Finanzas

La renta fija a largo plazo, principal víctima

La Razón
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Pese a que los depósitos bancarios irán recuperando, poco a poco, parte del atractivo perdido durante los últimos años, dos tercios de las gestoras sitúan el crecimiento del patrimonio en fondos en 2017 por encima del 7%. Según se desprende del Observatorio Inverco, los expertos apuntan a los inmuebles como el principal competidor de los fondos, por delante de los depósitos, los seguros de ahorro y la inversión directa en bolsa y renta fija.

El problema que se planteará cuando los tipos de interés vayan subiendo es que una de las alternativas más utilizadas por los ahorradores con pocos conocimientos financieros, los fondos de inversión de renta fija a largo plazo, pueden sufrir pérdidas muy fuertes. Aunque una rentabilidad del 0-0,50% para el ahorro sin riesgo era aceptada en un entorno de caída de precios, los ahorradores buscaban más y, sin conocer las consecuencias, compraban fondos de renta fija a largo plazo, pensando que el concepto «renta fija» les daba seguridad. Pues bien, Luis García Langa alerta de que «hay emisiones que caerán mucho de precio, pues el precio de la renta fija evoluciona de forma inversa a la rentabilidad».

Si aumentan las expectativas de subidas de tipos, estos fondos perderán más dinero cuanto mayor sea la duración de los bonos en los que invierten. Juan Gómez Bada, director de inversiones de Avantage Fund, aclara que los fondos de renta fija no perderán dinero en cuanto suban los tipos, ya que el alza del 0,25% estaba descontada. «Perderían dinero si aumentasen las expectativas de más subidas de tipos de las que descuentan hoy las curvas y ganarían si el mercado esperase que las subidas futuras fueran menores y más lentas. Si los tipos de interés de los bonos a largo plazo suben, los precios bajarán. Y al revés», matiza.

Las previsibles futuras subidas de los tipos provocarán pérdidas en los activos y fondos de renta fija. Los bonos se depreciarán con el aumento de las curvas a largo plazo. Además, Gómez piensa que los depósitos tardarán mucho tiempo en recuperarse y que seguirán casi al 0% durante años, pues los bancos se hallan mucho más capitalizados y pueden acceder a los capitales a tipos muy baratos. «No habrá guerra por captar pasivo. En dos o tres años será mucho más rentable un fondo monetario que un depósito», apostilla.

El Ibex digirió la decisión de la Fed reconquistando los 10.000 puntos. Las subidas de los tipos apenas perjudican a la inversión en renta variable, porque todavía son muy bajos en términos absolutos. Los repuntes de los precios obligarán a los ahorradores a movilizar su dinero para no perder poder adquisitivo, porque las tasas continuarán durante mucho tiempo por debajo de la inflación.

Si bien es cierto que, a corto plazo, se incrementará la preferencia por los productos de ahorro en detrimento de los de inversión, «en el largo plazo aumentará la tasa de ahorro y, por lo tanto, de la inversión». Simón Pérez, coordinador académico de EFPA España, considera que las futuras subidas de tipos en Europa propiciarían una salida de otras divisas y una entrada de euros en el mercado de divisas, así como caídas generalizadas en la renta fija europea que, a la postre, supondrían un incremento de las rentabilidades en los bonos, en los depósitos y, posteriormente, en las bolsas.

Los más perjudicados

Pérez corrobora que, sin lugar a dudas, los fondos de renta fija de EE UU serán los más perjudicados por el alza recientemente anunciada, pero advierte de que también afectará a todos aquellos denominados en dólares americanos, donde quizá se vea un incremento del valor de la divisa que puede compensar la caída.

El coordinador académico de EFPA España cree que, tras la subida de los tipos, veremos salidas (ventas) en el mercado de la renta fija en favor de los depósitos y de la renta variable. De igual modo, opina que se incrementará la preferencia por el largo plazo y por la divisa doméstica frente a la extranjera. Y en cuanto a recomendaciones se refiere, apostaría por fondos que hagan inversión negativa o a la baja en bonos, como el alemán, o por aquellos que tuvieran activos de interés flotante vinculados a la inflación.

Los fondos de inversión continúan siendo los vehículos preferidos para canalizar los ahorros en el largo plazo. De hecho, el patrimonio de la inversión colectiva registró en febrero un incremento de 4.405 millones de euros, situándose en los 399.537 millones en España y aumentando en un 0,98% su volumen de activos respecto al mes anterior. Asimismo, el número de cuentas de partícipes en fondos de inversión nacionales escaló por encima de los 8,5 millones, muy cerca de los máximos históricos alcanzados a mediados de 2007.