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Empleabilidad

Prácticas, formación académica y ética: el modelo de empleo en el sector biosanitario

La Razón ha organizado una mesa de debate para analizar los retos de los futuros profesionales de la salud

La empleabilidad en el sector biosanitario goza de uno de los mayores niveles de colocación en España. El 92% de los graduados en estudios ligados a la salud encuentra trabajo en los dos primeros años tras acabar los estudios. Sin embargo, también es uno de los países con mayor fuga de talento de la UE, donde se prevé que en los próximos años unos 50.000 profesionales se jubilarán, existiendo además unas 90.000 plazas vacantes en enfermería.

Por otro lado, la formación académica vive un momento de especial tecnificación y especialización que, sin dejar de lado los modelos tradicionales, debe adaptarse a esta nueva situación.

Para dilucidar estos y otros interesantes retos, LA RAZÓN ha organizado una mesa de debate bajo el tema Empleabilidad y Talento en el Sector Biosanitario, que ha contado con la presencia de expertos y personalidades tanto del mundo académico como de empresas del sector.

Han compuesto la mesa Tomás Chivato, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, Olga Ginés, directora gerente de la Fundación Hospitalarias, David Baulenas, director corporativo de Asistencia, Calidad e Innovación de Vithas, y Esther Estepa, directora corporativa de Personas, Docencia e Investigación de Viamed Salud. El debate ha estado moderado por la periodista Cristina Ruiz, que ha guiado la conversación hacia los temas más relevantes relacionados con el sector.

Tras un primer momento en el que los ponentes pudieron presentarse, la moderadora introdujo el primer tema de conversación. Además de las competencias teóricas tradicionales, actualmente es necesario formar a los alumnos en otro tipo de competencias. Por ello, Tomás Chivato explicó que «en el CEU los alumnos reciben de manera transversal formación en Humanidades, Ética y Comunicación» a través de asignaturas troncales en todos los grados. Para Chivato, es esencial que un futuro profesional de la salud sea capaz de diagnosticar con precisión, pero también debe comunicarse de manera eficaz con sus pacientes y con el resto del equipo del centro sanitario.

Un punto en el que coincide Olga Ginés, que aboga por la «gestión a través de la sonrisa». En la Fundación Hospitalarias el cuidado está por encima de todo, superando al propio paciente para atender también a la familia. «No se puede atender de cualquier manera. El cuidado es igual de importante que la técnica», explicó Ginés.

Para David Baulenas, todo lo aprendido durante los años de carrera universitaria viene completado con los años de prácticas en los hospitales y centros sanitarios. «La presencia de estudiantes en los hospitales revitaliza los equipos y obliga a los profesionales a estar al tanto de los últimos avances y técnicas, por lo que la formación continua está asegurada, con todos los beneficios que conlleva, tanto para profesionales como para pacientes», comentó.

Esther Estepa coincide con este planteamiento. Al igual que Chivato, cree que la práctica y la simulación con casos y escenarios reales es fundamental para que los estudiantes sepan desenvolverse en entornos que serán cotidianos en un futuro próximo.

Por este motivo, «es muy importante que estén en contacto con todos los departamentos y equipos de los hospitales. «Es muy necesario introducir y hacer partícipes a los estudiantes de los diferentes comités que existen en un hospital, desde los comités de ética hasta los de tumores o especialidades menos comunes, aunque no tengan que ver son la especialidad que han elegido para la residencia», explica Baulenas.

En este sentido, la conexión directa y recíproca de centros sanitarios con universidades y centro de formación es esencial, y un punto importante es lograr que el claustro docente sea también parte del equipo profesional de los hospitales, logrando así una completa convergencia entre los contenidos teóricos con los periodos de prácticas de los alumnos en los centros sanitarios. De hecho, explica Chivato, «en el CEU los alumnos tienen prácticas en centros y casos reales desde tercero de carrera, además de los programas de formación en simuladores que se están desarrollando».

IA y humanización

Otro tema que se trató en la mesa de debate fue la integración de la tecnología y la inteligencia artificial (IA) en los procesos médicos. Una integración que, a todas luces, se presenta como una gran oportunidad para la mejora de los diagnósticos, tratamientos y cercanía con el paciente.

«Gracias a un esfuerzo sin precedentes, en Vithas hemos conseguido unificar todas las historias clínicas de nuestros pacientes, lo que supone una cantidad enorme de datos que, bien tratados, pueden aportar mucha luz a la hora de aplicar tratamientos o hacer diagnósticos más certeros», explicó Baulenas.

En este sentido, Tomás Chivato apuntó a la adaptación de los grados y planes de estudio a esta nueva corriente. «En el CEU tenemos nuevos grados que responden a esta creciente demanda. Por ejemplo, el programa de Bioinformática y Datos Masivos o el de Genética son muy novedosos y necesarios, pues lo realmente importante a la hora de trabajar con los datos es su uso responsable y con una misión clara: mejorar la calidad de vida de los pacientes», comentó el decano.

Para Olga Ginés, la integración de la IA en el día a día del sector biosanitario es una gran oportunidad, pues «el paciente percibe más cercano a un médico cuando éste le habla mirándole a los ojos, y no tecleando en un ordenador». Esther Estepa coincide en la oportunidad que supondría una correcta integración de la tecnología, más allá de los avances técnicos.

Sobre este punto, Tomás Chivato hizo un comentario muy acertado. «Enseñamos a nuestros alumnos que no todo lo que es técnicamente posible es éticamente aceptable, por eso es importante que durante todos sus estudios reciban la formación en Humanidades y Ética».

Investigación

También, y como un pilar fundamental en el propósito de las Universidades, se habló de investigación. «España es un país con vocación de investigar», comentó Baulenas. Sin embargo, la falta de inversión y fondos para ello hace difícil el proceso.

No obstante, el afán personal de los profesionales que eligen la carrera investigadora y docente es tal que muchas veces las investigaciones salen adelante de manera altruista. «Para nosotros es esencial fomentar y estimular el deseo docente e investigador de los profesionales que desean cursas doctorados», coincidieron Chivato y Baulenas. De esta manera, continuó Baulenas, «conseguimos dar continuidad al círculo virtuoso de asistencia, docencia e investigación».

Como añadido, Tomás Chivato comentó que en las universidades, además de los doctorados, existen las cátedras, que impulsan la investigación.

«La investigación es fundamental para atraer y retener el talento», comentó Esther Estepa. Desde este punto de vista, España es una de las grandes potencias en investigación, y el gran reto de autoridades e instituciones es lograr que el talento se quede en nuestro país para lograr así una mejor asistencia y docencia.

A modo de conclusión, los ponentes pudieron exponer un último argumento, antes del cierre de la mesa por parte de la moderadora.

Esther Estepa realzó el «esfuerzo del sector por adaptarse, por ser sostenibles y ofrecer la mejor experiencia a pacientes y profesionales».

Por su parte, Olga Ginés se mostró «orgullosa de trabajar en este sector», poniendo en valor la formación continua y la retención del talento para fomentar una «atención con valores».

Para David Baulenas la «formación continuada es fundamental, pues impacta directamente en la calidad de los profesionales y en la mejora de la salud de los pacientes».

Por último, y cerrando la mesa de debate, Tomás Chivato comentó que la «formación práctica en simuladores y centros hospitalarios es actualmente fundamental para tener profesionales competentes y responsables».