Repsol halla la mayor fuente de crudo en 30 años en EE UU

La petrolera localiza un yacimiento en Alaska con 1.200 millones de barriles de petróleo de alta calidad. La producción empezará en 2021

La fría y lejana Alaska va a calentar el negocio de «upstream» –exploración y producción– de Repsol en los próximos años. La petrolera española, junto a su socio Armstrong Energy, ha descubierto el mayor yacimiento convencional de hidrocarburos de los últimos 30 años en Estados Unidos en el más septentrional e inhóspito de los estados de la Unión. Según informó ayer la compañía que preside Antonio Brufau, los pozos del hallazgo, ubicados en la formación Nanushuk y denominados Horseshoe-1 y Horseshoe-1A, albergan unos recursos contigentes estimados en 1.200 millones de barriles recuperables de crudo ligero de buena calidad.

En el pozo Horseshoe-1, que tiene una profundidad de 1.828 metros, se descubrió una columna neta de petróleo de más de 46 metros. En Horseshoe-1A, que llegó a una profundidad de 2.503 metros, se encontró una columna neta de crudo de 30 metros.

La puesta en producción de los pozos dará un fuerte empujón al negocio de «upstream» de Repsol en Estados Unidos. La compañía tiene previsto que el bombeo de hidrocarburos se inicie en 2021 y cuando alcance su pico, estima que su producción llegue a los 120.000 barriles equivalentes de petróleo al día, la mitad de los cuales corresponden a la compañía española y el resto a Armstrong Energy. Esos 60.000 barriles representan el 8,6% del total de la producción que alcanzó la compañía el pasado ejercicio, 690.200 barriles equivalentes de petróleo día, un 23% superior a la de 2015, principalmente por la contribución, entre otros, de sus activos en Norteamérica, según destacó en su presentación de resultados de 2016. En esta zona, la petrolera bombea en este momento 181.900 barriles de crudo, por lo que 60.000 adicionales representarían un incremento del 33%. En Estados Unidos, la producción fue el pasado año de 120.373 barriles equivalentes por día.

La empresa tiene previsto que un porcentaje significativo de los recursos identificados se reclasifiquen como reservas probadas y probables una vez obtenidas las licencias administrativas del proyecto Nanushuk.

Aunque Repsol lleva explorando activamente en Alaska desde el año 2008 y desde 2011 ha realizado diversos descubrimientos en la zona de North Slope, donde se encuentra la formación de Nanushuk, Norteamérica cobró una notable importancia estratégica para la compañía a partir de mayo de 2015. Sirviéndose de los fondos que ingresó en concepto de compensación por la expropiación ilegal de YPF, Repsol adquirió entonces la petrolera canadiense Talisman por 10.400 millones, deuda incluida, reforzando con ello su área exploración y producción, especialmente en Estados Unidos y Canadá.

Después del quebradero de cabeza que le supuso la expropiación de YPF por parte del Estado argentino, la empresa apostó por redirigir su estrategia para centrar sus operaciones en países desarrollados de la OCDE que ofrezcan mayor seguridad jurídica, perfil en el que encajan los activos que tenía Talisman en Estados Unidos y Canadá. A 31 de diciembre de 2016, Repsol tenía derechos mineros en Estados Unidos sobre una superficie neta de 4.436 kilómetros cuadrados, 2.934 kilómetros en exploración y 1.503 en producción/desarrollo. La cartera incluye activos no convencionales en Midcontinent, Marcellus y Eagle Ford, así como Shenzi y varios bloques exploratorios en México y Alaska North Slope. Las reservas probadas netas de líquidos y gas natural se estimaban en unos 369,9 millones equivalentes de petróleo.

Inversiones

Este año, Norteamérica, junto con Latinoamérica y el sureste asiático, serán las tres zonas en las que Repsol invertirá el grueso de sus recursos destinados a «upstream». Sus esfuerzos se centrarán en proyectos de alto valor añadido y se concentrarán principalmente en el desarrollo y construcción de instalaciones en Trinidad y Tobago, Estados Unidos, Brasil, Venezuela, Canadá, Reino Unido, Argelia, Perú, Bolivia, Indonesia, Malasia y Vietnam, según recoge el informe anual de la compañía.

En total, la petrolera que preside Antonio Brufau y dirige Josu Jon Imaz invertirá 3.600 millones de euros, un 12,5% más que los 3.200 millones que empleo el pasado ejercicio. De esta cantidad, 2.700 millones corresponden al área de «upstream», en línea con 2016.

División al alza

Después de varios años complicados por la caída del precio del petróleo, Repsol logró el año pasado darle la vuelta a las cuentas de su área de exploración y producción. La división alcanzó un beneficio de beneficio ajustado de 52 millones de euros, 977 millones más que en 2015, «gracias a la flexibilidad y capacidad de adaptación de la compañía al nuevo escenario de precios», según detalló la compañía. Este área consiguió un ahorro de más de 900 millones dentro de su programa de eficiencia y sinergias, muy por encima de su objetivo.

El crudo, en mínimos anuales

El mismo día que Repsol realizó su mayor descubrimiento en ocho años, el petróleo tocó mínimos anuales. El precio del barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cayó por debajo del nivel de los 52 dólares el barril. En enero llegó a superar los 56 dólares. Tal nivel no se veía desde el pasado mes de diciembre, cuando los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) alcanzaron un acuerdo para reducir su producción y contener así el desplome de los precios.

La cotización del petróleo se ha visto muy afectada por el temor a que el acuerdo de la OPEP no sea suficiente para impulsar los precios ante la frenética producción de Estados Unidos. Ayer, el Departamento de Energía de este país informó de que las reservas de crudo del país aumentaron durante la semana pasada en 8,2 millones de barriles, hasta un récord histórico de 528,39 millones de unidades. Para relanzar el efecto de los recortes, la OPEP ha anunciado que está en conversaciones con otros países para que se sumen a esta política que ha mantenido el crudo por encima de 50 dólares.