Banco de España

Pedro Sánchez carga a cada español una deuda de casi 8.000 euros desde que es presidente

Desde que llegó a Moncloa en 2018, la deuda pública se ha disparado en 371.823 millones de euros, 185 millones diarios. En 2023 subió 72.000 millones. España ha aumentado su deuda un 15% en cinco años, el doble de lo que lo ha hecho la eurozona

Brussels (Belgium), 01/02/2024.- Spain's Prime Minister Pedro Sanchez attends a press conference during a Special European Council in Brussels, Belgium, 01 February 2024. EU leaders gather in Brussels to discuss the mid-term revision of the EU's long-term budget for 2021-2027, including support to Ukraine. (Bélgica, España, Ucrania, Bruselas) EFE/EPA/OLIVIER HOSLET
Pedro SánchezOLIVIER HOSLETEFE/EPA

Los sucesivos gobiernos presididos por Pedro Sánchez serán recordados como los menos austeros, los de mayor gasto y los que más deuda acumulan, tanto en porcentaje como en volumen, para dejar una herencia envenenada. Así lo avalan los datos que presentó ayer el Banco de España sobre el cierre del ejercicio 2023 respecto a la deuda de las Administraciones Públicas, que se mantiene en sus niveles más altos de la historia, pese a que el Ministerio de Economía insiste en que la valoración hay que hacerla bajo el sesgo porcentual, un disfraz que pretende ocultar que el agujero público alcanzó en diciembre de 2023 los 1,575 billones de euros –rozando el máximo histórico que se alcanzó en el pasado mes de septiembre (1,577 billones)–. Esto supone un incremento acumulado de 71.878 millones en el último año, pese a que en términos mensuales –respecto al mes de noviembre–, la deuda permaneció prácticamente estable, con apenas 793 millones de descenso, un -0,05%.

Así, desde que Pedro Sánchez accedió a la presidencia del Gobierno, hace ya seis ejercicios, la deuda del Estado se ha acelerado sin apenas freno, hasta situarse en 371.823 millones de euros por encima de los 1,2 billones de euros que había en el segundo trimestre de 2018, justo cuando llegó a La Moncloa. Sólo en el último ejercicio, la deuda pública ha crecido un 4,8%. Esto significa que en 2023 –teniendo en cuenta una población de 48,5 millones de ciudadanos– cada español ha acumulado una deuda de 1.129 euros per cápita.

Haber sumado esos 371.823 millones al debe de las Administraciones en apenas seis años significa que las arcas públicas han asumido una deuda de 185 millones de euros diarios, o lo que es lo mismo, que cada uno de los 48,5 millones de españoles ha metido en su mochila 7.666 euros de números rojos. En este cómputo total de la deuda acumulada, alentada por la desaforada política de gasto impulsada desde el Ejecutivo, la cifra se dispara hasta los 32.406 euros por habitante si se tiene cuenta toda la deuda global. Y si seguimos realizando cálculos medios, la cifras asustan aún más. La deuda acumulada ha engordado desde junio de 2018 en 5.550 millones al mes, 1.295 millones a la semana y los citados 185 millones diarios, que significa que cada hora se sumaron al pasivo del país siete millones, que serían 116.600 euros por minuto o 3.866 euros por segundo. La cifra imputable directamente a la gestión del presidente, es decir, la acumulada en el Estado, superó de largo los 211.000 millones, lo que serían 4.350 euros per cápita.

Todo se ve de otra manera si se aplica el prisma ministerial, el de los datos en términos porcentuales. Con él cambia y la deuda sí que logró reducirse hasta el 107,7% del PIB, lo que supone una caída de 3,9 puntos respecto al cierre de 2022. La disminución de la ratio deuda fue superior en 0,4 puntos a la prevista en el Plan Presupuestario, con lo que el Ministerio de Economía que dirige Carlos Cuerpo da por cumplido su objetivo de reducción establecido.

Desde el pico alcanzado en la pandemia, la deuda se ha reducido en 17,6 puntos porcentuales, lo que el ministro entiende que ha sido por «la responsabilidad fiscal y la gestión eficiente de los recursos públicos». Sin embargo, los datos demuestran que sólo se ha logrado reducir el tamaño porcentual de esta deuda gracias al crecimiento de la economía y a la mejora de los ingresos, no porque el Ejecutivo haya reducido el gasto. Al contrario, éste ha seguido creciendo exponencialmente.

Así lo reconoció ayer el propio Cuerpo, que aseguró que «la fortaleza y positiva evolución de la economía española, con un crecimiento del 2,5% en 2023, así como la mejora de los ingresos públicos son las causas fundamentales de la reducción de la ratio». Por ello, el ministro estima que la ratio de deuda sobre PIB seguirá su senda decreciente, con la previsión de reducirse este año hasta el 106,3%, pero en base al crecimiento económico no a la contención del gasto, ya que reconoció que «esta reducción es compatible con la adopción y mantenimiento de medidas de apoyo».

De este modo, el saldo de la deuda solo del Estado se elevó a 1,414 billones de euros, con un incremento interanual del 6,2%, mientras que el saldo de deuda de la Seguridad Social se situó por encina de los 116.000 millones, un 9,4% más que un año antes, debido al incremento de los préstamos concedidos por el Estado a la Tesorería General de la Seguridad Social para financiar su desequilibrio presupuestario.

La Seguridad Social ha visto duplicar su deuda en tan solo cuatro ejercicios, pasando de un pasivo de 55.000 millones en 2020 a superar los citados 116.000 millones actuales. La culpa la tienen las consecutivas transferencias realizadas por el Estado para financiar las prestaciones no contributivas y la parte no cubierta de las contributivas. El sistema de pensiones lleva una década acumulando cuentas deficitarias, lo que ha provocado una incontenible marea de deuda que no ha dejado de crecer para afrontar unas transferencias corrientes que siguen aumentando. Sólo en 2023, la Seguridad Social cerró el curso con un incremento interanual de su deuda de casi 10.000 millones y acumula el mayor déficit de caja de todos los sistemas de previsión la UE. Lo dicen los datos de la agencia estadística de la UE, Eurostat, que apuntan que los sistemas de Seguridad Social de los países de la Unión cubren en promedio un 101,3% de su gasto en pensiones, con 18 países disfrutando de superávit, mientras España tiene un déficit anual superior al 3%.

El mismo camino al alza que las Administraciones Territoriales, en las que su endeudamiento creció hasta los 325.000 millones de euros al cierre del pasado ejercicio, con una variación interanual del 2,6%, y de las Corporaciones Locales, que se situó en 23.000 millones de euros en diciembre, lo que supone un 1,1% más que el saldo registrado en diciembre de 2022. En tasa mensual –diciembre sobre noviembre–, la deuda de las regiones creció un 0,3% y la de los ayuntamientos, un 1,8%. La consolidación de la deuda en el conjunto de todas las Administraciones –es decir, la deuda en poder de los diferentes subsectores– aumentó un 8% respecto al año anterior, hasta los 345.000 millones de euros.

Por todo ello, Pedro Sánchez ha llevado a la deuda pública española a crecer el doble de los que lo ha hecho la de la eurozona. Mientras el agujero patrio ha aumentado un 15% desde 2019, en la zona euro lo ha hecho justo a la mitad, tras impulsarse en ese periodo un 7,5%, hasta alcanzar el 90,3% del PIB, frente al 107,7% del PIB español a cierre de 2023.