Ampliación del Canal de Panamá
Principio de acuerdo para seguir las obras del Canal
Según el administrador del Canal, Jorque Quijano, el acuerdo está a la espera de que Zúrich, aseguradora del proyecto, confirme su adhesión y podría cerrarse definitivamente "en un par de días", al tiempo que marcó un plazo de una semana para que esté firmado y permita retomar la obra.
Tras el «gatillazo» de la pasada semana, cuando el Gobierno panameño dio casi por hecho un acuerdo para resolver el contencioso abierto en torno a las obras de ampliación del Canal de Panamá que ni el propio gestor de la vía (ACP) ni el consorcio constructor (GUPC) nunca vieron cerca, la Administración del Canal de Panamá volvió ayer a abrir la expectativa a una solución negociada con Sacyr y sus socios. Su responsable, Jorge Quijano, aseguró que ambas partes han alcanzado un «principio de acuerdo» para zanjar la crisis que, no obstante, sólo llegará a buen puerto si Zurich, la aseguradora del proyecto, se suma al mismo. El pacto, advirtió Quijano, debe cerrarse antes del martes de la próxima semana, fecha que el Canal ha fijado como límite para buscar un acuerdo con el contratista. Si no, insistió en que la ACP asumirá el proyecto. «No tenemos miedo a acabar nosotros la obra, en la que faltan trabajos estimados de entre 963 y 1.037 millones de euros», declaró.
Propuesta de Zurich
El principio de acuerdo se ha producido después de que Quijano mantuviese una conversación de casi hora y media con los responsables de Sacyr, Impregilo y Jan de Nul, miembros del consorcio constructor, días después de que el pasado día 4 expirase el plazo que se habían dado inicialmente para hallar una solución. Una vez que ambas partes han acordado que sean los organismos de arbitraje los que decidan sobre los 1.200 millones de euros en sobrecostes que el GUPC le reclama a la ACP, el escollo principal era cómo dotar de liquidez al proyecto para concluirlo. Según explicó durante su comparecencia ante la Asamblea Nacional de Panamá, el pacto se ha alcanzado después de que la ACP haya aceptado la moratoria solicitada por el consorcio para devolver los anticipos por valor de 783 millones de dólares –unos 580 millones de euros– adelantados por el ente panameño. Además, para garantizar la aportación de nuevos fondos, se ha optado por la propuesta realizada por la aseguradora del proyecto, Zurich, que pasa por convertir en un aval para un préstamo la fianza de 400 millones de dólares –unos 297 millones de euros– que la compañía de seguros dio al proyecto, y por que tanto el Canal como el consorcio aporten otros 100 millones de dólares –unos 74 millones de euros– cada uno. Lo que falta ahora, explicó Quijano, es que Zurich se adhiera a la solución, algo que parece bastante factible dado que las partes han optado por la solución puesta sobre la mesa por la aseguradora. De ser así, la crisis podría cerrarse en un par de días.
Otros acuerdos
Financiación al margen, ambas partes se habrían puesto también de acuerdo, grosso modo, en la mayoría de los cinco temas que hay sobre la mesa, como la reanudación de las obras, paralizadas totalmente el pasado día 5. También habría sintonía en el asunto de las compuertas, presupuestas en 1.100 millones de dólares –unos 814 millones de euros–. La empresa italiana que las construye, Cimolai, ya ha entregado cuatro de las dieciséis que tiene que fabricar y tiene otras tantas en Italia que todavía no ha enviado pero que, según el Canal, ya están pagadas. Ambas partes habrían fijado un calendario para entregarlas, así como un nuevo «cronograma» actualizado para las obras. El conflicto y la paralización de los trabajos van a suponer un retraso añadido a la demora ya acumulada. El propio Quijano reconoció ayer que la nueva fecha de finalización sería entre octubre y diciembre de 2015, frente al mes de agosto previsto hasta ahora.
El nuevo retraso tendrá un impacto en las cuentas de la ACP. Según sus cálculos, generará un «lucro cesante», es decir, lo que el Canal no ingresará en esos meses, de 95,3 millones de dólares –unos 70 millones de euros–.
Fuentes citadas por la agencia Reuters aseguraron que la ACP y el GUPC también habrían fijado la fecha para hacer las pruebas de las nuevas estructuras y los pagos para las subcontratas y proveedores de las obras del tercer juego de esclusas que están en curso.
Pese al anuncio público de la ACP, Sacyr declinó hacer cualquier tipo de comentario y el propio Quijano admitió que tan sólo se trata de un acuerdo verbal. «La verdad es que todavía no hemos concluido el acuerdo por escrito, no queremos decir que hemos sido exitosos hasta que esté plasmado», se cuidó de advertir.
A pesar de que a lo largo de las conversaciones el mantra del responsable del Canal de Panamá ha sido que no iban a permitir ningún «chantaje» de Sacyr y sus socios, lo cierto es que también ha reconocido que la solución más rápida y económica es que el consorcio que lidera la compañía española siga con los trabajos y los concluya. Ayer, detalló que en el hipotético caso de que el principio de acuerdo se vaya al traste, el retraso sería mayor y tendría un sobrecoste que llegaría a los «400 millones de dólares», exactamente el monto del seguro en manos de Zurich, explicó. La Junta de Resolución de Conflictos (DAB, por sus siglas en inglés), uno de los órganos de arbitraje recogidos en el contrato del proyecto, calcula que en el caso de que la ACP cambiase de contratista, el retraso en la conclusión de las obras podría oscilar entre los tres y los cinco años. E Impregilo, el socio italiano de Sacyr en el consorcio, calcula que cada año sin el tercer juego de esclusas priva al Estado panameño de unos ingresos que superan los 4.000 millones de euros.
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