Educación

La educación internacional: un nuevo horizonte para profesionales de la educación

La educación internacional nace con el objetivo de crear un mundo mejor a través de la educación. Su lema, “formar jóvenes solidarios, informados y ávidos de conocimiento, capaces de contribuir a crear un mundo mejor y más pacífico, en el marco del entendimiento mutuo y el respeto intercultural”.

La educación internacional nace con el objetivo de crear un mundo mejor a través de la educación. Su lema, “formar jóvenes solidarios, informados y ávidos de conocimiento, capaces de contribuir a crear un mundo mejor y más pacífico, en el marco del entendimiento mutuo y el respeto intercultural”.
La educación internacional nace con el objetivo de crear un mundo mejor a través de la educación. Su lema, “formar jóvenes solidarios, informados y ávidos de conocimiento, capaces de contribuir a crear un mundo mejor y más pacífico, en el marco del entendimiento mutuo y el respeto intercultural”.larazon

Cuando pregunto a mis alumnos el motivo por el cual han decidido ser profesores, las respuestas suelen ser variadas, pero hay una cosa en la que todos coinciden: quieren aprender para encontrar así la mejor manera de enseñar a sus alumnos. Un profesor, por naturaleza, busca crear una relación especial con cada uno de sus alumnos para poder sacar lo mejor de cada niño. Parte de esta manera de hacer es personal, pero la otra nace de la experiencia profesional y de la formación de cada maestro. Pero, ¿cómo saber cuál es la mejor formación con la cantidad de metodologías que proliferan a día de hoy?

Esta pregunta no es sencilla de contestar pues, como sabemos, “cada maestrillo tiene su librillo” y cada centro su forma de trabajar. Y ninguna es mejor que otra. Lo que si está claro es que para que el aprendizaje sea significativo y duradero, hace falta un proyecto sólido de escuela, en el que todos los profesores trabajen de la misma manera independientemente del curso en el que se encuentren. De todas las metodologías y variedades existentes, me decanto por la educación internacional. ¿Por qué?

Un currículum propio

En primer lugar destacaría que la educación internacional sigue su propio currículo, que está formado por las mejores prácticas docentes procedentes de una amplia variedad de países. El objetivo del IBO (Organización del Bachillerato Internacional) es “formar personas de mentalidad internacional que, conscientes de la condición que los une como seres humanos y de la responsabilidad que comparten de velar por el plantea, contribuyan a crear un mundo mejor y más pacífico”. La educación internacional, a través del currículum, forma a sus alumnos para que sean indagadores, informados e instruidos, pensadores, buenos comunicadores, íntegros, de mentalidad abierta, solidarios, audaces, equilibrados y reflexivos. La forma de hacerlo es mediante la integración del ámbito emocional, social y académico del alumno. Así, los estudiantes aprenden a desarrollar una mentalidad crítica desde bien pequeños: los profesores no se conforman con un ejercicio bien hecho, sino que siempre van más allá, “¿por qué esta respuesta y no otra?”, ¿qué te ha hecho pensar así?, ¿de qué otra manera podrías haber solucionado el problema?”. Asimismo, desarrollan distintas estrategias de aprendizaje: establecer un nexo entre lo que saben y el nuevo conocimiento para que este sea más significativo y duradero, trabajar de manera cooperativa, aprender mediante la indagación y dar importancia al autoaprendizaje. Todos esto les ayudará para enfrentarse y resolver problemas de la vida real.

Los profesionales adecuados

Pero para que esta forma de trabajo sea eficaz, debe contar con profesionales bien formados y con unas características específicas. Ante todo, la educación internacional se distingue por el maestro, que es una persona abierta de mente, conocedora y/o ávida de aprender nuevas formas de enseñanza-aprendizaje, trabajadora, enérgica y sin miedo al fracaso. Son personas que no tienen miedo al cambio y abrazan nuevas formas de hacer.

Este tipo de profesionales son idóneos para trabajar en un entorno internacional, porque los profesores ya no trabajan de manera individualizada, sino que planifican y diseñan las actividades en equipo y pasan a formar un grupo de trabajo colaborativo, en el que cada profesor es responsable de enseñar unos conceptos, actitudes o valores concretos, y en el que el trabajo de cada uno es fundamental para cumplir con los objetivos establecidos desde un inicio.

¿Por qué debería un maestro formarse en esta metodología? Lo primero que señalaría es que le va a otorgar la capacidad de trabajar en los centros más exclusivos y en cualquier país del mundo. Además, los centros internacionales tienen una característica especial que es el número de profesores nativos y alumnos provenientes de otros países, que hacen del colegio un entorno multicultural, tolerante y con personas de mentalidad abierta.

Mentalidad abierta

De este modo, los colegios internacionales fomentan el multilingüismo y la multiculturalidad de diferentes maneras. En primer lugar, suelen ofrecer una variedad de lenguas desde una edad muy temprana, que abarcan desde el inglés, francés y alemán hasta el chino. Los centros dan mucha importancia al multilingüismo, de modo que organizan actividades para fomentarlo. Por ejemplo, el “Speech Contest”, en el que alumnos de varios centros internacionales participan. Se trata de una competición en el que los estudiantes se preparan una presentación de unos 5 minutos en el idioma que quieran (inglés, castellano, catalán, francés, chino, ruso, etc.) y un jurado elige los ganadores. Otras actividades incluyen el MUN (Model United Nations), en el que alumnos de numerosos centros internacionales se reúnen para tratar temas de interés actual, como derechos humanos, desarme, medio ambiente, etc. También organizan viajes a París, Nueva York, Costa Rica o Atenas, tienen intercambios con otros centros internacionales, estancias de profesores y alumnos universitarios para un enriquecimiento mutuo y conferencias organizadas por los centros educativos. Los alumnos de un colegio internacional crecen en este entorno multicultural, en el que conviven numerosas culturas, y en el que el entendimiento y la tolerancia son esenciales.

El hecho de poder aceptar distintos puntos de vista y opiniones les enseña a convivir y a saber manejarse en un mundo cada vez más globalizado y más complejo. Esto se ve reflejado en la convivencia entre distintas culturas ya que los niños aprenden acerca de otros países, otra manera completamente distinta de relacionarse, de pensar y de actuar. Y lo viven de manera natural pues su entorno se encuentra fuertemente marcado por este aspecto. Crecen con una mentalidad mucho más abierta y dejan de lado los prejuicios. Las aulas de un centro internacional son aulas muy inclusivas, los niños hacen amistad con niños de diferentes países, son más respetuosos y hay menos problemas de disciplina.

Preguntas complejas que inducen respuestas

Por otro lado, también sería interesante resaltar la metodología de aprendizaje. Los centros internacionales educan a través de la indagación, pues enseñan a los alumnos a plantear preguntas complejas, a pensar de manera crítica y a desarrollar habilidades de investigación. Asimismo, los proyectos incentivan la curiosidad y las ganas de aprender, pues los alumnos exploran temas tan actuales como el blockchain, a la vez que aprenden a dar soluciones a problemas como el cambio climático o crear ciudades inteligentes. Un ejemplo claro es una unidad llamada “Mission to Mars”. A través de ella, los alumnos aprenden acerca del planeta rojo y exploran las condiciones de vida para determinar si son óptimas para establecer una colonia. Ellos aprenden y luego deciden qué tipo de energía y materiales serían los mas adecuados dependiendo de la zona en la que vayan a establecer su colonia. También deciden qué semillas podrán plantar, basándose en los experimentos y posterior observación y reflexión.

Otro aspecto que destacaría de la educación internacional es su lado más solidario. Por un lado, los alumnos de secundaria cursan una asignatura llamada CAS (creativity, activity, service) en el que los propios alumnos crean eventos solidarios. Y, por otro lado, están los eventos solidarios que el propio centro organiza. En efecto, hay centros que organizan “carrera contra en hambre”, en el que los alumnos de secundaria y bachillerato se apuntan a una carrera y pagan su dorsal, y todo el dinero recaudado lo entregan a la fundación “Acción contra el Hambre”. Otros centros colaboran con el Hospital San Juan de Dios de Barcelona. Los niños organizan una chocolatada con churros e invitan a todos los niños del colegio a comprar un tíquet de €5 para la merienda. Todo el dinero recaudado lo entregan al área de investigación del cáncer infantil. A través de estos actos solidarios, los alumnos crecen conscientes de los problemas que existen a la vez que aprenden a dar soluciones.

Para concluir, creo que los centros internacionales ofrecen una educación muy completa para los niños, pues se centran en el bienestar emocional, social y académico del alumno, a la vez que forma alumnos capaces de dar solución a problemas reales. En definitiva, nuestros alumnos son la futura generación y serán los próximos líderes mundiales, por tanto, está en sus manos poder hacer de este mundo un mundo mejor para todos. La educación internacional les proporcionará los conocimientos necesarios, así como las estrategias, la tolerancia y la capacidad para poder enfrentarse a los futuros retos con prudencia y responsabilidad.