Gobierno
Sánchez resta peso económico y asciende a Montero: número dos del Gobierno y del PSOE
Compensa a Escrivá con los funcionarios tras dejarle sin el premio de Economía
María Jesús Montero da el salto al puesto de número dos del Gobierno y José Luis Escrivá no será ministro de Economía y se conforma con asumir la gestión de Función Pública. Estas son las consecuencias indirectas provocadas por la salida de Nadia Calviño hacia el BEI y el nombramiento de Carlos Cuerpo como ministro de Economía.
Montero pasa de la vicepresidencia cuarta del Ejecutivo a la vicepresidencia primera. Desde esta posición será la encargada de coordinar la gestión ejecutiva. En su nuevo puesto formará equipo con Cuerpo para coordinar la política económica del Gobierno, que tiene importantes retos en el corto plazo: los nuevos Presupuestos de 2024, la vuelta de las reglas fiscales suspendidas –y evitar superar el 3% de déficit en 2024–, la reducción de la deuda pública –que supera el 100% del PIB–, la ralentización económica que ya asoma en el horizonte y la gestión de los fondos europeos. También tendrá que asumir la parte que le corresponda en el contrapeso que, junto a Cuerpo, tendrá que ejercer para controlar las exigencias de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Y, finalmente, gestionar su lado más político como enlace con los socios de Gobierno, que deben sustentar la legislatura. No en vano, Montero asume su condición de mano derecha del presidente tanto en el Gobierno como en el PSOE, algo que no sucedía desde el Gobierno de Felipe González, cuando Alfonso Guerra también se hizo con esos dos cargos.
El salto de Montero para convertirse en mano derecha oficial de Sánchez en el Gobierno ha provocado que la Secretaría de Estado de Función Pública, hasta ahora en Hacienda, pase a formar parte del Ministerio de Transformación Digital, liderado por José Luis Escrivá, que ve reforzadas sus competencias en esta remodelación. De esta manera, Sánchez ha intentado compensar el paso atrás que le obligó a dar a Escrivá tras su salida de Seguridad Social, con la esperanza de asumir la cartera económica, que finalmente ha acabado en manos de Carlos Cuerpo.
Sánchez destacó en su declaración desde Moncloa que el nuevo departamento de Escrivá pasará a llamarse Ministerio para la Transformación Digital y la Función Pública, con el objetivo de aprovechar la «digitalización para mejorar la calidad de los servicios públicos». El presidente del Gobierno aligera así las funciones de la titular de Hacienda, que deberá dirigir una vicepresidencia primera pendiente de la coordinación de la política económica y de la relación con los socios de Gobierno. Por tanto, deja claro que da un paso atrás al peso de la economía en su Ejecutivo e impulsa el peso más político por la presión de sus socios.
La reacción por parte del PP a fue inmediata. Juan Bravo, vicesecretario de Economía del Partido Popular, aseguró que estos cambios en el Gobierno con «una oportunidad perdida para reducir su tamaño. Mismo número de integrantes, mismo número de nóminas, de coches, de asesores...». Además, criticó el movimiento claramente político en la cúpula del Ejecutivo de coalición. «Que la número dos del PSOE sea la número dos del Gobierno, mientras la portavoz del Ejecutivo es también la portavoz de Ferraz, es la demostración de que Sánchez quiere un Gobierno de trinchera y más preocupado por ir al choque con el PP que por dignificar la gestión pública».
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