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Novagalicia saldrá a subasta entre septiembre y octubre

Novagalicia saldrá a subasta entre septiembre y octubre
Novagalicia saldrá a subasta entre septiembre y octubrelarazon

Novagalicia ha hecho sus deberes y su venta estará lista antes de finales de año, en concreto, según aseguraron ayer fuentes del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), su principal accionista, entre septiembre y octubre. La inminente puesta en venta de la entidad, sobre la que hay «varias muestras de interés» de bancos españoles y extranjeros, evita así que su valor –un 9 por ciento por encima del nivel regulatorio– se siga deteriorando como consecuencia, entre otros factores, del aumento de la morosidad o de la incidencia de los activos fiscales diferidos. Su próxima salida al mercado, pese a que el impacto de las cláusulas de suelo es aproximadamente el doble que en Catalunya Banc, podría coincidir con la conclusión del proceso de desinversión de parte de sus activos.

En peor situación de salida se encuentra la otra entidad en resolución, Catalunya Banc, cuyo proceso de venta también se quiere acelerar. A pesar de que en ambos casos el FROB dispone de un plazo de cuatro años para venderlas, el deterioro de las dos entidades en los últimos meses ha sido evidente y se ha llegado a la conclusión de que lo «recomendable» es la venta «lo más acelerado posible».

La diferencia entre la situación actual de una y otra entidad es «que los gestores lo han hecho mejor que los otros, que creyeron que hacían bien aplazando la adopción de las decisiones más dolorosas».

Las mismas fuentes indicaron que en ningún caso se procederá a realizar una venta troceada de estas dos entidades nacionalizadas, una posibilidad que «en principio se ha descartado». El objetivo del FROB es obtener la «máxima recuperación del valor» o, en su defecto, «minimizar las pérdidas». Y como «no puede haber una operación fallida de subasta», un riesgo que desde el FROB quieren evitar a toda costa, se realizará con carácter previo un proceso en el que se analizarán los balances de las entidades, se identificarán y cuantificarán las contingencias que puedan preocupar a un posible comprador proponer fórmulas para minimizar su impacto negativo en el proceso de desinversión. Este proceso de análisis quedará a cargo de dos bancos de inversión, uno para cada entidad, que cobrarán 700.000 euros del FROB por este cometido. La contratación de estos bancos fue una de las sugerencias contenidas en el informe que realizó la consultora Mckinsey, por el que cobró 350.000 euros.

Una vez finalizado este proceso de análisis y confirmado el interés por parte de los potenciales compradores se abriría la subasta, a la que se podría incorporar un esquema de garantías y apoyos financieros comunes para ambas entidades. Se trata de aplicar un Esquema de Protección de Activos (EPA), garantías de hasta el 80% que exigen las entidades compradoras para evitar cargar con el posible deterioro del valor de compra. Esta posibilidad es nueva, pero se realizará sólo sobre unos activos en concreto. «No habrá un EPA ilimitado».

El organismo público destaca que se dan las circunstancias para acelerar el proceso de venta de ambas entidades, entre otras cosas «porque ahora no hay riesgo inmobiliario como cuando se vendieron CAM y Unimm».

Las dos entidades en resolución están, según los informes del FROB, suficientemente capitalizadas y saneadas, por lo que el organismo «no estima necesidades de capital que haga necesario recurrir a más crédito europeo». En cualquier caso, de ser necesario, la cantidad que se inyectaría sería «muy poco significativa» y con medios del FROB.