Entrevista
«La calle es de todos y para todos, pero hay que saber hacerla»
Tras habilitar a economistas, graduados y transportistas a hacer gestiones en la DGT, los gestores avisan: «No todo es un trámite»
El Gobierno ha abierto la gestión de los trámites de la Dirección General de Tráfico (DGT) –los relacionados con matriculaciones y transferencias– a otros colegiados como graduados sociales, economistas o incluso a los propios transportistas. Hasta ahora esta gestión la realizaban solo los gestores administrativos, que avisan de que «no es una cuestión tan fácil».
La Administración afirma que España es uno de los países más avanzados en la tramitación electrónica, ¿es cierto?
Es cierto, pero no es toda la verdad. En España se hace un uso muy importante de los certificados digitales, pero hay que completar la afirmación. Quienes realmente utilizan esos certificados no son los ciudadanos, sino los colaboradores sociales – gestores administrativos, economistas, abogados, graduados y otros colaboradores sociales – que les representan ante las diferentes administraciones, siendo los gestores administrativos uno de los principales presentadores. España es un país donde la tramitación telemática es muy importante. Piense, por ejemplo, en las matriculaciones de vehículos. Se tramitan telemáticamente por los colaboradores sociales.
En relación con las matriculaciones, ustedes han renovado recientemente su acuerdo con la Dirección General de Tráfico para facilitar estos trámites.
Nuestra relación con Tráfico proviene de 1977, cuando nos facultan a los gestores administrativos a emitir un certificado profesional que permite que los vehículos en trámite de matriculación circulen mientras se perfecciona el trámite. Hace 15 años, el Consejo General de los Colegios de Gestores Administrativos (CGCGA) asumió una encomienda de gestión de la DGT para tramitar la matriculación y la transferencia de vehículos. Después de 15 años y más de 30 millones de euros de inversión en plataformas tecnológicas, hoy una matriculación se realiza en unos pocos minutos, igual que una transferencia de cualquier vehículo. Y vista nuestra capacidad y nuestra eficacia, hemos ido ampliando el catálogo de productos y servicios que la DGT nos ha encomendado y que han permitido eliminar colas, eliminar retrasos en las gestiones y han permitido atender al ciudadano casi, casi, en tiempo real.
¿Y qué ventajas se han conseguido estos años?
Hemos logrado que apenas existan incidencias, y si es el particular quien presenta u otros profesionales, las incidencias ascienden a un 33%. ¿Sabe usted qué nivel de incidencias tenemos nosotros? El 0,01%. Algunas colas han vuelto a las Jefaturas Provinciales de Tráfico como consecuencia de algunos trámites de los que no tenemos mandato.
Economistas y graduados sociales han firmado acuerdos recientemente con la DGT para poder llevar a cabo matriculaciones y transferencias. ¿Les preocupa la competencia?
Le queda a usted por citar a los transportistas, pues son las tres organizaciones quienes han alcanzado un acuerdo con la DGT de forma comanditaria. Mire, por definición, la competencia es necesaria, lo sabe usted, lo sé yo y lo sabe media España. ¡Cómo vamos a estar en contra de la competencia! Nosotros somos los primeros que denunciamos la falta de ésta en algunos ámbitos de nuestra economía. Si descendemos a lo micro, puede haber compañeros que teman por su «negocio», es lógico y legítimo. Pero yo les recomendaría que siguieran trabajando con tranquilidad. Hace años, la DGT firmó un acuerdo con Correos para que pudieran tramitar en materia de vehículos. Sobre el papel, la idea era estupenda: miles de oficinas en cada rincón de nuestro país, miles de empleados, tecnología avanzada… pero no funcionó, más bien fue un fracaso absoluto. En mi opinión, faltaba preparación, la tecnología no es fácil, los expedientes deben prepararse de una forma concreta… en fin, que no funcionó. Lo que sucede es que, al final, se olvida tanto a la Administración, a Correos y a la calle este fracaso.
Pero, ¿cuál es el secreto?
Le voy a desvelar un poquito nuestro «know how». Esto no va de un papel, ni de darle a un botón, si de «aprovechando que te asesoro te matriculo un vehículo». No, esto va de planificación, esto va de organización, va de conocimiento de la materia: fiscal, laboral, administrativo y gestión. De saber hacer, de implicación colegial, porque externalizar los trabajos significa enseñarle el negocio a un tercero, que terminará quitándotelo. Y, sobre todo, de inversión, mucha inversión, de los capitales económicos colegiales y de capital humano dedicado a esto. Y de compresión de los compañeros, pues cuando decides dedicarte a una rama concreta, los que se dedican a otra rama se quejan de que inviertes más en la otra.
¿Temen la competencia?
He comentado en muchas ocasiones que la competencia de los gestores administrativos en tráfico son los propios gestores administrativos. Y esa ya es una gran competencia: todos disponen de las mismas herramientas tecnológicas –recuerde que antes le decía que hemos invertido más de 30 millones de euros en los últimos años– y de la
¿Algún problema supondrá que entren otros actores en este mercado, en el que hasta ahora se encontraban solos?
Les deseamos suerte a nuestros colegas. Será bueno para todos y, sobre todo, para los ciudadanos. Pero ya hemos visto a otros, como le decía antes, intentarlo y no es fácil. Son más 15 años de experiencia con la encomienda de gestión. Y como ya he dicho, no se trata solo de la tecnología, si no de saber qué hacer cuando los trámites se encallan, cuando te cambia el circuito porque la Jefatura correspondiente no funciona… y hay que actuar de forma rápida. Es que no todo es trámite a trámite, uno a uno. Aquello de Simeone de «partido a partido» aquí no funciona. Se te empiezan a acumular trámites, o te llega una flota, o tienes un ciberataque… O una pandemia que cierra todo. Y hay que conocer bien cómo funciona el circuito, donde tienes que llamar o qué soluciones puedes utilizar como alternativa. Porque puede fallar la tecnología, o puede fallar Tráfico (no funcionan igual todos los organismos de la DGT). Y de pronto llega el día 30 del mes, y con él, el cumplimiento de los objetivos de tu cliente, y tienes que abandonar cualquier otra actividad de tu despacho porque un vehículo (considerado individualmente su facturación es nula para el despacho) se puede cargar el «rappel» del cliente y sus objetivos de todo un año. O si decide, porque no es rentable, no hacerlo ese día…
Parecen demasiadas variables a tener en cuenta.
Hasta ahora hemos hablado desde el punto de vista del tramitado y de la Administración. Pero hay que salir al mercado a ganar clientes. Todo eso lleva inversión, esfuerzos y tiempo. Pero, le insisto, los gestores administrativos estamos acostumbrados a la competencia, pues nosotros mismos somos nuestros propios competidores. Y cada año acceden a la profesión más de 300 profesionales a los que formamos y damos las mismas herramientas que al resto de compañeros. La calle es de todos y para todos, pero hay que saber hacer la calle.
Ustedes también piden actuar en la jurisdicción social, lo que sería competencia de abogados y graduados sociales.
Claro, y seguiremos ampliando nuestro catálogo de servicios y productos a ofrecer a los clientes. En primer lugar, la jurisdicción social, en su primera instancia, no necesita ni a graduados, ni a abogados, solo requiere la presencia de un «hombre bueno» que ayude al interesado. Nosotros no solo podemos ejercer como hombres buenos, es que llevamos a decenas de miles de autónomos y empresas lo relacionado con lo laboral. Vamos, que llevamos pisando ese terreno desde hace mucho tiempo. De hecho, somos su primera línea de defensa: en el SMAC, en recursos administrativos, etc. En segundo lugar, desde antes de promulgarse la Ley 11/2007 de acceso electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos, yo ya advertí que o invertíamos en tecnología o estábamos acabados. Y el colectivo ha invertido en tecnología. Contamos con cinco plataformas tecnológicas, más una plataforma que aglutina todo lo relacionado con tráfico. Estamos preparados para acometer cualquier desarrollo que permita digitalizar un trámite y facilitar la vida al ciudadano. Y si no tenemos más acuerdos y más desarrollos es porque algunas administraciones no son capaces de «mantenernos» el ritmo. Todavía tengo en el recuerdo cuando firmamos un convenio todas las profesiones jurídicas (nacionalidades). Un año más tarde, solo los gestores administrativos habíamos terminado el proyecto y pudimos empezar a tramitar. Insisto, hay que invertir mucho tiempo y mucho dinero, hay que dedicarse en exclusiva a cada proyecto y, además, hay que dedicarles tiempo a los diferentes colegiados. Todo ello en cuerpo y alma, abandonando como dirigente tu propio despacho, y esto es muy difícil si no tienes un equipo que te respalde.
¿Y cuál es la importancia que deben tener los Colegios y los colegiados en todo esto?
Hemos sido los primeros en ver el papel importante que deben ocupar los Colegios en todo este circuito. Y no es de ahora, esto viene de muy atrás. Estamos promoviendo el nacimiento del justificante profesional, donde el Colegio certifica que el trámite está realizándose conforme a lo requerido por el organismo correspondiente. El propio Colegio da el visto bueno para que el trámite se le remita al organismo, lo que reduce los trámites con errores, pues 1 de cada 3 expedientes que remite el ciudadano directamente es devuelto por errores o requiere más información o subsanaciones, frente a errores inferiores al 0,01% cuando el expediente lo remite el Colegio. Y, además, queremos convertir a los colaboradores sociales en agentes habilitados, y para serlo hay que demostrar capacidad y herramientas.
Entonces, ¿la reserva de actividad está justificada o todos deben competir en igualdad de condiciones?
La reserva de actividad está justificada en muy pocas profesiones y por razones muy claras: abogados, médicos, arquitectos y farmacéuticos son los casos más claros. Para el resto, debemos estar compitiendo en igualdad de condiciones, y la Administración no debe fomentar monopolios. Y, si le digo la verdad, es algo que tiene que mirar en algunos casos la Administración. Sin ir más lejos, DGT abre sus puertas a aquel que quiera intentarlo; otra cosa es que ante el fracaso, se las cierre. Algunas profesiones consideran que este o aquel Ministerio son «suyos», y los propios Ministerios así actúan, como si fueran de esta u otra profesión. Y al igual que cualquier profesión tiene derecho a competir, todos somos «hijos» de nuestra Administración. Esperemos que el «favoritismo» del hijo preferido desaparezca en todos los sentidos. Y si no desaparece, la Comisión Nacional de la Competencia tendrá que decir algo. ¿o no?
Hace unos meses hicieron una demostración de récord en el Parlamento Europeo.
En 30 minutos obtuvimos un certificado digital por vídeo personación, obtuvimos un certificado de antecedentes penales por delitos sexuales, matriculamos un vehículo y explicamos quienes somos los gestores administrativos.
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