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Trabajo

El pesimismo laboral crece entre los jóvenes: la mitad cree que el empleo empeorará en los próximos cinco años

El año pasado solo el 37% pensaba que el empleo empeoraría, ahora lo piensa el 44,3%

Camarero en una terraza Jesús G. FeriaLa Razón

La idea de encontrar un empleo seguro y con buenas condiciones se desvanece entre los jóvenes antes incluso de que comiencen su andadura profesional. Según el "X Informe Young Business Talents: La visión de los jóvenes", el 44,3% de los jóvenes preuniversitarios cree que el empleo empeorará en los próximos cinco años. Solo un 25,1% se muestra optimista y confía en una mejora del empleo, mientras que un 30,6% opina que las condiciones se mantendrán igual. Para Nuño Nogués, director del informe, "la opinión de los jóvenes responde a lo que perciben ahora mismo: mayor inestabilidad y un deterioro en las condiciones laborales".

Además, el pesimismo juvenil ha aumentado con respecto al año pasado. En la edición del año pasado del informe, un 37% de los encuestados (que cursan 4º de la ESO, 1º y 2º de Bachillerato y los ciclos básico, medio y superior de FP) pensaba que el empleo iría a peor, una cifra que ha subido siete puntos en la última encuesta. Esta tendencia al alza refleja la creciente preocupación de una generación que, antes de dar el salto al mundo laboral, ya siente el peso de la precariedad sobre sus hombros.

No obstante, se detectan diferencias por género y comunidad autónoma. Las mujeres (46,4%) se muestran más pesimistas que los hombres (42,1%) sobre la situación del empleo, quizás al tener en cuenta que las trabajadoras sufren mayores tasas de parcialidad, temporalidad, paro y cobran salarios más bajos. En cuanto a las comunidades autónomas, los jóvenes más pesimistas con su futuro laboral son los de Islas Baleares (50,4%), Canarias (49%) y Navarra (49,3%), mientras que los más optimistas son los de Comunidad Valenciana (28,3%), Aragón (28%) y Extremadura (27,9%), que creen que la situación irá mejor.

Aunque el futuro del empleo juvenil lo ven con pesimismo, el 65,7% de los jóvenes confían que conseguirán trabajo en menos de un año tras finalizar sus estudios. “Curiosamente, esta percepción no coincide con la opinión sobre la situación general del empleo, de lo que podemos concluir que los jóvenes confían en sí mismos”, señala Nuño Nogués. Entre los factores que consideran más importantes a la hora de encontrar empleo, el 57,5% destaca el interés y las ganas de trabajar, seguido de tener un buen nivel de idiomas (47,5%), los conocimientos (46,1%) y la experiencia (45,9%).

Además, los jóvenes se muestran optimistas con respecto a la calidad del empleo que conseguirán, pues el 79,6% opina que podrán tener un trabajo mejor que el de sus padres, ya que 6 de cada 10 consideran que están mejor preparados que sus progenitores. En este sentido, casi dos tercios de los preuniversitarios encuestados (65,1%) tiene decidido estudiar una carrera cuando termine sus estudios actuales. Un 18,1% se muestra aún indeciso sobre si continuar y el 16,8% de los jóvenes no va a continuar con sus estudios, aumentando este dato en dos puntos respecto al informe del pasado año.

Respecto a la actividad profesional que les gustaría ejercer en un futuro, el 36,1% de los jóvenes preuniversitarios quiere emprender o trabajar como autónomo, siendo el dato más alto en los últimos seis años. A continuación, el 32,1% se muestra indeciso y manifiesta que aún no lo sabe; el 19,8% quiere ser funcionario, y un 12% se inclina por ser empleado en una empresa. Entre los sectores preferidos por los jóvenes para emprender son el comercio (14%), deporte (11,8%), economía colaborativa (9,4%); y educación y formación (9,1%).

Preguntados por las tendencias laborales del futuro, 9 de cada 10 jóvenes consideran que la Inteligencia Artificial (IA) cambiará el mundo tal y como lo conocemos, pero no para bien. Casi 8 de cada 10 (78,3%) creen que la IA tendrá un impacto directo negativo sobre el empleo y quitará puestos de trabajo. Ante la posibilidad de cambiar de país por trabajo, el 70,2% de los jóvenes lo tiene claro y emigraría, aunque este porcentaje baja en cuatro puntos (74,5%) con respecto a la encuesta del pasado año