
País Vasco
España “pierde” este territorio vasco desde este 1 de agosto
La soberanía del condominio más pequeño del mundo, la Isla de los Faisanes, pasa a manos francesas durante los próximos seis meses, un ritual diplomático que se repite inalterado desde hace más de un siglo y medio

Desde hoy, 1 de agosto de 2025, y hasta el próximo 31 de enero, España ha cedido temporalmente la soberanía de la Isla de los Faisanes, uno de sus territorios más singulares. Este pequeño islote fluvial, enclavado en medio del río Bidasoa, en la frontera natural que separa Irún (Guipúzcoa) de la localidad francesa de Hendaya, se convierte a partir de esta mañana y durante seis meses en dominio galo, en cumplimiento de un acuerdo diplomático que lo convierte en el condominio más pequeño del mundo.
Este cambio de manos, que se produce dos veces al año de forma metódica y ceremonial, no implica movimientos de tropas ni tensiones fronterizas. Al contrario, es un símbolo de la paz y la cooperación que ha perdurado durante siglos entre ambas naciones. La ceremonia de traspaso es un acto discreto, protagonizado por los comandantes navales de San Sebastián y Bayona, junto a autoridades locales como los alcaldes de Irún y Hendaya, que refrendan la continuidad de este particular estatus.
Con una superficie de apenas 6.820 metros cuadrados y una frondosa vegetación, la isla no tiene habitantes ni construcciones permanentes, más allá de un monolito que conmemora su trascendental pasado. De hecho, el acceso al público está restringido y solo se permite en contadas ocasiones, como durante las jornadas de patrimonio o para visitas oficiales, lo que ha contribuido a preservar su aura de enclave histórico.

Un escenario para la paz europea
La relevancia de la Isla de los Faisanes va más allá de su tamaño. Fue en este pedazo de tierra neutral donde se gestó uno de los hitos diplomáticos más importantes del siglo XVII: la firma del Tratado de los Pirineos en 1659. Tras más de veinte conferencias entre los representantes de las coronas española y francesa, Luis de Haro y el Cardenal Mazarino pusieron fin a una guerra que se había prolongado durante décadas.
El acuerdo se selló con un enlace real: el matrimonio entre el rey Luis XIV de Francia y la infanta María Teresa de Austria, hija del monarca español Felipe IV. Un año después, en 1660, ambos reyes ratificaron el tratado en la propia isla, un evento que contó con la presencia del célebre pintor Diego Velázquez como aposentador real. A lo largo de la historia, el islote también sirvió como lugar para el intercambio de prisioneros y otros actos protocolarios entre ambas monarquías.
A pesar del tratado de paz, la isla continuó siendo fuente de pequeñas disputas, principalmente entre los pescadores de ambas orillas del Bidasoa. Para evitar conflictos y que el islote se convirtiera en un territorio sin ley, en el siglo XIX, con la firma del Tratado de Bayona de 1856, España y Francia acordaron formalizar la soberanía compartida.
Así nació el régimen de condominio que perdura hasta hoy: España ostenta la jurisdicción del 1 de febrero al 31 de julio, y Francia toma el relevo del 1 de agosto al 31 de enero. Durante su semestre, cada país asume las tareas de mantenimiento y cuidado de la vegetación de la isla.
Curiosamente, el nombre del islote no tiene que ver con la presencia de estas aves. Se cree que deriva de un error de traducción del francés. En la antigüedad, la zona era conocida como "Pausua" (paso, en euskera), que derivó en el francés "Île des Paussans" y finalmente en "Île des Faisans", que se tradujo literalmente al castellano. Para los locales, especialmente en euskera, aún resuena el nombre de 'Konpantzia', en alusión a las conferencias que allí se celebraron.
Así, cada 1 de agosto, España "pierde" simbólicamente este enclave vasco, un recordatorio de que las fronteras, más que líneas de división, pueden ser también espacios de encuentro y convivencia pacífica forjados a lo largo de la historia. Incluso de las maneras más curiosas.
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