El alquiler envejece. No la antigüedad del parque de viviendas en arrendamiento sino la edad media de los que las alquilan. Según el último estudio de la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) y la Sociedad Española de Alquiler Garantizado (SEAG) realizado sobre la base de las operaciones de arrendamiento realizadas en 2025, en cinco años, la edad media de las personas que buscan una vivienda de alquiler de larga estancia en España ha crecido un 11,9%, situándose en los 36 años este año frente a los 32,16 años en 2020.

De hecho, las agencias inmobiliarias consultadas indican que la franja mayoritaria se sitúa, actualmente, entre los 30 y 40 años, en el 62,9% de los casos, seguida de la de entre 40 y 50 años (21,6%) y de la de entre 20 y 30 años (13,9%).

El incremento de los precios del alquiler, que no paran de subir desde hace años, está para José María Alfaro, presidente de FAI, detrás de este aumento de la edad media de los inquilinos. Según explica Alfaro, en España hay un cada vez mayor retraso en la edad de emancipación de los jóvenes debido a la combinación de "salarios bajos y alquileres altos". "La entrada tardía al mercado laboral y los ingresos limitados [de los jóvenes] les dificultan la acumulación de ahorros suficientes para independizarse", añade.

Aunque siempre se ha vinculado la dificultad de los jóvenes al acceso de la vivienda en propiedad a sus dificultades para ahorrar el dinero necesario para acometer la entrada y otros gastos, lo cierto es que este muro también existe en el alquiler. Según un análisis que realizó Fotocasa a finales de 2024, el 48% de los jóvenes de entre 18 y 24 años ha tenido que solicitar ayuda para afrontar los gastos iniciales del alquiler como son, por ejemplo, las fianzas. Un porcentaje que es sensiblemente superior a la media (30%).

Los elevados precios, además, tienen otra derivada, ya que según Alfaro, "estas personas se ven obligadas a migrar hacia un segundo o tercer anillo periférico para poder tener una mínima renta disponible que les permita hacer una vida normal". Según el estudio, el 30,16% de la demanda se ha desplazado de las principales ciudades o capitales de provincias a la periferia.

Las inmobiliarias aseguran que el precio medio mensual más demandado para una vivienda de alquiler se sitúa en 766,14 euros. Sin embargo, la renta media por la que se alquilan las viviendas se sitúa en los 895 euros.