Mercados

Pedro Sánchez, el peor presidente para los inversores y el Ibex desde la Transición

Felipe González ha sido el primer mandatario más rentable, con un 13,8% de revalorización, seguido de José María Aznar, con el 11,8%. Rajoy queda en la mitad; Zapatero, penúltimo

El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez (i), y el candidato del PP a la presidencia, Alberto Núñez Feijóo (d), durante el programa 'Cara a Cara. El Debate', en Atresmedia,
El presidente del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, Pedro Sánchez (i), y el candidato del PP a la presidencia, Alberto Núñez Feijóo (d), durante el programa 'Cara a Cara. El Debate', en Atresmedia,Atresmedia

El año 2022 no pudo considerarse un año bueno para los mercados financieros y de inversión. La presión inflacionaria y la subida de tipos y costes generales tiñeron de rojo los índices bursátiles españoles, incluido el Ibex 35, propiciado por una ralentización de la economía en el segundo semestre del año. Pero ya se sabe que los mercados financieros puede que no sigan un patrón establecido, en el que la volatilidad marca muchas veces su destino. Por eso, en lo que va de año los números son positivos. Sin embargo, no bastan para considerar los últimos cinco años, los que Pedro Sánchez ha estado al frente del Gobierno, como unos años buenos para los inversores, ya sean grandes o pequeños.

Así se pone de manifiesto en el informe de XTB sobre el impacto de las elecciones sobre los índices bursátiles y sobre la rentabilidad que han propiciado cada uno de los gobiernos salidos de las urnas desde la Transición. En sus conclusiones principales, los analistas de XTB determinan que Felipe González ha sido el presidente más rentable para el Ibex 35 y el PP, el partido con el que ha subido más en sus 31 años de historia. La revalorización media anual durante el mandato del primer presidente socialista fue del 13,8% y con José María Aznar alcanzó el 11,8%, muy por encima del rendimiento del selectivo con Mariano Rajoy, y especialmente con José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez, los presidentes con las peores cifras.

Es especialmente significativo que, desde la creación de este indicador bursátil, las grandes compañías nacionales han tenido pérdidas en bolsa en nueve de las diez sesiones en los días inmediatamente posteriores a una cita electoral general, y bajado aún más cuando se ha producido un cambio de signo en el Gobierno. Según los patrones estadísticos históricos y los análisis del impacto de las elecciones en los mercados financieros, desde 1992 cada uno de los cinco presidentes que han gestionado el país han afrontado situaciones muy diversas, aunque el periodo democrático se enmarca «en general en un contexto de gran crecimiento económico, modernización de los mercados y del sistema financiero, además del desarrollo significativo de la cultura financiera en la población española», detalla el informe.

En una primera etapa del índice, «la más propicia» en los años 80 y 90, se generó un fuerte periodo expansivo de casi ocho años, bajo los mandatos de Felipe González y de José María Aznar. El líder socialista sigue siendo el más rentable para los inversores, con un crecimiento durante todos sus mandatos del 13,82%. Por su parte, el primer presidente popular, tras una primera legislatura expansiva, tuvo que afrontar la primera gran crisis económica, que tuvo lugar en el año 2000 con el estallido de la burbuja de las «puntocom», en la que las empresas tecnológicas vieron drásticamente mermadas sus cotizaciones. Sin embargo, su Gobierno dio la vuelta a la situación y la economía española volvió a despegar, alcanzando cotas de empleo no vistas en democracia, con un paro que bajó por vez primera por debajo del 8%. Aznar cerró su paso por La Moncloa con un rendimiento bursátil que alcanzó el 11,85%.

El paso de Zapatero no puede considerarse bueno ni en términos económicos ni financieros. Planeó sobre su gestión la intervención de los hombres de negro de Bruselas y la progresión del Ibex 35 fue la segunda peor, con un 4,4% en sus dos legislaturas.

Mariano Rajoy tuvo que afrontar su presidencia con el lastre de unas cuentas que no cuadraban, la amenaza de la intervención y lidiar con la Gran Crisis Financiera de 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers y el estallido del crack de las «subprime» y de la burbuja inmobiliaria. Según apunta XTB, con Rajoy se vivió además la segunda mayor caída de la historia del selectivo provocada por el Brexit, en junio de 2016, «descenso que superó el 12% en una sola sesión». Pese a ello, su rentabilidad para los inversores del Ibex logra quedarse en la mitad de la tabla, con un 7,7%.

El último periodo del índice, con Pedro Sánchez en el poder, ha destacado por tener que afrontar dos situaciones decisivas: el fuerte impacto que la pandemia del coronavirus y la guerra de Ucrania. En ambos casos, el impacto en los mercados ha sido enorme. El actual presidente del Gobierno es, según las estadísticas, el peor presidente español para los inversores y para el Ibex 35, con apenas un 3,35% de revalorización de los activos, pese a que otros mercados, y principalmente el parqué norteamericano, marcan máximos de récord.

En este contexto histórico y según los datos recopilados por XTB, la rentabilidad media ponderada generada por el Partido Popular se situó en el 9,71%, mientras que la del PSOE apenas alcanzó el 6,49%. El estudio también intenta responder a otra pregunta: ¿qué pasará el día después del 23-J en la bolsa española? Aunque los analistas y expertos no tienen una barita mágica, sí disponen de la lógica de los números, y estos determinan que el resultado «suele ser negativo». Desde la creación del selectivo, de las diez sesiones posteriores a la fecha electoral, en nueve de ellas el mercado acabó con una caída media del 2%. Además, «en aquellas situaciones en la que las elecciones conllevaron un cambio de partido en el poder, la caída se acentuó aún más, hasta el 3%», apuntan desde XTB. Además, este proceso electoral llega con unos niveles de inflación que han provocado un «endurecimiento monetario sin precedentes y un incipiente parón económico».