El Euroblog

Grecia no está sola

La Razón
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La crisis financiera griega dominó la cumbre informal que los Veintisiete celebraron ayer en Bruselas. De la mano del presidente permanente, Hermn Van Rompuy, los líderes europeos ofrecieron sus "solidaridad"a Atenas para evitar que una eventual bancarrota griega pueda extenderse a otros países de la eurozona, especialmente Portugal, España e Irlanda.

Sin embargo, pese a las especulaciones de días anteriores, esa solidaridad europea no se va a traducir todavía en cifras o compromisos concretos. Comandados por París y Berlín, se ha garantizado al Gobierno griego que se le prestará ayuda si lo necesita. Algo que hasta la fecha el Gobierno de Papandreu no ha hecho.

Por supuesto, sus socios exigen como contrapartida un cumplimiento estricto del plan de austeridad, que pretende reducir el défict público del actual 12,7% al 2,8% en 2012. Una tarea herculiana para un país que necesita con urgencia 53.000 millones de euros para hacer frente a sus préstamos.

Con su liderazgo Francia y Alemania desean dar confianza a los mercados y evitar la humillación de que uno de los dieciséis miembros de la eurozona tenga que pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional, tal y como sugerían países como Suecia y Reino Unido. El claro mensaje que se quiere dar es que en Eurlandia resolvemos nosotros mismos nuestros problemas internos.

El otro asunto que rodeó el encuentro bruselense fue la necesidad de aumentar la coordinación económica entre los Estados miembros de la UE, lo que se ha venido en llamar un "gobierno económico". Ahora incluso Alemania, celosa de que este "gobierno"pudiera hacer frente al Banco Central Europeo, se muestra dispuesta a hablar del tema. Siempre de una crisis se puede sacar algo bueno.