Editorial
Los votos andaluces cruciales para España
Andalucía es clave como lo ha sido en la historia de la democracia, especialmente para el PSOE que la blindó como un granero de votos decisivos
Los andaluces acuden hoy a las urnas conscientes de que su veredicto final tendrá una seria influencia en el futuro de la legislatura española. El reparto de los escaños del 19J parece a estas alturas del ciclo electoral determinante con la nación sumida en una crisis poliédrica de la que no se salva prácticamente ámbito alguno. Como antes ocurrió con los madrileños y los castellanoleoneses, los electores de hoy decidirán mucho más que la aritmética del Parlamento autonómico, sobre todo la intensidad de la censura a las políticas socialistas comunistas del Palacio de La Moncloa. Ha resultado una singularidad de estos comicios su dimensión nacional y por ende el significado en las lecturas que llegarán de los mismos. Con Sánchez cada día más contestado, la sentencia del escrutinio popular restará aliento o brindará oxígeno a un gabinete de coalición clarísimamente en el alambre del descrédito y la desconfianza, incapaz de ordenar el país y enderezar el rumbo de una nave a la deriva. Hemos defendido y apelado al mismo tiempo desde nuestra posición que en una encrucijada como la que padece España la respuesta más lógica y responsable, especialmente en un tramo avanzado de la legislatura, sería dar la palabra a los ciudadanos y que el escrutinio nacional emitiera el juicio correspondiente. La izquierda en el poder, asaeteada por las disfunciones de una bipolaridad patológica, no piensa de manera alguna en dejar en manos de la gente el tiempo que le pueda restar en los despachos y en los coches oficiales. Este enroque institucional, rodeado de escándalos y contestación popular, se brinda como un testimonio esclarecedor de hasta qué punto se esquivan y se adulteran los contrapesos y los resortes del sistema que deberían subsanar su envilecimiento. Por tanto, Andalucía es clave como lo ha sido en la historia de la democracia, especialmente para el PSOE que la blindó como un granero de votos decisivos para sumar hegemonías en las elecciones generales. Como dato de la influencia del refrendo de los votantes al sur de Despeñaperros queda que una quinta parte de los escaños socialistas en Madrid han sido regularmente andaluces. Que ese peso languidezca en la comunidad con mayor población sería determinante en un escenario de impredecibles derivadas. Como en casi todos los comicios, la movilización apunta a resolutiva. Los llamamientos de los líderes políticos contra la abstención se han agudizado en una campaña tímida en cuanto al trasvase de votos. La demoscopia ha trenzado un marco en el que la participación aparece casi como el único elemento capaz de alterar las fuerzas de forma significativa. Votar es siempre un privilegio, el acto soberano, directo y exclusivo del que dispone el ciudadano para hacer democracia. Es un derecho, pero también un deber para sancionar o premiar a aquellos que nos demandan confianza.
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