Industria ferroviaria
Polonia se ofrece a Sidenor para explorar posibles acuerdos industriales en Talgo
PFR, el fondo estatal que controla el fabricante Pesa, asegura que hay oportunidades para que ambas compañías cooperen en el marco del acuerdo que firmaron en septiembre pasado
Polonia no va a comprar Talgo en este momento. Ni siquiera se plantea entrar como socio minoritario en su capital ahora que un consorcio vasco liderado por Sidenor ha alcanzado un principio de acuerdo para comprar una participación mayoritaria del 29,77% de su capital al fondo Trilantic. Pero sí que está dispuesta a aportar al fabricante fórmulas de colaboración que puedan mejorar la capacidad productiva de Talgo. En una nota enviada hoy, PFR, el fondo estatal polaco que controla Pesa, ha asegurado que no prevé realizar ninguna inversión de capital en Talgo como accionista minoritario, pero ha añadido que "sigue abierto a explorar otras formas de cooperación en el futuro".
PFR, que había mostrado interés en lanzar una OPA por el 100% de Talgo pero cuya oferta frenó en seco el Gobierno para impulsar la de Sidenor, considera a Talgo como "un socio de valor" y reconoce que existen "oportunidades para que la colaboración entre Talgo y PESA continúe en el marco del Memorando de Entendimiento (MoU) firmado en septiembre de 2024".
A finales de ese mes, poco después de que el Ejecutivo vetase la oferta del consorcio húngaro Ganz Magav Europe para comprar Talgo, el fabricante español de trenes anunció en el marco de Innotrans que había sellado un acuerdo con Pesa para comenzar a explorar las posibilidades de colaborar en el desarrollo de la nueva red ferroviaria de alta y muy alta velocidad de Polonia. Según explicó entonces Talgo, los equipos técnicos de ambas compañías han trabajado para preparar los fundamentos del concepto básico del vehículo y las responsabilidades de cada parte en el proyecto, de manera que, según aseguró, los dos fabricantes estaban ya listos para presentar una oferta de trenes de alta velocidad para el mercado polaco y los mercados adyacentes.
Problema de calado
El ofrecimiento de Pesa, si se ampliase más allá del MoU firmado en septiembre, podría solucionar el problema industrial que acecha a Talgo. La compañía tiene su cartera de pedidos en máximos históricos -más de 4.000 millones de euros- y apenas si puede atenderlos, como demuestra el hecho de que ya haya anunciado que no podrá cumplir con el calendario inicialmente estipulado para despachar el encargo de la operadora pública alemana DB. Sin embargo, la entrada del consorcio vasco liderado por Sidenor en la compañía se ha planteado más en términos políticos que empresariales. El Gobierno, garante e impulsor de la oferta tras rechazar la húngara, siempre defendió que la propuesta de Sidenor garantiza que Talgo mantenga la actividad que tienen sus dos plantas en España así como su centro de decisión en el país. Sin embargo, nada se ha dicho ni se sabe hasta ahora de un plan industrial que, como vino a reconocer ayer viernes el lehendakari vasco, Imanol Pradales, ni siquiera está elaborado.
En declaraciones a la televisión vasca, Pradales aseguró que la compra del 29,77% de Trilantic por el consorcio vasco, del que forman también parte su Ejecutivo, Fundación Vital y BBK, tardaría unas tres semanas en sustanciarse. El lehendakari añadió que será entonces, una vez cerrada esa operación de compra-venta "definitivamente", cuando habrá un nuevo consejo de administración que "se tiene que poner a trabajar, sobre todo en el plan industrial". "Es muy importante porque ahora tiene una carga de trabajo muy relevante de más de 4.000 millones de pedidos, pero tiene que seguir estando en el mercado, compitiendo en el mercado", subrayó.