Inteligencia Artificial
Tras crear OpenAI, Altam propone Worldcoin para responder a los retos de la Inteligencia Artificial
Worldcoin quiere dar una identidad digital a todos los usuarios y educar sobre las posibilidades de la tecnología blockchain
Inteligencia Artificial para responder a los retos de la Inteligencia Artificial. Tecnología blockchain para que todo el mundo pueda entender qué es y cómo funciona y participar en esta nueva economía digital.
Worldcoin es una organización creada por Sam Altam, el fundador detrás de OpenIA (creadora de Chat GPT). Según Ricardo Maceira, Regional Manager para Europa de Worldcoin, Altam se dio cuenta hace tres años que, ahora que las Inteligencias Artificiales Generativas están haciendo que cada vez sea más difícil distinguir lo que ha hecho un humano de una máquina, había que tomar cartas en el asunto. Por eso, se puso a “trabajar en un proyecto que puede, de una forma completamente privada y descentralizada, dar acceso a las personas a una identidad digital”.
Esa es, en esencia, la idea detrás de Worldcoin: que todas las personas puedan tener una identidad digital que permita verificar que son quienes dicen que son y no una máquina o un robot. Pero, además, los usuarios podrán decidir qué tipo de datos y cuánta información desean compartir con terceros.
Tu iris me dirá quién eres
Para construir esta identidad digital, hacen falta varios pasos. Así, la compañía desarrollo The Orb, un dispositivo en forma de esfera que captura tu iris. Si paseas por un centro comercial de las provincias de Madrid o Barcelona es posible que veas una especie de puesto en el que tienen estas esferas de diseño.
The Orb es una máquina que reconoce si la persona que está de frente es un humano y está vivo. Toma dos imágenes de tu iris, realiza un iris code y la añade a una base de datos para verificar que no te has registrado antes y dar el World ID a cada persona. “Es un concepto simple, pero muy complejo de lograr”, asegura Maceira en conversación con La Razón. Además, preguntado sobre qué tratamiento hace la compañía de cada iris escaneado, Ricardo Maceira señala que la compañía no recopila ningún dato. “Simplemente al descargarte la app te pedirá verificar tu número, pero sin tener que introducir tu nombre y apellidos o dirección de correo electrónico”, detalla.
En este punto, cabe señalar que otro componente de este proyecto es la aplicación para smartphone. De hecho, si una persona aún no ha registrado su iris podría tener su propio World ID después de verificarse mediante código enviado al terminal.
En cuanto el usuario se registra en la app, recibe la criptomoneda que está desarrollando la empresa (World Coin Token) que aún no está disponible. “La idea es que las personas que se unan al proyecto tengan un pedazo del mismo, por lo que van a recibir un token todas las semanas”, ahonda el Regional Manager para Europa. Es decir, que la aplicación también permite tener una cartera de criptomonedas, especialmente para comprar USC (un token que está pegado al dólar de Estados Unidos) o comprar tres tipos de monedas cripto que soporta la compañía.
Así pues, todo funciona a través de la tecnología blockchain. “El reto es garantizar que las personas también pueda acceder a la tecnología que permite nuestra aplicación”, señala Maceira. Este experto asegura que este concepto puede ser nuevo para muchos usuarios, por lo que la app también está pensada para que sirva como recursos educativa y ayude a las personas a entender un poquito más sobre lo que es esta nueva tecnología.
Para qué sirve una identidad digital
Maceira detalla que con este sistema cualquiera se podría identificar en cualquier plataforma y no tener que recordar contraseñas ni compartir datos. De hecho, Worldcoin no tiene, a día de hoy, ningún tipo de ingresos aunque se está estudiando la posibilidad de que si otras plataformas (como Twitter) decidieran apostar por esa tecnología como sistema de verificación de sus usuarios se les podría cobrar una suscripción.
Mientras, la generación de ingresos vendrá con el lanzamiento de los propios token de la compañía.
Este responsable también detalla que, en la búsqueda de cómo permitir una identidad digital universal, privada y descentralizada, pronto aparecieron los problemas. “Cerca del 50% de las personas en el mundo no tiene ni pasaporte u otro papel”, detalla Maceira. Para resolver este problema, se pusieron sobre la mesa varias propuestas, como los resultados biométricos. “Si queremos dar acceso a todo el mundo a tener una identidad digital, la información que tienes en tu huella dactilar no es suficiente para garantizar que no haya falsos positivos”, explica. “Y si te haces un corte, tu huella dactilar cambia”, añade.
Por eso, buscando otras posibilidades, surgió el iris. “Es el único dato biométrico, hasta el momento, que tiene información suficiente para distinguir un humano de cualquier otro porque es único a todas las personas”. Además, no tiene ninguna vinculación genética sino que es algo aleatorio. “Esto también garantiza universalidad y privacidad”, defiende.
“Nuestra tecnología es importante porque ayuda a en muchos de los retos de la inteligencia artificial”, asegura este experto que confiesa que la compañía está en conversaciones permanentes con gobiernos y entidades sociales. Tienen un equipo de asuntos públicos y relaciones institucionales para mostrar a la tecnología y educar sobre ella. “Creemos muy firmemente que podemos ser una gran ayuda para saber cómo regular, y a garantizar, que la inteligencia artificial al final funciona de un de un modo que sea benéfico para todos”, sostiene
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