Ciencia y Tecnología
Los robots, ¿tienen derechos y deberes?
Un robot puede realizar de media el trabajo de 17 personas, sobre todo aquellas tareas más repetitivas
Algunos dibujan la automatización del trabajo como una amenaza para el empleo y piensan que los robots deberían empezar a pagar pensiones
La propuesta lanzada hace unos meses por los eurodiputados socialistas para que las empresas paguen impuestos en función de la cantidad de robots utilizados ha topado con numerosos detractores que lo consideran un freno al avance de la productividad y del crecimiento económico. El informe urge a abordar la cuestión de si los robots deben poseer un estatus legal de «personas robóticas» y por tanto si deben contribuir a las cotizaciones a la Seguridad Social teniendo en cuenta los efectos que sobre el empleo podrían tener al realizar gran parte de las tareas asumidas por las personas.
El Foro Económico Mundial avanzó que la llamada revolución industrial 4.0 destruirá en los próximos años cinco millones de puestos de trabajo debido a los avances de la inteligencia artificial y la robótica. Ante este escenario el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevêdo, aseguró que el gran desafío de los gobiernos en el futuro no será la globalización sino la robotización del trabajo.
La propuesta de los parlamentarios socialistas considera que la responsabilidad civil de los robots es una cuestión crucial que debe abordarse a nivel europeo para garantizar el mismo grado de transparencia, coherencia y seguridad jurídica en toda la Unión Europea. Señala que una vez que los robots alcancen un nivel de autonomía superior a la actual se proponga una actualización de la legislación pertinente. Por consiguiente las empresas deberían estar obligadas a revelar el número de robots inteligentes que utilizan, los ahorros realizados en las contribuciones a la Seguridad Social mediante el uso de la robótica en lugar del personal humano y una evaluación del importe y de la proporción de los ingresos de la empresa resultante del uso de la robótica y de la inteligencia artificial.
Los robots y las máquinas han venido para quedarse y para los detractores de la propuesta europea, el debate no está en si deben o no pagar impuestos, sino qué pueden hacer los Estados para elevar el nivel de cualificación de los trabajadores.
Otro modelo de negocio
Es lo que opina Antonio Ramírez, director de Marketing de Konica Minolta, proveedor de soluciones innovadoras en el campo de la impresión. Según este experto «el modelo de negocio está cambiando y si se cargan impuestos sobre un recurso que necesitamos se está poniendo freno al avance económico y a la competitividad».
Un robot puede realizar de media el trabajo de 17 personas, sobre todo tareas repetitivas y que no requieren la intervención humano, por lo que libera al empleado en favor de trabajos de mayor valor añadido, apuntan desde Konica Minolta. BBVA, AXA, Telefónica, Bosch, Ikea, Enel o Edreams son ejemplos de empresas que se han sumado al carro de la automatización de sus servicios. En el caso de Ikea está implantando robots de manera masiva, mientras que Edreams utiliza robots para asistir en temas de devolución de billetes.
Enric Forner, CEO de Global Robot Expo, añade que «si se ponen frenos a que las empresas se automaticen, imponiéndoles impuestos, éstas se trasladarán a otros países donde producir sea más barato». Forner no le encuentra mucho sentido al debate, y señala que los países con mayor densidad de máquinas como Corea del Sur, Alemania y Japón, tienen una tasa de paro inferior al 5%. Argumenta que «con la robotización seguirán apareciendo empleos que ahora no podemos imaginar» sobre todo en las áreas de ingeniería, matemáticas o informática.
Imparable
En la misma línea se expresa Rafael Pampillón, profesor del IE Business School quien sostiene que «pagar por tener robots desincentiva su uso y hace caer la productividad». Añade que «la cuarta revolución industrial, la digital, la robótica no puede pararse. Hay que mimarla y animar a que haya más robots porque mejora la productividad. En cualquier revolución tecnológica se producen cambios y, si la gente no se prepara, no se actualiza y no se reconvierte se producirá un aumento del desempleo». El jefe de servicios de Hyundai (el automovilismo es uno de los sectores más automatizados), Alberto Arboleda, asegura que gravar a los robots reducirá la competitividad de los países y que, por tanto lo que habría que hacer, en su opinión, «no es eliminarlos sino elevar el nivel de cualificación de los trabajadores».
Tendencias laborales
Margarita Álvarez, directora de Marketing y Comunicación de Adecco, asegura que los cambios están siendo sutiles y que mientras se destruyen empleos se crean otros nuevos que antes no existían. «La robotización lleva muchos años, los puestos se transforman, por lo que hay que acabar con esa visión apocalíptica que algunos proyectan a causa de la automatización y robotización», señala esta experta. Un informe de Adecco sobre las tendencias laborales que surgirán en el futuro a través de las opiniones cualitativas y cuantitativas de 40 expertos en Recursos Humanos, recoge que el 65% de los entrevistados cree que la automatización de trabajos destruirá empleo, pero a su vez generará otro tipo de puestos de trabajo asociados a esa automatización, trabajos más cualificados. Por el contrario, un 17,5% opina que la automatización eliminará más empleos de los que creará.
Los trabajos de índole administrativa serán más susceptibles de perderse, mientras que hasta 2020 se crearán 900.000 nuevos puestos de empleo tecnológicos. Como asegura Carlos Recarte, socio de Recarte&Fontenla Excecutive Search, mientras se eliminan ciertos empleos aparecen nuevos puestos en las áreas de innovación de las compañías. Recarte añade que la transformación digital de las empresas está dejando un reguero de datos que hay que analizar y ahí hace falta un humano. También en el sector de la automoción, con la llegada de los coches teledirigidos, las aseguradoras tendrán que analizar más información a la medida del conductor, añade este experto a modo de ejemplo. «Por tanto, hay que tener una visión positiva, innovadora y crear necesidades nuevas alrededor de estas máquinas», concluye Recarte. Un 92,5% de los expertos considera que la tecnología e I+D+i será uno de los sectores que generarán empleo en el futuro. «El futuro de España pasa en gran parte por generar conocimientos científicos, tecnológicos e innovadores, y por la necesidad de tener un liderazgo empresarial en I+D+i. La transformación digital, la alta rentabilidad del sector y la creación de start-ups marcarán el porvenir de esta tendencia», apuntan fuentes de Adecco.