El Euroblog

Una larga travesía hacia Europa

Felipe González firma el Tratado de Adhesión de España a la CE, el 12 de junio de 1985, ante la atenta mirada del Rey Don Juan Carlos
Felipe González firma el Tratado de Adhesión de España a la CE, el 12 de junio de 1985, ante la atenta mirada del Rey Don Juan Carloslarazon

El 12 de junio de 1985, España vio cómo se cumplía su sueño de subirse al tren europeo con su ingreso en la Comunidad Europea (CE). Tras la muerte de Franco en 1975 y la celebración de las primeras elecciones libres tras 41 años, a la transición española sólo le quedaba una asignatura pendiente: la integración en las instituciones comunitarias. Por ello, la adhesión en la CE se convirtió en una prioridad nacional.

España tuvo que esperar casi un cuarto de siglo para ver satisfechas sus peticiones europeas. Ya en pleno desarrollismo franquista, en el año 1962, el ministro de Exteriores de la época, Fernando María Castiella, envió una carta a la CE en la que mostraba los deseos del régimen de negociar un acercamiento a la Comunidad. Sin embargo, Bruselas descartó iniciar negociaciones de adhesión con un país no democrático y la dictadura tuvo que conformarse con un acuerdo preferencial, firmado en 1970, que sirvió para abrir al exterior la economía española.

En plena transición, el ministro para las Relaciones con la Comunidad Europea, Marcelino Oreja, volvió a llamar a las puertas de Bruselas y acudió en persona para presentar oficialmente la candidatura española el 26 de julio de 1977. Las negociaciones, abiertas en febrero de 1979, se prolongaron por espacio de seis años y el acuerdo final estuvo en la cuerda floja hasta el minuto final del último día de las conversaciones.

España y Portugal, que negociaban al mismo tiempo su adhesión, vieron cómo otro país mediterráneo, Grecia, que también acababa de salir de una dictadura en 1976, concluía las conversaciones antes que los dos países ibéricos e ingresaba en la CE en 1980. La adhesión de nuestro país tuvo que hacer frente, asimismo, al temor de muchos Estados miembros, especialmente Francia, a que los productos agrícolas españoles invadieran sus mercados. Este hecho, junto al deseo del presidente de la República francesa, Valery Giscard D’Estaing, de anteponer la profundización del proceso de construcción europea a su ampliación, bloquearon las conversaciones hasta 1981.

Con la llegada de los socialistas al poder en 1982, sólo se habían cerrado seis de los dieciséis capítulos de negociación y los más polémicos, como agricultura, pesca, o libre circulación de personas permanecían empantanados. El primer Gobierno de Felipe González convirtió la entrada en la CE en la prioridad de su primera legislatura, lo que motivó las críticas de la oposición de Alianza Popular (AP). Aunque compartía la meta europea de la sociedad española, la derecha consideraba que el PSOE se había precipitado en alcanzar un acuerdo antes de las elecciones generales. El 29 de mayo de 1985 la delegación española y los Estados miembros lograron concluir el tratado de adhesión, que fue firmado en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid el 12 de junio.

Nuestro país entro en la Comunidad Europea cuando el proyecto ya llevaba más de tres décadas en marcha y tuvo que adaptarse con rapidez a unas instituciones y políticas que le eran completamente ajenas. Sin embargo, a lo largo de estos años España ha sido participe del Tratado de Maastricht, que dio el pistoletazo de salida a la moneda común el euro, o al desarrollo de la Política de Exterior y de Seguridad Común o de la cooperación en los asuntos de justicia e interior, así como de los más recientes Pacto Fiscal y de la Unión Bancaria. En este último ámbito, España ha contribuido en incorporar importantes avances para luchar en común contra el terrorismo, como la euroorden o la anulación del derecho de asilo entre los Estados miembros de la UE. Por su parte, los 300.000 millones de euros de fondos europeos recibidos en estas tres décadas han contribuido al desarrollo económico de España.

pgarcia@larazon.es