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Empleo

El recado del líder de UGT a Yolanda Díaz: la reducción de la jornada "hay que pactarla con las empresas"

El frente de Yolanda Díaz para reducir la jornada laboral antes de fin de año choca con la cautela de su socio de Gobierno y con la dura crítica del histórico sindicalista Cándido Méndez

Cándido Méndez en 'Espejo Público' Atresmedia

Una crítica sin paliativos que apunta directamente a la vicepresidenta segunda. El exsecretario general de UGT, Cándido Méndez, ha acusado a Yolanda Díaz de convertir la reducción de la jornada laboral en un "ariete electoral" para un mero beneficio político. Según el veterano sindicalista, la líder de Sumar está priorizando la pugna partidista por encima de la búsqueda de acuerdos amplios que realmente puedan beneficiar al conjunto de la sociedad. “Tres cosas. Primero, estoy de acuerdo. Segundo, esto habría que hacerlo por el diálogo social. Y tercero, la vicepresidenta tiene la característica -que no es virtud- de convertir temas con gran consenso en un ariete electoral”, ha declarado en el programa Espejo Público de Antena3.

De hecho, Méndez advierte que esta forma de proceder es contraproducente. En su opinión, la estrategia confrontativa de la ministra de Trabajo no solo generan tensiones innecesarias dentro del propio Gobierno de coalición, sino que además termina por bloquear iniciativas que, de otra manera, podrían prosperar. La consecuencia, a su juicio, es la frustración de pactos que serían positivos para el país.

En este sentido, el análisis del exdirigente sindical respalda por completo la postura defendida por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. El titular de la cartera económica ha enfriado las expectativas de Sumar al insistir en que cualquier avance debe ser fruto del diálogo social. Para la parte socialista del Ejecutivo, la negociación con sindicatos y empresarios es una condición indispensable antes de cualquier paso legislativo que “no puede improvisarse”.

La exigencia de diálogo social frente a la estrategia electoral

Asimismo, esta disparidad de criterios ha reabierto una profunda grieta interna en el seno de la coalición. Mientras el ala de Sumar presiona para que la medida se implante con la máxima celeridad, sus socios socialistas abogan por un proceso mucho más pausado y consensuado, dejando claro que no tienen intención de acelerar los plazos sin un acuerdo previo con los agentes implicados.

Por otro lado, este pulso por la jornada laboral no es un hecho aislado. Se suma a otras controversias recientes, como la relativa a la ampliación del permiso retribuido por el fallecimiento de un familiar, evidenciando de nuevo el choque de visiones dentro de la coalición. La diferencia fundamental sobre cómo y cuándo legislar en materia laboral vuelve a poner de manifiesto las dificultades de convivencia entre los socios de Gobierno.