Vivienda

¿Merece la pena pujar por una vivienda? Ventajas y desventajas de las subastas inmobiliarias:

El coste de estos inmuebles puede llegar a ser un 50% inferior al precio de mercado

Viviendas de la Torre de Valencia en Retiro.
Viviendas de la Torre de Valencia en Retiro.David JarLa Razón

El proceso para comprar una vivienda subastada difiere del método convencional, ya que en vez de visitar portales inmobiliarios o acudir a una agencia, el inmueble se pone a disposición del público para que se puje por este. Las subastas de casas se producen cuando una persona o entidad ha pedido al juzgado la subasta de una vivienda para pagar una deuda. Esta situación puede ocurrir cuando un propietario no ha podido hacer frente a la hipoteca y se ha procedido a su embargo. Esta alternativa supone una gran oportunidad para los que buscan vivienda, ya que estos podrán adquirir un inmueble por debajo del valor de mercado, llegando a ahorrarse hasta un 50%. Desde el portal inmobiliario pisos.com explican que existen diferentes tipos de subastas en función del organismo que haya detrás y otra serie de factores.

Subastas judiciales

Estas son las subastas más comunes. Son "el punto y final de un proceso judicial al que tanto personas físicas como jurídicas llegan tras haber sufrido la ejecución de un inmueble y haberse reconocido la deuda en un juicio", asevera el portal inmobiliario. Dentro de estas subastas, existen tres categorías:

  • Procedimiento de apremio: el objetivo de estas subastas es tener liquidez en el menor tiempo posible para saldar las deudas pendientes. Esta ejecución está regulada por la Ley de Enjuiciamiento Civil y tiene lugar dentro de la última fase de la enajenación forzosa, con un fallo firme del juez ordenando la subasta.
  • Ejecución hipotecaria: los bienes proceden de embargos por impago de la hipoteca, es decir, que los propietarios de estos inmuebles dejaron de pagar al banco. Por tanto, el dinero que se obtiene se utiliza para subsanar la deuda contraída con la entidad financiera. El portal inmobiliario señala que "dado que en un buen número de ocasiones se trata de viviendas habituales, la ley impone medidas de protección al deudor que podrían retrasar la libre disposición de la vivienda adquirida en subasta".
  • Concurso de acreedores: el deudor es una sociedad mercantil a la que sus acreedores le reclaman el pago de las deudas contraídas mientras la empresa estaba operativa. El administrador concursal será el encargado de valorar los bienes subastados.

Subastas extrajudiciales

Estas subastas no involucran a un juzgado y se rigen por otra normativa en función del organismo que las organice:

  • Administrativas: estas subastas provienen de deudas frente a organismos como la Agencia Tributaria, Seguridad Social, ayuntamientos y, en definitiva, administraciones públicas que reciben el bien para saldar las cuentas pendientes.
  • Notariales: en estas subastas un notario interviene dando a conocer la subasta, aplicando la normativa concreta en cada caso y verificando toda la documentación.
  • Privadas: a diferencia de todas las anteriores que son de carácter público, en estas subastas "más herméticas" participan tanto particulares como empresas y las condiciones están sujetas a sus intereses, cumpliendo siempre con todo lo establecido por la ley.

Ventajas y desventajas de las subastas

La principal ventaja de las subastas inmobiliarias es el ahorro que se obtiene, ya que el coste de estos inmuebles puede llegar a ser hasta un 50% inferior respecto al precio de mercado , sin embargo, las pujas elevarían su precio, por lo que el ahorro no será "tan interesante".

Además también existe un catálogo amplio de inmuebles que se subastan, por lo que los interesados pueden encontrar prácticamente todas las tipologías de viviendas. Otra de las ventajas es que el proceso es 100% transparente al estar supervisado por organismos públicos y que los trámites son ágiles al no ser necesario desplazarse para la puja. "Se tiene la completa garantía de que se va a cumplir con todo lo dictado por la ley, lo que aporta una seguridad jurídica extraordinaria", asevera el portal inmobiliario.

No obstante, la subasta inmobiliaria también acarrea una serie de inconvenientes. El primero de ellos es que el interesado no podrá visitar la vivienda y no sabrá en qué estado está, ni tampoco si es necesaria una reforma integral para que esta sea habitable. Asimismo, también podrá ser que este inmueble esté ocupado ilegalmente, por lo que el comprador tendrá que iniciar un proceso de desahucio para entrar en ella.

En esta línea, los interesados no siempre tendrán toda la información y estos, además de aportar el depósito, deberá contar con una solvencia económica. El portal inmobiliario asegura que "además del depósito, que ya suele suponer una importe cuantía, si al final nuestra puja triunfa, hay que tener, o bien fondos propios en efectivo para pagar el resto del valor del bien y los impuestos asociados, o la completa seguridad de que el banco nos va a conceder financiación".