Economía

El turismo fuera de temporada gana seguidores

En los últimos 25 años, el número de visitantes en épocas no estivales ha aumentado casi el doble que en los periodos tradicionalmente de vacaciones (115% frente a un 63,5%). Los turistas de edades intermedias y con ingresos medios y altos son los que más contribuyen a la desestacionalización

El turismo fuera de temporada gana seguidores
El turismo fuera de temporada gana seguidoresAgencia EFE

La desestacionalización se ha convertido en una tendencia consolidada en el turismo en España, con un crecimiento notable de turistas fuera de los meses de verano. El número de visitantes internacionales ha aumentado considerablemente en los últimos años, alcanzando los 93,7 millones de turistas en 2024, el doble de los registrados en 1999.

Sin embargo, el aumento ha sido mucho más fuerte fuera de la temporada alta: entre 1999 y 2024, las llegadas internacionales en julio y agosto aumentaron un 63,5%, mientras que en el resto de los meses la cifra superó el 115%. Este cambio ha reducido la concentración de turistas en los meses de verano. En 1999, los meses de julio y agosto concentraban el 28,5% de las llegadas internacionales, mientras que en 2024 ese porcentaje cayó al 23,2%.

Razones detrás de esta tendencia

¿Qué explica esta tendencia? Para esclarecerlo, los registros internos de CaixaBank han identificado qué destinos y perfiles de turistas están impulsando el cambio. El informe destaca que el mercado europeo es uno de los principales motores de esta desestacionalización. En particular, países como Italia, Reino Unido y Alemania han visto una caída en la proporción de su gasto turístico en los meses de mayor demanda (julio y agosto). Esto contrasta con la categoría «Resto del Mundo», que ha mantenido una proporción de gasto más constante.

La reducción del gasto en verano en turistas europeos es un indicio claro de su mayor dispersión de viaje a lo largo del año. Bajando al detalle de los datos, entre 2019 y 2024, la proporción del gasto turístico internacional durante los dos meses de mayor gasto (julio y agosto) disminuyó un 4,5% en términos agregados, con retrocesos especialmente marcados en el gasto de los turistas provenientes de Italia (–7,3%), del Reino Unido (–6,5%) y de Alemania (–6,2%). En contraste, la categoría «Resto del mundo» apenas redujo un 3,5% su proporción de gasto en dichos meses, lo que confirma el papel determinante del turismo europeo para equilibrar la demanda a lo largo de todo el año.

Los destinos urbanos costeros, los que más avanzan

El análisis geográfico realizado por CaixaBank y obtenido mediante los datos de pagos con tarjetas extranjeras en sus TPV confirma que los destinos urbanos costeros, como puede ser Benidorm que recibe turistas a lo largo de todo el año, son los que han avanzado más en la reducción de la estacionalidad.

Estos destinos han experimentado una caída significativa en la proporción del gasto turístico en los meses de pico, con una disminución del 18,3% en los dos meses de mayor gasto. En comparación, los destinos urbanos no costeros y las zonas rurales presentan una reducción menos pronunciada. Este fenómeno resalta la combinación de atractivos urbanos y de sol y playa como un factor clave para atraer turistas durante todo el año, no solo en la temporada alta.

Los operadores turísticos son conscientes de este cambio y han puesto en marcha iniciativas para atraer al turista a lo largo de todo el año. En el caso de las agencias de viajes ven la desestacionalización y deslocalización como algo positivo. «El turismo contribuye a más del 13% del PIB español, con casi 3 millones de empleos. Somos conscientes de la importancia de una industria que atrajo 94 millones de visitantes internacionales en 2024 y que ya está acercándose a los 100 millones. Pero como toda industria también genera ciertos impactos en negativo, algunas tensiones y algunos inconvenientes como la saturación de determinados destinos turísticos y en determinados periodos del año», resalta José Manuel Lastra, vicepresidente de CEAV (Confederación Española de Agencias de Viajes). «Desestacionalizar significa intentar que los flujos turísticos se distribuyan de una manera más adecuada a lo largo del tiempo, igual que la deslocalización conlleva que determinados flujos turísticos puedan ir de lugares más saturados a destinos menos saturados y en este sentido, las agencias de viaje contribuimos muy directamente en lo que se llama un turismo ordenado».

Turistas de altos ingresos

Respecto al turismo doméstico, los datos internos de CaixaBank, agregados y anonimizados, permiten desglosar el gasto turístico doméstico según la edad de los clientes. Los turistas de edades intermedias y con ingresos medios y altos son los que más contribuyen a la desestacionalización. Entre 2019 y 2024, los turistas de entre 30 y 64 años han reducido significativamente su gasto en los meses de verano, aprovechando la mayor flexibilidad laboral y los precios más competitivos en temporada baja.

Además, la mayor flexibilidad laboral post-pandemia, el teletrabajo y la disminución de las restricciones en las vacaciones han permitido a este grupo viajar en períodos no tradicionales, favoreciendo la dispersión de la demanda. Asimismo, la baja natalidad reduce la dependencia de los calendarios escolares y, por ende, podría facilitar los viajes en periodos menos tradicionales.

El informe también desglosa cómo las franjas de ingresos medios y altos son las que más impulsan esta desestacionalización. Siguiendo la metodología del portal de Economía en tiempo real, CaixaBank divide los hogares entre los de ingresos bajos (menos de 1.000 euros netos al mes), los de ingresos medios (entre 1.000 y 2.000 euros netos) y los de ingresos altos (más de 2.000 euros netos al mes). Así pues, las personas con mayores recursos tienen más capacidad de ajustar sus viajes a fechas fuera de la temporada alta. Este segmento puede aprovechar la baja aglomeración de turistas y los precios más bajos, lo que favorece un patrón de turismo más equilibrado a lo largo del año. En cambio, los individuos de ingresos bajos muestran una menor tendencia a cambiar sus hábitos de viaje.

"Hay que entender que el cliente de hoy en día es un “multicliente” que busca diversas experiencias, y el sector hotelero debe adaptarse a esta nueva realidad»

Sobre cómo percibe la patronal que representa al sector del alojamiento nacional (CEHAT) este «nuevo» turismo fuera de temporada responde su secretario general Ramón Estalleda. «Lo más importante es cambiar el concepto de “cliente”. Un hotel de sol y playa, en el momento en que no hay sol y hace frío, tiende a pensar que no tendrá turistas. Por tanto, debe haber un cambio de mentalidad tanto por parte del cliente como del hotel. Es fundamental adaptarse a un modelo más flexible: convertir un hotel de sol y playa en un hotel de convenciones, que puede funcionar muy bien a un precio más accesible durante todo el año. Un ejemplo claro de esto son los ciclistas alemanes: 400.000 turistas al año que vienen fuera de temporada a montar en bicicleta, ya que encuentran menos coches, temperaturas más agradables y precios más bajos. Esto empezó a suceder en hoteles de Mallorca. Por tanto, hay que entender que el cliente de hoy en día es un “multicliente” que busca diversas experiencias, y el sector hotelero debe adaptarse a esta nueva realidad».

Ciudades como Sevilla, Valencia, Málaga o Bilbao se han convertido en destinos turísticos de todo el año, y ahora Madrid también se ha sumado a esta tendencia. «En Madrid, antes se notaba una estacionalidad en los fines de semana, pero ahora, de hecho, es cuando más gente hay. Los hoteles urbanos han descubierto que tienen más movimiento que hace diez años. Aunque en verano Madrid se queda vacía de madrileños, la ocupación aumenta por turistas de otras partes. El sector lucha por consolidar esta desestacionalización, y estamos tomando las medidas necesarias para conseguirlo. Es algo muy positivo, ya que permite repartir la riqueza a lo largo de todo el año», apunta Estalleda.

El ejemplo de Benidorm

Un ejemplo de éxito de este turismo desestacionalizado es la ciudad de Benidorm. «Es un destino que ha logrado mantenerse abierto durante todo el año, con una gran variedad de campos de golf y parques temáticos. Ha acertado al entender cómo ofrecer una temporada turística de 12 meses. Hay turistas que buscan sol y playa, otros que son jóvenes y vienen a divertirse, y muchos mayores que van para socializar, comer bien y disfrutar de los «outlets». Este modelo de Benidorm es un excelente ejemplo de cómo transformar un destino de sol y playa en un lugar atractivo durante todo el año», señala Estalleda.

Aunque ha sido el mercado europeo el gran dinamizador de la desestacionalización del turismo internacional, según fuentes del INE, desde las agencias de viajes apuntan que los viajeros de larga distancia han dado también pasos importantes. «El crecimiento que ha habido del turismo asiático en el último año ha sido muy destacable. Sabemos que Asia fue un mercado que tras la pandemia le costó más que a otros mercados volver a la normalidad. Lo hizo a finales de 2023-2024 y al hacerlo contribuyó mucho a la desestacionalización. Es un mercado que viaja a lo largo de todo el año, que no se mueve por el tema de sol y playa, sino por uno cultural, de gastronomía y compras y ese tipo de turismo se realiza a lo largo de todo el año. Más allá de los mercados europeos, que, por supuesto son importantes, la mayor contribución a la desestacionalización viene de los mercados de largo radio tanto el americano como el asiático», opina José Manuel Lastra, vicepresidente de CEAV.

En 2024 el crecimiento de facturación de las agencias de viajes fue de casi el 8%, convirtiéndose en la actividad del sector servicios que más crecimiento experimentó en 2023 y consolidándolo en 2024. Emplearon a 70.000 personas, una cifra histórica. «Son signos más que evidentes de que el sector goza de buena salud, que sabe actuar transversalmente con todo lo que tiene que ver la industria turística y aporta valor al usuario, a los proveedores y a los destinos turísticos», dice convencido Lastra.

La restauración, al alza

En 2024, el sector de la restauración en España volvió a mostrar un rendimiento sobresaliente, consolidándose como uno de los grandes beneficiados del auge del turismo en el país. Según un análisis detallado de los datos de transacciones con tarjeta de CaixaBank, se observa que el comportamiento del gasto en restauración ha tenido un crecimiento notable, con un aumento del 7% en la facturación respecto al año anterior, superando incluso los niveles de 2019 en un 15%.

Este crecimiento está por encima de la inflación del sector, que se situó en un 4,7% en 2024. Además, el sector sigue siendo una fuente importante de creación de empleo, con un crecimiento del 3,2% en el número de trabajadores, alcanzando los 1,44 millones de empleados, un récord histórico.

El papel del turismo ha sido clave en este rendimiento, ya que los turistas representaron el 38% de los ingresos del sector en 2024. El gasto de los turistas extranjeros creció a un ritmo del 20%, mientras que el gasto de los turistas nacionales también experimentó un aumento significativo del 10%. Esta dinámica confirma la dependencia del sector restaurador español del flujo turístico, especialmente en las provincias más visitadas por turistas internacionales.

Las zonas con mayor afluencia de turistas, como las Islas Baleares, Málaga y Girona, tienen un ticket medio más alto. Por ejemplo, el ticket medio en Baleares alcanzó los 35 euros, mientras que la media nacional fue de 21 euros por transacción. La variabilidad en el ticket medio es una de las características más destacadas en el análisis, pues existe una gran disparidad entre provincias. Las regiones con una fuerte presencia de turistas internacionales, como Baleares, Málaga y Segovia, tienen un ticket medio superior, mientras que otras zonas, como Álava y Zaragoza, tienen un ticket medio más bajo.

Esto refleja una relación directa entre el ticket medio y la proporción de turistas internacionales en cada provincia. En general, las provincias que más dependen de los turistas extranjeros, como Baleares, tienen un ticket medio mucho más elevado, alcanzando los 31,2 euros por transacción en comparación con los 21 euros que gastan los turistas nacionales.

La estacionalidad es otro factor clave que define el comportamiento del sector restaurador. Casi el 40,5% de la facturación anual del sector se concentra en solo cuatro meses del año, entre junio y septiembre, coincidiendo con la temporada alta de turismo. Este fenómeno es más pronunciado en las Islas Baleares, donde el 61% de la facturación se produce en esos meses, debido a la alta concentración de turistas internacionales en esta región durante el verano.

En contraste, las Islas Canarias, como Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas, presentan una menor estacionalidad, con solo el 37% de su facturación concentrada en estos meses, lo que refleja una temporada turística más extendida, favorecida por su clima.

Además, el informe revela que el cliente local sigue siendo el principal impulsor del gasto en restauración en todo el país, representando el 62% de la facturación anual. Sin embargo, la importancia de los turistas, tanto nacionales como internacionales, es notable. Los turistas extranjeros representan el 25% de la facturación, mientras que los turistas nacionales contribuyen con un 13%.

La dependencia de los turistas varía considerablemente entre provincias, con Baleares como la región más dependiente del gasto extranjero, que aporta el 54% de la facturación del sector. En otras zonas, como Valladolid, la proporción de gasto local supera ampliamente a la de los turistas, con hasta un 84% de la facturación proveniente de clientes locales.

La estacionalidad también varía según la ubicación geográfica. En general, las provincias del arco mediterráneo tienen una estacionalidad mayor, ya que dependen en gran medida del turismo internacional, especialmente durante los meses de verano. En cambio, las regiones del interior y del norte de España, como Ciudad Real, Álava y Valladolid, presentan una menor estacionalidad, lo que sugiere que sus economías dependen más del consumo local y menos del flujo turístico.

Los salarios en la restauración se moderan

En cuanto a los salarios en el sector, los datos muestran que, aunque los ingresos salariales en la restauración aumentaron un 4%-5% en 2022 y 2023, este crecimiento ha comenzado a moderarse en 2024, estabilizándose en torno al 2,5% interanual. Esto refleja una normalización de los salarios tras el fuerte repunte durante la recuperación pospandemia.

A pesar de este aumento, los salarios no han logrado compensar la inflación de los años anteriores, lo que ha resultado en una pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores del sector. En general, la mitad de los asalariados experimentaron un crecimiento salarial superior al 3% en 2024, y un 37% de ellos vieron aumentos superiores al 6%, lo que indica una cierta recuperación en los ingresos de los trabajadores en comparación con los niveles previos a la pandemia.

En resumen, el sector de la restauración en España ha experimentado un 2024 positivo, impulsado por el crecimiento del turismo y una mayor dinamización del gasto, especialmente en las provincias más turísticas. Sin embargo, persisten desafíos relacionados con la estacionalidad, las disparidades salariales y la dependencia de los turistas extranjeros. El sector sigue siendo una pieza clave de la economía española, con un fuerte potencial de crecimiento, aunque sufre de algunos desequilibrios regionales y de una moderación en los incrementos salariales.