Bruselas

Una institución, tres sedes

Una institución, tres sedes
Una institución, tres sedeslarazon

Una de las críticas esgrimidas más repetidamente por los euroescépticos es que la actividad del Parlamento Europeo se reparte entre Bruselas, donde se celebran las reuniones políticas de los partidos y las comisiones parlamentarias, y Estrasburgo, que acoge los plenos. Esta circunstancia obliga a eurodiputados, asistentes y funcionarios a trasladarse una semana al mes a la capital de Alsacia, que el resto del año permanece vacía. El eurodiputado checo Edvard Kozusnik ha presentado a los líderes europeos una propuesta para eliminar un sistema "ineficiente y costoso"que supone "mover el trabajo parlamentario entre Bruselas y Estrasburgo". Según Kozusnik, este cambio supondría un ahorro de 180 millones de euros a las arcas comunitarias. Su iniciativa ha recibido la calurosa acogida del británico David Cameron y el esperado rechazo del francés François Hollande.

Y es que esta propuesta quedará en papel mojado mientras Francia mantenga su negativa a renunciar a una sede que simboliza la reconciliación franco-alemana y supone una importante fuente de ingresos para la ciudad de Estrasburgo. Muchos apuntan la posibilidad de compensar a cambio a París con la instalación del Tribunal de Justicia, cuya sede se halla en Luxemburgo. Precisamente, en el Gran Ducado también se encuentra la tercera y menos conocida sede del Europarlamento, que acoge la biblioteca y a los intérpretes de la institución.

Pero Kozusnik no está solo, pues muchos de sus compañeros abogan por modificar los tratados. El secretario general del Partido Popular Europeo (PPE), Antonio López-Istúriz, admite que "la existencia de una sola sede es un debate que de debe abrirse", mientras que el socialista Juan Fernando López Aguilar considera "inaceptable que aún no haya una sede común". En noviembre de 2011, se votó una enmienda en tal sentido que fue respaldada por el 88% de los eurodiputados.

pgarcia@larazon.es