Lomloe

Educación ignora a los historiadores en su plan para Bachillerato

Deja en manos de las autonomías la posibilidad de completar, adaptar o concretar los saberes básicos con propuestas más específicas

Alumnos de bachillerato del Colegio Virgen de Europa de Boadilla del Monte (Madrid)
Alumnos de bachillerato del Colegio Virgen de Europa de Boadilla del Monte (Madrid)"Jesús Hellín "Europa Press

Son muchos los historiadores, catedráticos, profesores de universidad y especialistas que han rechazado de plano durante estos últimos meses el currículo que prepara el Ministerio de Educación y FP sobre lo que los alumnos deben aprender en la asignatura de Historia, especialmente en lo que concierne a Bachillerato. La controversia se centra en la «aberración» que para algunos supone que algunos capítulos de la historia queden olvidados en el aprendizaje de los estudiantes que se formen con la Lomloe, la nueva ley educativa que ha implantado el Gobierno de Pedro Sánchez.

Lamentan que un alumno de 2º de Bachillerato no estudien contenidos previos a 1812, como la herencia fundadora romano-cristiana, Al-Andalus y la Reconquista, el Imperio Español, la Conquista de América...Pero el Ministerio de Educación no está dispuesto a dar su brazo a torcer y ha optado por ignorar las voces críticas, pese a que ha habido más de 2.000 alegaciones en el período de exposición pública del proyecto de real decreto que regula las nuevas enseñanzas.

Se han introducido cambios mínimos, más bien de carácter técnico, que no atienden a las exigencias de muchos historiadores, según ha podido saber LA RAZÓN. ¿Por qué? «Porque hay recomendaciones de otros historiadores y academias que no opinan lo mismo», aseguran desde el Ministerio. Así, en Bachillerato, los alumnos seguirán estudiando lo ocurrido desde 1812 hasta nuestros días, mientras que en la ESO tampoco ha habido modificaciones de interés, según aclara Educación.

Educación ofrece otros argumentos, como es el hecho de que «desde una perspectiva comparada, la organización de una asignatura que recorra toda la historia de un país desde sus orígenes remotos hasta la actualidad en un solo curso escolar es insólito en nuestro contexto geográfico y cultural cercano».

Opina que lo habitual es avanzar desde los primeros cursos de Secundaria hasta Bachillerato de forma cronológica de tal manera que en esta última etapa se desarrollen contenidos más cercanos a la actualidad y el pasado contemporáneo. «Plantear que el estudio de la Historia de España se limita al contenido dispuesto para la materia de segundo de Bachillerato supone obviar todo el trabajo formativo desarrollado en las etapas obligatorias anteriores donde hay un tratamiento de los diferentes periodos históricos», dicen. Y más cuando, «en la actualidad, los periodos anteriores a la Edad Contemporánea en 2.º de Bachillerato ocupan un par de semanas en el mejor de los casos».

Competencias autonómicas

Educación puntualiza que su cometido es abordar las enseñanzas mínimas, determinar el 50% o 60% de los horarios escolares en función de las comunidades autónomas con o sin lengua cooficial, así que deja en manos de las Comunidades autónomas la posibilidad de completar, adaptar o concretar esos saberes básicos con propuestas más específicas. Lo mismo ocurre con los horarios. Educación rechaza que se haya reducido el tiempo lectivo que el proyecto de real decreto prescribe y que establece 70 horas para la Materia de Historia de España y propone que sean las autonomías las que lo amplíen, si lo ven oportuno, porque tienen competencias para hacerlo. El currículo recibirá previsiblemente su aprobación definitiva en febrero.