Economía
La moto gripada de Sánchez
Si la situación económica fuese tan obvia como pinta el socialista, no le habría costado mucho desarbolar a Feijóo en el debate. Pero patinó porque no existe esa realidad idílica
Juan de Mairena (1865-1909), el apócrifo profesor de gimnasia y retórica creado por Antonio Machado (1875-1939) repetía que «la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero». La evidencia, al final siempre se abre paso. Es lo que le ha ocurrido a Pedro Sánchez con su bravuconada de que «la economía española va como una moto». La prueba del algodón de que las cosas no son como las cuenta el presidente fue la primera parte del debate –la dedicada a la economía– en Atresmedia entre los líderes del PSOE y del PP. Alberto Núñez Feijóo, que no es un gran experto económico y que a veces se trafuca con algunos datos, puso en más que serios aprietos al presidente, al desgranar cifras y argumentos para demostrar que de «moto», nada.
Si todo fuera tan obvio como proclama el inquilino de la Moncloa, no debería haberle costado mucho desarbolar a su adversario con toda una avalancha de informes y ejemplos macro y micro de la situación. Si no lo hizo es, sin duda, porque no existe esa realidad idílica, sino un país que ha sido el penúltimo en recuperar la riqueza de antes de la pandemia, en el que la renta per cápita es la misma que en 2008 y en el que el incremento constante de la deuda pública –1,5 billones, con «b» de barbaridad– es una de las amenazas más importantes para el futuro. Todo eso sin contar los fijos discontinuos que no trabajan, pero no figuran como parados, los bajos salarios o el cada vez mayor número de familias con problemas para llegar a fin de mes. En otras palabras, la «moto económica» de Sánchez está gripada y, por eso, cuando tiene delante a alguien respondón y con la lección tan solo aprendida a medias, patina. No todo es hablar para los convencidos, dispuestos a aplaudir lo que sea. Tampoco hay que apuntarse al desastre. La situación económica española no es catastrófica, ni mucho menos, y ha resistido mejor de lo previsto algunos embates, como los efectos de la invasión de Ucrania, pero también es cierto que está dopada –como otras– por los fondos europeos y por ayudas tan artificiales como temporales. Nada está decidido, pero todo indica que Sánchez, con la moto gripada, está más cerca de ver «la senda que nunca se ha de volver a pisar», como rezan los famosos versos de Machado, el padre de Mairena.
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