Industria

¿Podría España vender a Canadá 12 submarinos como el S-81 Isaac Peral? Navantia se posiciona en un contrato histórico

Solo siete fabricantes en el mundo desarrollan sumergibles convencionales como los que necesita el país norteamericano de este tipo y uno es chino y otro ruso, con lo que Navantia competiría con cuatro empresas.

El submarino S-81 'Isaac Peral' realiza con éxito su primera inmersión estática, en aguas de la estación naval de La Algameca, en Cartagena (Murcia).
El submarino S-81 'Isaac Peral' realiza con éxito su primera inmersión estática, en aguas de la estación naval de La Algameca, en Cartagena (Murcia).NAVANTIAEUROPA PRESS

La pasada semana se sabía que la "pacífica" Canadá ha decidido reemplazar los cuatro submarinos de fabricación británica que adquirió en 1999 y estaría barajando aumentar su flota con hasta 12 sumergibles nuevos a un costo de al menos 60.000 millones de dólares, una cifra que podría llegar a los 100.000 millones.

Los sumergibles ingleses que prestaban servicio eran antiguos y, para muchas situaciones, prácticamente inservibles. De hecho, Reino Unido se los vendió por 750 millones de dólares después de que fueran rechazados por Pakistán, Portugal y Chile. Tan mal estaban que han pasado más tiempo en dique seco que en el agua. Ottawa se ha visto obligada a invertir miles de millones de dólares en la flota durante más de dos décadas para abordar varios problemas e incidentes, como incendios y soldaduras defectuosas. También ocurrieron varios accidentes durante operaciones militares y pruebas en el mar.

Ya en el año 1987, el Libro Blanco sobre Defensa del Gobierno canadiense recomendaban la compra de 12 submarinos de propulsión nuclear capaces de navegar bajo el hielo y defender su soberanía en la región ártica. Sin embargo, la propuesta fue abandonada debido a una importante oposición tanto de la opinión pública como de los medios comunicación, pues rechazaban la opción nuclear y el enorme gasto que supondría.

Ahora, cansados de gastar dinero en reparar, mantener y tratar de modernizar sus viejos submarinos, habría vuelto a tomar cuerpo la idea de comprar 12 nuevos pero no de propulsión nuclear, sino convencionales. El objetivo es contribuir a las "operaciones de alto nivel de la OTAN", argumentaba un informe del Gobierno de 2017, que abogaba por implementar un procedimiento de adquisición similar al de Australia, que acababa de seleccionar a Naval Group para proporcionar a la Royal Australian Navy 12 Shortfin Barracuda, con transferencias industriales y tecnológicas a la llave.

La Royal Canadian Navy tiene la intención de aprovechar la revisión en curso de la política de defensa de Canadá para al menos reemplazar sus cuatro submarinos de clase Victoria en un momento en que China está invirtiendo fuertemente en sus capacidades submarinas, así como Rusia, cuyos sumergibles vienen realizando cada vez más patrullas en el Atlántico Norte y el Océano Ártico.

En julio de 2021, el gobierno canadiense también inició un incipiente programa llamado "Proyecto de submarino de patrulla canadiense" (CPSP, por sus siglas en inglés), para analizar las opciones disponibles y determinar sus necesidades específicas a fondo. La Marina insta al Gobierno a incluir la adquisición de submarinos en su política de defensa revisada. En una conferencia de defensa en Ottawa el mes pasado, el Jefe del Estado Mayor de Defensa, el General Wayne Eyre, declaró que defendería los submarinos en nombre de la Armada.

Aunque se barajó la posibilidad de desarrollar estos buques con tecnología propia, implementar tal estrategia podría tomar hasta quince años y la decisión de lanzar dicho programa debe tomarse lo más rápido posible.

Es en este punto donde entraría en escena Navantia, pues los submarinos de la clase S-80 que está construyendo para la Armada encajarían perfectamente con los deseos de Canadá. Un informe reciente realizado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE) analizaba la situación de este mercado y llegaba a la conclusión de que solo siete empresas en todo el mundo tenía posibilidades de ofertar submarinos convencionales. Mediante un proceso de evaluación multicriterio, comparaba el sumergible español con el resto y llegaba a la conclusión de que "las características del S-80, la colaboración de Navantia con Electric Boat y el empleo de los sistemas más modernos en el S-80 hacen de él un buen candidato para la exportación. Navantia ha hecho los deberes, tiene posibilidades de volver con fuerza a este exclusivo mercado. Pero no nos engañemos, no se deben confiar. La venta de armamento muchas veces está ligada a la política y sus competidores harán lo imposible por llevarse los contratos".

Los mimbres que se utilizan en el diseño del S-80, dice este informe, son los mismos que se han empleado en muchos submarinos nucleares franceses, británicos y norteamericanos. Las capacidades del S-80, el novedoso sistema AIP y el cuidado de la firma acústica, han hecho de él un buen producto, pero hace falta que termine todas las pruebas y entre en servicio para que sea una realidad y no solo un proyecto.

Los principales competidores de Navantia serían la alemana Thyssen Krupp Marine Systems GmbH (TKMS), que ha vendido sus submarinos a las armadas de 13 países. Las otras seis empresas son la francesa Naval Group —antigua DCNS—, la rusa Rubin Central Design Bureau for Marine Engineering de San Petersburgo, la china State Shipbuilding Corporation de Jiangnan, el consorcio japonés Mitsubishi y Kawasaki Heavy Industries, la sueca Saab-Kockums, y, por último, la española Navantia con sus astilleros de Cartagena.

De estos siete fabricantes, habría que descartar a las empresas rusa y china, por razones obvias, con lo que España tendrá que competir con la clase Souryu japonesa, que no ha conseguido aún venderla a ningún cliente; el A-26 sueco, cuya primera unidad será entregada en 2027 a la Armada sueca, con lo cual juega con desventaja respecto a Navantia, cuyo primer sumergible, el S-81 Isaac Peral entrará en servicio este mismo año; y luego están los franceses Scorpene, ya en servicio y vendidos a numerosos países, y los Barracuda, con dos versiones, una nuclear y otra convencional, inicialmente pensada para la Marina australiana cuya vente finalmente no prosperó. La entrega de la primera unidad convencional a Australia estaba prevista para 2025 pero al fracasar el proyecto no se sabe el futuro del submarino.

Y, por último, está el modelo alemán de Thyssen Krupp Marine Systems, que ha vendido en la última década más de 20 submarinos a varios países. "Los submarinos alemanes se adaptan a las necesidades de cualquier Armada y su sistema AIP es un referente.

Según el mencionado informe del IEEE, y analizando una serie de expertos distintos factores, el S-80 se colocaría en primera posición respecto del resto de competidores, seguido de cerca por el U-212 alemán (segundo) y el Souryu japonés y el Shortfin Barracuda francés, ambos en tercer lugar.

Foro con participación industrial española

Según informa Infodefensa.com, el medio especializado en defensa naval canadiense Vanguard organizó en noviembre encuentro sectorial, denominado Deep Blue Forum, enfocado en este proyecto CPSP, en el que contó con la participación de expertos internacionales de Australia, Chile, Alemania, España, Suecia y Estados Unidos. Entre las ponencias se incluyeron presentaciones de expertos de la compañía estadounidense Lockheed Martin, cuya intervención se centró en la necesidad crítica de una estrecha relación de trabajo entre el integrador de sistemas de plataforma y el integrador de sistemas de combate; de la española Navantia, centrada en el la tecnología sigilosa de bioetanol concebida para el submarino S80, denominada BEST, y acerca de la flexibilidad que goza este buque para incorporar sistemas de armas de la Marina de Estados Unidos; de la firma sueca Saab Kockhums, que apuntó en la necesidad de flexibilidad y diseño en el diseño de submarinos; de la alemana TKMS, que mostró su diseño tipo 212CD como base para un futuro buque de este tipo canadiense; de la filial local de la británica Babcock, que se refirió a la modularidad en la construcción de este tipo de naves; de la también alemana Rheinmetll, que versó sobre simulación en el entrenamiento de las tripulaciones y la automatización de los sistemas de los submarinos, y finalmente de la compañía local Seaspan, que se refirió a la experiencia en proyectos de adquisición de submarinos.

El foro concluyó que Canadá avanza en la sustitución de los submarinos de la clase Victoria, antes del final de su vida útil en la década de 2030, con una clase de buques de propulsión diésel-eléctrica, en el que además se insta a minimizar los cambios y modificaciones del diseño original, para reducir riesgos y contribuir a que la industria cumpla con el cronograma que se establezca. Los detalles concretos sobre el programa se irán conociendo durante los próximos años.

Como indica la propia Navantia, "El S-80 es un producto preparado para la exportación, adaptándose a los requisitos de cada cliente y a las exigencias de participación de la industria local en cada país, como Navantia ya ha hecho para la oferta de la India", donde trata de hacerse con un contrato de seis unidades que forma del proyecto P75(I), utilizando como diseño de referencia el S-80, "el único submarino AIP de 3000 Tn actualmente en construcción en todo el mundo", dice el astillero español.