Vivienda
Piso heredado: ¿puede pedirse una hipoteca para comprarlo?
Una de cada seis personas decide rechazar su herencia
La muerte es inevitable y, con ella, llega la herencia. Esta es aquella masa patrimonial –conjunto de bienes, derechos y obligaciones– que se transmite desde su propietario a otros individuos considerados como legítimos herederos o aquellos que hayan sido designados por el testamento. Dinero, joyas, obras de arte o una casa son algunos de los muchos bienes que pueden heredarse.
No obstante, recibir una herencia también conlleva la transmisión de las obligaciones y deudas del fallecido a sus más allegados, llegando a ser, en ocasiones, un regalo envenenado para sus herederos. Es por ello, que las renuncias a herencias continúan en aumento, alcanzando en 2023 una cifra récord de 56.108, la más alta desde que el Consejo General del Notariado comenzó a registrar estos datos. Por tanto, aproximadamente, una de cada seis personas decide rechazar su herencia.
Pese a este aumento de las renuncias, todavía hay personas que deciden aceptar la herencia. Cuando se recibe un piso compartido junto con otros herederos, lo habitual es vender el inmueble y repartir las ganancias. Sin embargo, si uno quiere quedarse con la vivienda, pero no cuenta con el dinero suficiente para comprar su parte a los otros herederos, ¿podrá pedir una hipoteca para comprar el resto de la casa?
Formalizar la herencia y solicitar la hipoteca
"Para comprar la parte de un piso heredado a uno o varios hermanos, el primer paso es formalizar la herencia. Todos los implicados deben aceptar la herencia y completar los trámites burocráticos. Este cambio de titularidad es esencial", explican desde el portal inmobiliario pisos.com.
Tras formalizar la herencia, se deberá llegar a un acuerdo unánime entre los herederos para que uno de ellos pueda comprar cada parte proporcional de la propiedad.
La solicitud de una hipoteca para comprar un piso heredado se realizará como en cualquier compraventa. La entidad bancaria evaluará la solvencia económica del solicitante del préstamo hipotecario, entre otros factores como el valor de tasación de la vivienda o el patrimonio del mismo. Y en caso de que de luz verde a la operación, por norma general, los bancos prestarán el 80% del valor de la vivienda y exigirán un 20% como entrada.
Después, el banco tendrá que establecer la cuota mensual, el tipo de interés y el plazo de devolución del préstamo. Para calcular estos valores se tendrán en cuenta aspectos como las cargas familiares o los posibles gastos extraordinarios que puedan surgir.
"Además, los expertos recomiendan que la cuota de la hipoteca no supere entre el 30% y el 35% de los ingresos netos, destinando el 65% restante a cubrir necesidades básicas como alimentación, ropa, ocio y ahorros. Por ejemplo, si un trabajador tiene ingresos netos de 1.500 euros al mes, su hipoteca no debería superar los 525 euros", sentencian.
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