Energía
Repsol buscará "mecanismos" que le permitan seguir con su actividad en Venezuela tras el veto de EE UU
Imaz asegura que mantienen un diálogo "abierto y fluido" con la Administración Trump
Repsol considera que existen alternativas para que pueda seguir operando en Venezuela pese al veto impuesto por Estados Unidos a su actividad en el país suramericano. El consejero delegado de la compañía energética española, Josu Jon Imaz, ha asegurado que van a "buscar mecanismos" que le permitan seguir con su actividad en Venezuela a pesar de la decisión del Gobierno de Donald Trump de revocar los permisos y exenciones concedidas a varias empresas, incluida la española, para exportar crudo desde ese país.
"Vamos a ver si somos capaces de buscar mecanismos que puedan permitir que sigamos con nuestra actividad en este país, que nunca ha sido fácil, pero que, lógicamente, tenemos también una responsabilidad en la medida en la que prácticamente una parte importante del sistema eléctrico del país también depende de nuestra producción", ha explicado Imaz en el evento "Wake Up, Spain!" organizado por "Invertia-El Español".
"Siempre hemos respetado y respetaremos todo el ámbito de legislación internacional relativa a sanciones", ha dicho el directivo, que ha explicado que siguen teniendo un "diálogo abierto y fluido" con Estados Unidos. "El diálogo está abierto, seguimos hablando y tratamos de buscar mecanismos", ha añadido Imaz, que ha valorado positivamente "todo el apoyo" que están recibiendo del Gobierno español y del Ministerio de Asuntos Exteriores, particularmente en esta materia.
Notificación
El presidente de EE UU, Donald Trump, ha notificado a los socios de la petrolera estatal venezolana PDVSA -entre ellos la española Repsol- que sus permisos para exportar crudo y derivados de Venezuela quedan cancelados. Entre las compañías afectadas están la italiana Eni, la estadounidense Global Oil Terminals, la francesa Maurel & Prom y la india Reliance Industries, que recibieron permisos para operar con crudo venezolano en sus refinerías, de manera excepcional a las sanciones contra el chavismo.
En el caso de Repsol, que lleva operando en Venezuela desde 1993, mantiene una relación contractual con PDVSA en Venezuela a través de la empresa mixta Petroquiriquire, de la que posee un 40%. Esta colaboración está orientada a la explotación de campos petroleros como Mene Grande, Barúa Motatán y Quiriquire, y busca aumentar la producción petrolera y gasista del país. En 2024, Venezuela duplicó el envío de petróleo a España, alcanzando máximos de dos décadas. Este crudo es procesado por Repsol en refinerías españolas como parte del pago de deudas pendientes, algo que hasta ahora habían autorizado las autoridades estadounidenses en virtud de distintas licencias.
Al cierre de 2024, el saldo de la deuda histórica ascendía a 634 millones de dólares.