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Pastor descarta que la crisis tenga efectos sobre la marca España

La Razón
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Salvada como parece la amenaza de suspensión de las obras de ampliación del Canal de Panamá, al Gobierno le queda ahora otra importante labor: evitar que el desencuentro dañe el prestigio de las constructoras españolas en el mundo. En juego hay mucho. Sólo en 2013, estas compañías ganaron concursos en el exterior por valor de 30.000 millones de euros. Tras mediar entre ambas partes, la ministra de Fomento, Ana Pastor, comenzó ayer la campaña de apoyo al sector. «Por encima de cómo se resuelve este conflicto está la gran ingeniería española, tanto de empresas privadas como públicas. Aunque dicen que el crédito se pierde rápido, el trabajo de tanta gente y de tantos años no está en riesgo nunca [...]. La ingeniería española está situada en las más altas cotas del mundo», declaró la ministra en la Cadena Ser. Pastor afirmó que, si estas compañías tienen un prestigio «no es por casualidad», como lo demuestra el hecho de que participan «en las obras más importantes del mundo».

Sobre esta cuestión, y al hilo de la ampliación del Canal de Panamá, la ministra aseguró que «la parte técnica se está realizando de manera inmejorable».

Aunque Pastor insistió en que el de Panamá es un problema de carácter privado, el Gobierno ha mediado con rapidez precisamente consciente de que un tropiezo podría ser desastroso para ese prestigio empresarial español que ayer defendió.

David Taguas, director de la Oficina Económica del Gobierno cuando Sacyr se adjudicó el proyecto y ex presidente de la patronal de las grandes constructoras (Seopan), también sacó la cara por la compañía. Taguas aseguró que en toda gran obra «siempre surgen imprevistos», como lo demuestra el hecho de que el precio de otros grandes proyectos como el túnel del Canal de La Mancha o el nuevo aeropuerto de Berlín –presupuestado en 2.800 millones de euros y que ha costado 4.500 millones– se han desviado al alza durante su construcción.

En opinión de Taguas, no se está «diciendo toda la verdad» sobre el tema de los precios propuestos en las ofertas presentadas al concurso por el que se adjudicó a obra del Canal. Según apuntó, un «dato clave y que se oculta estos días» es que, «mientras el consorcio liderado por Sacyr presentó una oferta de unos 2.300 millones de euros, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) encargó una valoración independiente sobre la obra que no se conocía y que arrojó una valoración de unos 2.500 millones de euros». «No hay tanta diferencia», aseveró.