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Los depósitos de menos de 100.000 euros, a salvo de quitas

La Razón
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Los ministros de Economía y Finanzas de la UE se disponen hoy a llegar a un acuerdo sobre quién paga la factura ante la quiebra de una entidad bancaria y cómo se reparten las pérdidas. Hay consenso sobre algunas líneas rojas como el blindaje de los depósitos de menos de 100.000 euros después del error garrafal de Chipre. La propuesta de la Comisión aboga por que la escalada a la hora de asumir pérdidas sea, de mayor a menor responsabilidad, la siguiente: accionistas, preferentistas, bonistas y grandes ahorradores de más de 100.000 euros, ya sean pymes o particulares. La propuesta de la presidencia irlandesa también defiende esta lista de preferencia con algún cambio en el que las grandes empresas con depósitos de más de 100.000 euros tienen una protección algo menor que las pymes y los ahorradores con más de 100.000 euros.

Matices

España se ha quedado sola al defender una protección total de los depósitos independientemente de su cuantía, pero lo que está claro es que el recurso a los ahorradores será la última opción, aunque aquí comienzan los matices. Algunos países como Francia abogan por otorgar la máxima discrecionalidad a las autoridades nacionales, lo que también permitiría la utilización de dinero público en determinadas circunstancias si se considera que las quitas resultan inasumibles. También hay un grupo de países que quiere equiparar a los grandes ahorradores con los bonistas en el nivel de protección, ya que creen que se ahuyenta a inversores.

Luis de Guindos, a su entrada a la reunión del Eurogrupo de ayer, se felicitó por el blindaje a los pequeños ahorradores, y en cuanto a los grandes depositantes explicó que «van a tener una situación especialmente favorable». El representante alemán del Directorio del BCE, Jorg Asmussen, defendió un marco claro que dé seguridad «ex ante» a los mercados internacionales sobre «cuáles son las reglas del juego aquí en Europa». Para el banquero alemán, «la flexibilidad no debe ser excesiva porque si no, se pierde certeza y seguridad para los inversores».

Otra de las disputas reside en la entrada en vigor de este esquema. Alemania es partidaria de hacer un sprint y conseguir su puesta en marcha en 2015, pero una mayoría de países se oponen y prefieren que esta nueva legislación empiece a operar en el año 2018. El Banco Central Europeo quiere que todos los elementos de la unión bancaria estén listos cuando el Eurobanco asuma sus poderes como supervisor único a mediados del año que viene y realice un análisis pormenorizado de los balances de las entidades financieras.