituida por el Estado.
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